OTRO LLORANDO EN EL LEVANTE EMV, UN TAL RAFAEL LAHUERTA ¿?
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No os preocupéis. Artículos como este sólo demuestran una cosa: el miedo que les ha entrado porque se han dado cuenta de que las cosas están cambiando en esta ciudad.
Se les acaba el monopolio (y no sufráis xotillos que los pelotazos y mamonazos políticos los seguiréis teniendo asegurados para seguir siendo un "equipo grande") y eso les duele, mucho, pero que mucho….
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kien kojones es rafa lahuerta?? y mira k soy una persona pacifica xo me estan dando ganas de ir al super panfleto ese y colgar a ese tio por las pelotas ,tanto les cuesta reconocer k han perdido joder, si ,contra el ekipo k no es nada….HABEIS PERDIDO!!!!
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Rafa Lahuerta es un mediocre personaje que no pinta nada en el ámbito deportivo. Su sueño era ser como José Vicente Aleixandre: un periodista de provincias.
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Rafa Lahuerta es el PRESIDENTE de la peña GOL GRAN del Valencia. Un xoto de los pies a la cabeza.
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@rana blaugrana:
Rafa Lahuerta es el PRESIDENTE de la peña GOL GRAN del Valencia. Un xoto de los pies a la cabeza.
Que vaya a la FAcultad, curse un doctorado en historia y entonces podrá descubrir determinadas estrategias para poder escribir un artículo histórico.
La verdad es que éste era patético y demostraba que lleva una merdé mental impresionante.
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Este rafa lahuerta es un tontaina de los pies a la cabeza!! que de huerta tiene poco!! Este tio no ha nacido todavia y ya se cree el señor que rememora todo el pasado azulgrana glorioso y su nombre inmortal.
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!!!!Menudo pajarito!!!!
Como se nota que les ha picao. Ajo y agua.
Solo recordar que el Sabado, la immensa mayoría del publico del Ciutat de Valencia vestian de azulgrana, y de esta gente, muchos de ellos con apenas 20 años. Gente muy joven que va a animar a su equipo, al campo de futbol de su equipo, no como otros, que no tienen ni eso, que entre todos los Valencianos (xotos o no) tenemos que pagar el campito de los XOTOS, MERENGOTS.
Algo no me cuadra, un "equipaso" como el Valencia, ayudado descaradamente con dinero publico, ayudado descaradamente por el rulo mediatico, tenga que recurrir a llamarnos equipo de barrio por mediación de columnistas resentidos de literatura barata.
Que mal perder tienen algunos.
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Este Rafa Lahuerta es un jilipollas que va por la vida de intelectual reinsertado y se ha pasado años metido entre los fascistas de los Yomus, berreando lemas tan intelectuales como esos insultos a Cataluña o agrediendo a niños que iban a Merdalla a ver al Barça (y sé de qué hablo). Y ahora el subnormal hijo de pvta este va de pseudopoeta de mierda. Y da lecciones de si el Levante era o dejaba de ser progresista o conservador hace cien año cuando el tal Lahuerta se ponía detrás de esvásticas hace cuatro días y jaleaba a franquistas que pusieron el Xotencia al servicio de la derechona más carca local, de lameculos de don Santiago Bernabéu y de quienes practicaban el terrorismo callejero en la Transición. Anda Lahuerta a tomar por el culo, hijo de pvta.
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Tiro en la nuca para este bastardo
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No hay que excederse. Yo creo que le estamos haciendo caso a este señor. Voy a escribir el artículo cambiando Levante por Valencia y algunas frases que no tienen sentido y están metidas encajonadas sin venir a cuento.
