Inhibición total post-partido por parte de la afición
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Después del partido y de hablar con un grupo de aficionados levantinistas de toda la vida, he podido comprobar que desgráciadamente P.V. está matando a nuestra afición, porque observamos que la problemática actual es irreversible, motivada por la pesonalidad patológicamente neurótica de éste señor.
Coincidimos en que no quiere vender ni venderá sus acciones por su gran egocentrismo neurótico que prefiere que se hunda el Levante antes de dar su brazo a torcer y con relación al tema de la sindicación de las acciones, va a impedir por todos los medios posibles, que se reunan la suficiente cantidad de acciones para exigirle una real y verídica auditoría de cuentas.
Después de muchos años nos damos cuenta toda la afición de que la famosa palabrería de éste señor de que "ama al Levante" ha sido una neurótica mentira. La mayoría me ha comentado de que a pesar de alardear, nunca ha puesto un duro, más bien en todo caso, se los ha llevado y es lo que intentamos demostrar con la auditoría de cuentas.
Estamos en una situación tan grave de que nos está quitando la ilusión de acudir a nuestro estadio "Ciudad de Valencia" hasta que no desaparezca éste empresario que siempre ha ido a servirse y no a servir a los colores azulgranas, aunque diga lo que él diga.
Lo peor en el mundo es conseguir una inhibición del amor a un club y es lo que éste señor está consiguiendo. Ya no se trata sólo de bajar de categoría si no de llegar a aborrecer el fútbol.
Insisto a todos vosotros de que el momento es crítico como nunca lo hemos padecido desde que se fundó el club.
El problema de fondo más que económico y deportivo es que éste señor siga siendo dueño vitalicio de club lo haga como lo haga. Va a conseguir al final que casi nadie vaya al campo.
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El sueño de Pedro Villarroel está a punto de cumplirse: un Levante jugando con el campo vacío.