El racó del Calcio
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No es solo un odio en cuanto a rivalidad, ademas es porque es una persona que sabia lo que estaba pasando y se quedo parado sin hacer nada, calladito.
Para mi Totti es un heroe, Del Piero un corrupto. Aunque reconozco que este ultimo es uno de los 10 mejores jugadores Italianos de los 90.
Claro que….. como este, ninguno.
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OJO VALENCIA: ADRIANO VUELVE A ESTAR A TOPE
Adriano ha vuelto. Y con él su equipo, el Inter. El próximo rival del Valencia en la Champions ha enfilado directo hacia el Scudetto, tanto que las casas de apuestas italianas suspendieron ayer su cotización. Le dan por campeón.
La racha de Adriano, que ha marcado cuatro goles en los últimos cuatro partidos, no ha pasado inadvertida para Dunga, que le ha convocado de nuevo para jugar con Brasil. Adriano no aparecía en las listas de la Canarinha desde el pasado Mundial de Alemania. Dunga le ha recuperado ahora para el amistoso-trampa frente a Portugal en Londres, el 6 de febrero próximo. Brasil no quiere perder ese partido porque enfrente tendrá a una selección que ahora entrena Scolari.
Pero el peligro del Inter es todo el Inter y no sólo Adriano. El equipo de Milán está reventando los récords del Calcio. Lleva 13 victorias seguidas, algo que nunca antes había sucedido en la Serie A. Suma 54 puntos, lo que ningún otro equipo había logrado en sólo 20 jornadas. Es el equipo más goleador (44 tantos) y menos goleado (17) del campeonato y ha cerrado la primera vuelta con 11 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado, el Roma. La SNAI, la sociedad de apuestas italiana, explicó las razones por las que ha sacado de la cotización al Inter: "La diferencia de puntos es tan grande que impide hacer una cota equilibrada".
Pero no todo son buenas noticias en el Inter. Francesco Coco, al que quería vender al Manchester City para hacer caja y reforzarse para la Champions, se presentó ayer al primer encuentro con su nuevo entrenador con un cigarro en la boca, y Stuart Pearce le mandó de nuevo para Milán.
Resumen de prensa:
El Inter sigue con su marcha triunfal
"El 3-1 ante el Fiorentina no deja espacio para la réplica. Se puede discutir sobre el tercer gol del Inter, el que marcó Ibrahimovic, pero no sobre la superioridad de los nerazzurri sobre el rival. Mancini le ha dado tiempo a Adriano, que se ha recuperado con la complicidad y la comprensión de un técnico que sabe tratar a los cracks".Los nerazzurri se hacen infalibles
"Otra victoria y otro récord. El Inter es infalible. Alcanza la cota 13 de victorias seguidas y suma 54 puntos, uno más que la Juventus la pasada temporada a estas alturas. Con 44 goles tiene el máximo en la Serie A, y ha recuperado a un Adriano que vuelve a jugar al más alto nivel. El brasileño volverá a vestir la camiseta de Brasil gracias a su buena racha en el Inter, y está contento".Interminator: "Gana y rompe récords"
"Los números no lo son todo en el fútbol, salvo que sean tan destructivos para los rivales como los que ahora tiene el Inter, que tiene el título en su puño. La alegría ha contagiado a todos, y hasta Adriano ha vuelto a bailar la samba para celebrar sus goles. El brasileño ha regresado en el mejor momento para un equipo que aspira a todo".
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Un crack Coco, con el Ducados en la mano a entrenar. Iría directo desde el pub.
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Lo de Coco es comico ja ja ja… la verdad es que ha echado a perder su carrera, aunque las lesiones tambien le han perjudicado.
Noticia de hoy, Oddo al Milan por 8 kilos, buen fichaje para ellos.
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Esta mañana, el defensa nerazzurro Marco Materazzi ha recibido un prestigioso regalo de la Organización Mundial por la Paz : el libro "Football and Peace in the World". El presidente de la organización , Carlos Peralta, ha entregado al campeón del mundo el libro que recoge mensajes de paz escritos por los presidentes de las diferentes federaciones de fútbol . Materazzi ha sido escogido como símbolo de la selección campeona del mundo y por ser "hombre de paz" candidato a embajador de la misma Organización . La OMPP está interesada en organizar los campeonatos del mundo por la paz , un torneo entre los países actualmente en guerra, y querría que la sede fuera Italia, país de la actual selección campeonato del mundo.
