Una ambigüedad del reglamento deja abierta otra vía al ascenso Si la RFEF no estima la interpretación bética, se estará a expensas de que el Irún no pierda
M.G. / SEVILLA
Día 14/06/2010 - 07.36h
Pese a que en las calles de Valencia los aficionados del Levante ya celebran el ascenso del equipo granota y que las cuentas, en un principio, dictan que el todavía posible ascenso del Betis depende de una victoria en Heliópolis ante el conjunto de Luis García y que ésta no coincida con el triunfo del Hércules en el campo del Real Unión, el club verdiblanco está pendiente también de los resultados de una consulta ante la Real Federación Española de Fútbol. Fuentes del Betis abonaban anoche la teoría de que la circular del reglamento vigente que resuelve los empates múltiples al final de la temporada es lo suficientemente ambigua para admitir una interpretación distinta a la que se viene sosteniendo comúnmente. Ésta resolvería el empate final entre Hércules, Levante y Betis a 71 puntos con el ascenso de los equipos valencianos, toda vez que en los enfrentamientos entre los tres los alicantinos sumarían siete puntos, seis los de Valencia y sólo cuatro el cuadro verdiblanco.
Lo cierto es que la disposición quinta de la circular número 1 del Reglamento, correspondiente a la temporada 2009-2010, de la Real Federación Española de Fútbol dice literalmente lo siguiente: «Las normas que establecen los apartados anteriores se aplicarán por su orden y con carácter excluyente, de tal suerte que si una de ellas resolviera el empate de alguno de los clubes implicados, éste quedará excluido, aplicándose a los demás las (normas) que correspondan según su número sea dos o más».
Entiende el Betis que, como se habla de resolver el empate de alguno, y no se habla en plural de algunos, sólo quedaría excluido el Hércules y que el criterio aplicado entonces, sobre igualdad entre dos equipos, es que «el empate se resolverá por la mayor diferencia de goles a favor, sumados los en pro y en contra según el resultado de los dos partidos jugados entre ellos; si así no se dilucidase se decidirá también por la mayor diferencia de goles a favor, si bien teniendo en cuenta todos los obtenidos y recibidos en el transcurso de la competición».
De prosperar esta teoría, el Levante podría perder su plaza de ascenso si perdiese por más de un gol de diferencia en el Ruiz de Lopera (1-0 en el Ciudad de Valencia), si a ello se uniese además un triunfo del Hércules en Irún. Entiende el Betis que está en su perfecto derecho de apurar esta vía que le abre un reglamento sujeto a varias interpretaciones. El panorama cambiaría bastante si se estima la lectura que de la referida circular hace el Betis —en su día el Málaga también se abonaba a esa teoría si se hubiese dado el caso de estar implicado en múltiples empates—, pues pasaría de nuevo a depender de sí mismo en la última jornada, independientemente de lo que hiciera el Hércules.
Prácticamente desahuciado
Si al final no ha lugar a esa interpretación, el Betis, además de estar obligado a vencer —en este caso ante un Levante ya ascendido y sin importar la diferencia de goles—, dependería de que el conjunto irundarra no perdiese ante los de Esteban Vigo. Cabe reseñar que el Real Unión no está matemáticamente descendido, pero sus opciones de salvación son muy escasas. Además de necesitar la victoria, ésta se tendría que unir a que el Huesca —al único de los que suman 49 puntos que le gana el average particular— perdiese en Vigo, que también lo hiciera el Las Palmas en casa ante un Nástic salvado y que el Cádiz no ganase ante un Numancia sin nada en juego. Demasiadas combinaciones, amén de medirse a un Hércules que depende de sí mismo. No obstante, hay otro dato que alimenta las esperanzas béticas —«maletines» al margen—, y es que el conjunto alicantino, que ayer pese a la victoria dio muestras de escaso fondo físico, no ha ganado a domicilio en toda la segunda vuelta.