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Por favor Lorant, cambia el sentido del texto de ese hijo de pvta y publicalo por aqui. Es un anormal
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Tiro en la nuca para este bastardo
Eres un jodido abertzale
jojojo,no habia caido en que es la tactica ruin de esa gentuza.
va,cambiemoslo por un garrote vil para ese perro intoxicador,que es una muerte más dolorosa
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vamos q mas subnormalidades no puede decir el pedazo carne con ojos.
pero bueno, lo mejor de ganar a los xotos es esto verlos como rabian ç
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por cierto ya le han puesto las cosas claras
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por cierto ya le han puesto las cosas claras
Muy buen artículo. Yo he enviado una glosa al artículo de Rafa Lahuerta a Levante, que por cierto, está tan mal escrito gramaticalmente que me ha costado muchísimo. No creo que lo publiquen, pero sé que una persona de su redacción de deportes lo tiene en la recámara por si hay réplica del Yomus este. Es larga: lo siento es su artículo tal como fue escrito pero cambiando el sujeto por el objeto (el Levante por el Valencia). Espero que os guste.
El derbi y las trampitas silenciosas
El dilema de ponerle rostro y mirada al vecino conlleva ejercer una inevitable e hipócrita diplomacia: descolgar el télefono y felicitar al amigo… con la boca pequeña. Es entonces cuando uno antepone lo personal a lo futbolístico y valora por encima de todo la alegría ajena de algunas personas queridas; que no la propia. Así, bien mirado, es posible sostener una rivalidad urbana que trascienda más allá del Camí de Tránsits porque hay otras Valencias posibles.
No obstante, el siguiente dilema aflora cuando el amigo hace trampitas y uno lo ve venir desde lejos con su mochila de pequeñas tretas en busca del discurso perfecto. ¡Quiá!: la Valencia blanca y merengona, el orgasmo aburguesado y de tertulia de Ateneo Mercantil, las tabernas con ventanas al Ayuntamiento y ceniza de habano por el suelo. ¡Quiá doble!: el tío Sento escupiendo al suelo y bramando venganza contra los malvados madridistas; hasta hace muy poco merengones, ahora mesetarios. Y ¡quiá triple!: El centenario de los vecinos, anterior al nuestro. Los del gato y la palmera. El yunque y la adversidad. El admirado Salva Regües y sus obras completas. Frente a nosotros: “el penalti de Marchena a Raúl es una afrenta a Valencia”, los silbidos a Cúper y agresión a su vehículo a pesar de sus dos finales europeas”, y esos otros clásicos de la literatura necrológica: los Yomus, “Mendieta es el murciélago del escudo” o “Per un Valencia campeó (sic)”... “amb Parreira”.
Porque sí, es cierto, yo también practico el fútbol ficción: esa suerte de levitación valdanística (o sanchezflorista), pretenciosa y ridícula que consiste en especular sobre la menestra de goles, libros y ciudades. Y a veces, cada vez menos eso sí, vuelvo al pasado con mi colección de revistas y demás papeles viejos. Y pienso, pero poquito, tampoco estoy tan enfermo, en lo que habría sucedido de no mediar la guerra y donde estaría ese Valencia C. de F. del viejo Camino de Algirós donde pastaban las cabras; que dicho sea de paso, y sin ánimo de ofender, no son ganas de perder el tiempo, sino de recuperar nuestro pasado y comprender mejor esta ciudad que parece no haber sido nunca capital de la República y del republicanismo blasquista. Pero a diferencia de la mercancía averiada que intenta vender mi poco querido presidente de la peña valencianista Gol Gran, Rafa Lahuerta, a mi me sale otra ecuación. Me temo que mucho menos complaciente.