Para más información, accede a
http://www.ompp.org/es/inicio.htm
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Collons, Materazzi home de pau…
I Vinnie Jones d'ambaixador de l'ONU...
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Para celebrar el premio ese de la paz. Delvecchio expulsado por cabecear de nuevo el pecho de Matrix.
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@1gdg2er5:
Zeitgeist
ENRIC GONZÁLEZ 29/01/2007
Un señor llamado Giovanni Bernardone dei Moriconi, apodado Francisco (porque su madre era francesa) de Asís (porque nació allí), fundó a principios del siglo XIII una orden de frailes basada en la pobreza y la fraternidad. Francisco de Asís predicó el amor por la naturaleza y la vida y revolucionó la percepción del cristianismo entre los creyentes de a pie. Aunque nadie lo notara entonces, sus palabras generaron un zeitgeist, un espíritu del tiempo. Décadas después, Giotto, el pintor que decoró la basílica franciscana de Asís, tradujo en arte ese zeitgeist: se apartó del hieratismo bizantino e insufló alma y movimiento en sus figuras. Las claves del Renacimiento y de la Edad Moderna estaban todas ahí. El zeitgeist de Asís floreció durante siglos.
El zeitgeist de una época es fácil de percibir, pero difícilmente se deja comprender. Flota en el aire. En algunas ocasiones, el zeitgeist imperante cambia de forma tan brusca que a nadie se le escapa el fenómeno. Eso ocurrió, por ejemplo, cuando el espíritu turbulento de los 60 y los 70 se transformó en el espíritu mercantil y orondo de los 80. Una de las ciudades que con más presteza se adaptaron entonces al nuevo signo de los tiempos fue Milán. Era la Milano da bere del socialista Bettino Craxi, vestida de Armani, corrupta hasta la médula y forrada de liras en negro. En España no se usaba aún el término pelotazo ni se sospechaba que los ladrillos llegarían a ser de oro, pero en Milán ya galopaba el futuro, plasmado en la simbiosis entre el poder político de Craxi y el emergente poder económico de un constructor llamado Silvio Berlusconi.
Con el dinero inmobiliario, Berlusconi fundó un imperio televisivo y compró una sociedad futbolística en la que aplicó todo su instinto. El Milan fue el primer equipo galáctico y probablemente el mejor. Hoteles de cinco estrellas, merchandising, tecnología aplicada (el Milan Lab), espectáculo permanente y presupuestos de vértigo. La fórmula, como se sabe, funcionó.
No hay más que echar un vistazo al Milan de hoy para adivinar que el zeitgeist de los 80 se ha evaporado por las rendijas de la historia. Hay algo de vieja fotografía en las maniobras de Seedorf, el oportunismo de Inzaghi y el voluntarismo portentoso de Maldini. La imagen de Adriano Galliani, el factotum milanista, en la grada de San Siro con Ronaldo, el otro día, es decididamente sepia. Ronaldo tiene sólo 30 años, pero su corpachón, demasiado grande para sus rodillas y para sus reflejos, constituye casi una metáfora.
El Milan sudó ayer para ganar, 1-0, gol de Inzaghi, al modestísimo Parma. El joven italoamericano Giuseppe Rossi, un delantero prometedor por el que ya se ofrecen fortunas, no hizo nada, pero aún así al Parma le bastó defender para desnudar las verguenzas de un Milan cada vez más parecido a un diplodocus: pesado, lento, con un culo muy grande y una cabeza muy pequeña.
No sirve apelar a los puntos de sanción, ni a la fuga de Shevchenko, ni a la potencialidad de Kaká y quizá de Gourcouff. El glamour milanista se ha desvanecido. Es de otra época.
Lo mejor que se vio ayer tarde en el calcio (a falta del vespertino Sampdoria-Inter) ocurrió cerca de Milán, en Bérgamo. El Atalanta ganaba al Catania, 1-0, a falta de cinco minutos. La cosa parecía tan cantada que el entrenador retiró a Doni, el alma del Atalanta bergamasco. El Catania probó un último recurso y sacó al campo a Takayuki Morimoto, un japonés de 18 años que nunca había jugado en la Serie A. Morimoto tardó tres minutos en marcar un gol que habría firmado el Ronaldo de antes. Es difícil definir el zeitgeist contemporáneo, impregnado de miedo y gnosticismo, pero seguramente tiene más que ver con Morimoto que con Ronaldo.
