Ha muerto un mito del futbol
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http://www.marca.com/edicion/marca/futbol/1a_division/athletic/es/desarrollo/622169.html
HASTA SIEMPRE CRACK!! D.E.P.
@29re7ijx:No se como llegó a mis manos pero es algo precioso y digno de estos momentos de dolor …..
LAS LAGRIMAS DE ZARRA = LAS LAGRIMAS DE LOS ATHLETICZALES
Decían de el que tenia la mejor cabeza de Europa después de la de Churchill. Y es que en el juego aéreo era un maestro, no solo por su estatura sino por su visión y agilidad. Telmo Zarraonaindia, mas conocido por Zarra a secas, es una de las leyendas del fútbol español. Pocos jugadores han tenido como el las virtudes de agresividad, brio, valentia, decision y estilo espectacular. Era un ariete clásico pero con una personalidad propia singular.
Millones de aficionados españoles le recuerdan todavía como el héroe de Maracaná, cuando marco aquel famoso gol a Inglaterra. Quizá esa sea una de las mayores alegrías de su vida y uno de los puntos y aparte que siempre se hacen cuando se elabora un estudio de la selección nacional.
Pero yo recuerdo a Zarra en otro momento mucho mas triste fue en la final de la Copa del Generalísimo que se jugo en el estadio de Montjuich de Barcelona el 24 de Junio de 1945 entre el Athletic y el valencia. Era, curiosamente, la repetición de la final del año anterior, que también ganaron los rojiblancos en el mismo escenario. Y era la cuarta vez que el Athletic llegaba consecutivamente a la final. De ganarla, se adjudicaría la segunda Copa en propiedad, ya que habían vencido en las dos ocasiones anteriores.Y venció el Athletic por 3-2 gracias a un gol en el ultimo minuto de su famoso extremo derecha Iriondo-de quien se decía que tenia una ametralladora en cada pie-.Iriondo ya había marcado con anterioridad mientras que el primer gol bilbaino fue obra de Zarra.
Tuvo sus anécdotas el partido. Pero hubo una dramática a nuestro juicio. Con 2-2 en el marcador hubo una agresión del duro Álvaro a Zarra. No se pudo reprimir este y le devolvió el golpe. Escartin, don Pedro, que dirigía aquel encuentro, no tuvo mas remedio que expulsar a los dos.
Álvaro, que sabia de estas cosas, no pareció demasiado impresionado. Zarra, en cambio, se marcho llorando amargamente. ¡Era la primera vez que le expulsaban en toda su magnifica carrera profesional!Todavía le veo, con la cabeza baja, sorbiendo sus lágrimas, dirigirse tristemente al vestuario, desvanecido su sueño de marcar un nuevo gol, dolorido y amargado por una expulsión que consideraba injusta a todas luces. ¡El que era el prototipo de jugador gallardo, noble, impetuoso y viril, pero incapaz de cualquier violación de las reglas caballerescas del juego!
Aquellas lágrimas eran las de un hombre y al mismo tiempo las de un chiquillo al que le han robado su juguete favorito. No se le habrán olvidado a Zarra, ni la acción paso desapercibida para los 65.000 espectadores que presenciaron el encuentro. Pero yo, sentado en la hierba, viendo pasar desde un metro a Zarra, contemple la estampa de un jugador derrotado en su moral y en su espíritu, destrozado en toda su alma por los azares del destino.
Entre tantos y tantos recuerdos triunfales, llenos de laureles, que Zarra acumulo en su dilatada e incomparable carrera, la expulsión de Montjuich debe constituir para el su momento mas doloroso. La consolación de que su equipo ganara, cuando todo el mundo daba por sentada la necesidad de una prórroga, debió ser tonificante pero no le salvo enteramente de su vergüenza.
Las nuevas generaciones no pueden, quizá comprender, lo que era el Athletic de aquel entonces con una delantera devastadora y demoledora que componían Iriondo, Panizo, Zarra, Garate y Gainza. Un ataque que no ha tenido sucesión porque eran cinco figuras, labradas con el más refinado mármol del talento futbolístico. Zarra no era el cerebro de ese ataque, que pertenecía a Panizo, ni tenía la elegancia del rápido Iriondo, ni la sabiduría formidable y el centro asedado de Gainza, ni as genialidades de Garate. Pero poseía eso que mueve a las multitudes y convierten a los jugadores en héroes: el olfato de gol.
Entre todos los pocos ídolos de aquellos tiempos que rellenaban mi pequeño archivo personal, Zarra era el numero 1.
Le admiraba por su pundonor, su trabajo constante, su coraje para medirse con los zagueros más duros y violentos, y sobre todo, por su incomparable golpe de testa. Se dirá, y es cierto, que disponía de dos extremos con un temple en el centro que solo después de aquellas épocas he visto en Txetxu Rojo. Al margen de eso, cada cabezazo de Zarra era un relámpago, un rayo-láser, que ponía temblores en los mejores guardametas de la época.
Zarra era además, ante todo y sobre todo, un profesional de los pies a la cabeza. El primero en defender con uñas y dientes los colores que lucia y el primero, también, en respetar al adversario. En las docenas de partidos que le vi, nunca le contemple un mal gesto, una chapucería contra el “fair play”, una jugada de feo estilo y de mal gusto. Lo del 24 de Junio de 1945 fue la excepcion. Y explica sus lágrimas finales, el topetazo brutal de una realidad cruel.
Se dice que en la vida de toda persona, existe la cara y la cruz. En la de Zarra, la cara esta trazada con innumerables signos victoriosos, con esplendidas rubricas inolvidables. Su cruz esta casi en blanco, con la única mancha negra de esa expulsión-la primera y nos parece que también la ultima de su vida- en la que por una vez su genio y su sangre se sublevaron y se impusieron a su tradicional y límpida estampa de todo paladín del deporte.
Zarra, he aquí un nombre que figura con letras de oro en el libro del fútbol español. Sobre el se desliza todo un rosario de actuaciones que constituyen buena parte de la leyenda de ese futbol. Pero para mí, lo más emocionante de su carrera, fueron aquellas lágrimas de Montjuich. Las lagrimas del adalid que se siente derrotado deslealmente.
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DEP
Gol historico el suyo para la seleccion española
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DEP TELMO ZARRA
No sólo Bilbao está triste, sino toda España por ese león que ha dejado de rugir.
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Els Països catalans es sumen a Espanya i Bilbao en este dol per un bon davanter.