De no mediar el drama del 36 intuyo que el Valencia C. de F. sería algo menos que el Rácing de Santander (con todo mi respeto para los cántabros, gran pueblo). O lo que es lo mismo, sería un Rayo Vallecano perfumadito de brea pero sin calle del Payaso Fofó. Un equipo de barrio, el de Mestalla y el Ensanche, la Valencia aburguesada que ignora al resto de barrios de la ciudad porque Valencia es sólo la de ellos. De barrio grande con vocación de pueblo y mentalidad de barraca y provinciana. Uno más de los tantos que poblaban y pueblan el paisaje del fútbol amateur. Insisto, un Valencia FC, como se llamaba antes, meramente ruzafero y mestallero. Sin conexión urbana con la Ciutat Vella, como sí tenían el Levante y el Gimnástico en la calle Serranos, de donde es su máximo accionista, y en los barrios del Carmen y la Xerea, esos centros reales de la Valencia histórica, además de en los aledaños de la vieja estación de madera, donde vivían banqueros, profesores e intelectuales. Y por tanto, con viajes en coche señorial al campo de Mestalla, sin aureola de decano, sin himno, con una historia sostenida solamente por el libro “Todos los nombres del murciélago”, sin relatos que contar salvo los de Españeta, el único capaz de representar la cordura de esa institución, sin centenario a corta vista, sin anécdota del gato y la palmera; y sobre todo, y por encima de todo, sin posibilidad real de ser alternativa urbana al Real Madrid de camiseta y pantalón blancos con medias negras: aquel Merengue FC de las revistas satíricas de pre y posguerra.
Eso, poco más o menos, sería el Valencia FC. El simpático burguesito rural de los Poblats del Sud, tal y como lo caricaturizaba el dibujante Masià en las páginas de El Mercantil Valenciano en los años 30. El equipo de la acequia de Mestalla, de la pequeña Madrid, de la Valencia estrábica que mira con un ojo a Madrid y otro a Barcelona, en un alarde tremendo de complejo de inferioridad, de yo hago lo que haga el señor de la tribuna de Chamartín, del pueblo más español que nadie aunque sea a costa de su propia identidad y dignidad. En suma, la mística cebollera y admirable de tantos y tantos otros: El Arenas de Getxo, el Real Unión de Irún, el Sabadell, el Europa, el Júpiter, el Sant Andreu, el Pegaso de Madrid, el Mollerusa lleidatà (con todos mis respetos a estos equipos, pero son los que cita La Huerta, sic). Ya se sabe, el parque jurásico de los que apenas rozaron unos escasos minutos de gloria en la larga historia del fútbol español. Casi todos ellos, incluso, con mejor palmarés que ese nada extraordinario Valencia FC que jugaba en primera división gracias a una reforma federativa (empezó y debió seguir en Tercera) y al tráfico de influencias y compras diversas de plazas, y que tuvo la chamba en 1941 de convertirse en el arma del Movimiento Nacional en la ciudad de Valencia, con el objeto de distraer cualquier atisbo “subversivo” y republicano, cuando antes era “un buen animador” que no había ganado ningún título, y en esa década de los cuarenta obtuvo dos ligas y varias copas, además de que gozó en sus filas de bastantes jugadores enviados al equipo por decreto de su Excelencia, porque había que distraer al pueblo de otros menesteres llamados cárcel de San Miguel de los Reyes, de los fusilamientos colectivos en la plaza de toros de la calle Játiva, del campo de concentración de Albatera, y del exilio en el Winnipeg o en el Sinaia hacia la Francia nazi México y Buenos Aires: reforcemos al Valencia C. de F., antes Valencia F. C., subvencionémoslo como hizo también Primo de Rivera, para distraer de esa terrible represión que sufrió el pueblo valenciano después de la guerra civil.
Eso, ascenso arriba ascenso abajo, sería el Valencia que copió su indumentaria de la del Real Madrid, aunque ahora sea albinegra porque es bueno renegar del pasado; o sea: poca cosa. Para qué engañarnos. Muy respetable, por supuesto. Muy digno de ser convertido en material literario, faltaría más. Pero futbolísticamente, lo que se dice futbolísticamente, un acompañante más de los poderosos Real Madrid y Barcelona. Sin desdeñar, aquí un fan, la poesía de las quejas permanentes y su potencia estética. Entre otras cosas, porque lejos de pensar que la guerra civil frustró la trayectoria del Milan de Sacchi, digo del Valencia FC, lo que sucedió fue más bien todo lo contrario. En lo futbolístico, el Valencia C. de F. es consecuencia de un pacto anómalo entre miradas enfrentadas y universos antagónicos. Un pacto auspiciado por la propia federación valenciana, que quiso, con toda la lógica del mundo y según el criterio oficial de los tiempos, alumbrar un tercer equipo en la ciudad que fuera alternativa factible a esos Gimnástico y Levante F.C. que ya llevaban varios cuerpos de ventaja. La alternativa no cuajó al principio, pero el dinero, las artimañas, las ayudas públicas del poder y el madrileñismo lo permitieron. Buena prueba de ello es que a día de hoy hablamos del derbi. Este derbi que el Valencia niega porque es parte de un pensamiento único en esta ciudad. Aunque sea real. Este derbi, todo sea dicho, copado de fútbol y lleno de poesía y épica.
Otro día, ahora que se aproxima su centenario, podemos hablar del Real Gimnástico FC. De sus orígenes clericales, de sus apoyos militares y conservadores, de su expediente en la Zarzuela y de la mediación del gobernador civil local en 1926 para conseguir el superácrata blasón de club monárquico. Nunca fueron encarcelados sus jugadores en 1939, porque ser monárquico estaba mal visto en el Franquismo, no se olvide esto. También, ya puestos, del posterior proceso de fagocitación que el levantinismo grauero hizo de su historia, de sus escisiones (alguien, un tal Lahuerta, escribió “excisiones”, sic), de sus errores y de su manifiesta incapacidad económica para competir con el popular y emergente VFC en el seno de la ciudad de mentalidad rural que respiraba olor a cebolla en la calle Lauria, como expresó el bueno de Manolo Vicent, y libertad a principios de los años 20 y 30, a pesar de que Blasco Ibáñez describía muy bien que la envidia es el motor de su existencia. Pero eso, ya digo, mejor lo dejamos para otro día. Quizás para cuando el Valencia vuelva a ganar la Liga. Eso si, con todo el afecto del mundo. Como siempre.
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articulo cojonudo lorant.
como dices se hace cansino de leer, pero ya te digo, cojonudo
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Buenísima réplica. Lahuerta, haz lo que puedas.
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Gracias por vuestras alabanzas. Se hace cansino de leer más que nada porque la redacción de Lahuerta es farragosa e impropia de un articulista o un escritor.
Yo sólo he cambiado Valencia por Levante, frases que se ajustan a lo que atañe al Valencia, e ideas que cumplimentan lo que quería decir Lahuerta con respecto a nosotros para aludirlas a su equipo (o lo que sea).
Como os he dicho, sólo repito un estilo horrible.
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PLAS, PLAS, PLAS!!!!
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Gracias lorant, por hacer una redacción estupenda del articulo de huertano capullo, que no sabe escribir. Eres buenisimo.
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quien o que es Rafa la huerta??
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@Cartman Granota:
quien o que es Rafa la huerta??
Es un ex-Yomus actual presidente de la peña Gol Gran del Valencia.
Bastante radical y resentido con todo lo que no sea Valencia C. de F. en esta ciudad, como demuestra el artículo.
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Le estan pegando mas palos al tontaina de Lahuerta. Cada dia le sale una replica. Deberiamos de estar jodiendolo todos los dias. Desgraciado de mierda
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@Cartman Granota:
quien o que es Rafa la huerta??
Es un ex-Yomus actual presidente de la peña Gol Gran del Valencia.
Bastante radical y resentido con todo lo que no sea Valencia C. de F. en esta ciudad, como demuestra el artículo.Este no es al que llamaban "el orejas"?
Si es ese me río de su radicalidad,porque es un tonto de cojones.
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@Cartman Granota:
quien o que es Rafa la huerta??
Es un ex-Yomus actual presidente de la peña Gol Gran del Valencia.
Bastante radical y resentido con todo lo que no sea Valencia C. de F. en esta ciudad, como demuestra el artículo.Este no es al que llamaban "el orejas"?
Si es ese me río de su radicalidad,porque es un tonto de cojones.No sé si será "el orejas" porque yo no conozco ultras del Valencia, pero que es tonto queda demostrado en su artículo.