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Enric es bastante duro, como casi siempre, pero me alegra oir frases como @37dm0vjv:
No sirve apelar a los puntos de sanción, ni a la fuga de Shevchenko, ni a la potencialidad de Kaká y quizá de Gourcouff.
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Enric González: “Un diario deportivo serio, bien escrito y sin furores pasionales sería viable en España”
Como corresponsal, ¿ha cambiado mucho tu trabajo en los 13 últimos años con la explosión de Internet y el acceso más sencillo a la información? En este sentido, la figura del corresponsal, de la persona que acude allí donde suceden los actos, ¿sigue estando vigente en este mundo globalizado? ¿Sigue teniendo autoridad el “haber estado allí”?
Empecé el asunto de las corresponsalías en Londres, en 1991, sin móvil ni Internet. Y mi trabajo, desde entonces, ha cambiado en tres cosas: es más fácil transmitir, es más, mucho más fácil acceder a la documentación elemental (antes podías volverte mico para averiguar cosas como el nombre completo de alguien) y es mucho más difícil manejar la corresponsalía. Explico esto último: la profusión de informaciones por Internet tiende a hacer pensar a los jefes en Madrid que lo saben todo sobre todo. Antes, la gran mayoría de los temas los proponía el corresponsal. Ahora, la mayoría son encargos de la redacción. Craso error. “Estar ahí” es tan importante como antes, o más, porque Internet supone abundancia, pero también confusión. Y es además accesible a todos. Los diarios, por señalar un tipo concreto de medio, llevan años recogiendo cosas que todo el mundo ha visto ya por televisión o ha escuchado por radio. Ahora copian sus propios diarios digitales del día antes. Somos así.
En este sentido del “haber estado ahí”, vemos que tu trabajo no se limita a la corresponsalía. Además, has publicado dos libros sobre ciudades en las que desarrollaste tu trabajo (Londres y Nueva York). ¿Cuándo y por qué te planteas estos libros? ¿Surgen poco a poco o responden a proyectos bien definidos desde un principio?
Nunca me planteé nada ni hubo proyecto de ningún tipo. Entre París y Nueva York pasé casi dos años en Barcelona y una editora, Anik Lapointe, me convenció para que escribiera algo sobre Londres. Decidí que nunca más, porque escribir es cansado. Pero cuando dejé Estados Unidos y me trasladé a Roma, Anik volvió a convencerme para que hiciera algo sobre Nueva York. No me apetecía especialmente, hasta que murió Ricardo Ortega en Haití. Ricardo era amigo mío y pensé que si contaba algo sobre él, estaría menos muerto. El librito de Nueva York es una excusa para hablar de Ricardo, de Julio Anguita y de Juan Carlos Gumucio, tres amigos desaparecidos.
¿Cuáles son tus columnistas favoritos de la actualidad? ¿Has tenido algún maestro en la profesión periodística o te consideras autodidacta en ese sentido?Maestros he tenido muchos. Yo creo que casi todos mis colegas me han enseñado algo. Otra cosa es que yo sepa manejar esas enseñanzas. Si tuviera que citar un modelo, desde siempre, diría que José Martí Gómez, al que conocí cuando aún iba al colegio. Me gustan las columnas veraniegas de Javier Sampedro, las de Javier Marías, muchas columnas deportivas británicas, bastantes de Carlos Boyero, las que hace Santi Segurola, cualquier cosa que escriba Sol Gallego Díaz… El mejor columnista en castellano, para mí, fue Julio Camba.
Conocemos la génesis casi casual de tus “Historias del Calcio”, ¿estás contento con cómo se ha desarrollado la serie en estos años?No sé si contento. Estoy sorprendido de que haya durado ya cuatro años.
¿Cómo preparas esos artículos? ¿Cuánto hay de documentación, cuánto de conversación con buenos aficionados italianos y cuánto de memoria?
Lo único que decidí, después de que tras la primera pieza me pidieran una segunda al domingo siguiente, fue funcionar de forma absolutamente ‘amateur’. Nunca preparo nada. Todas las “historias” se hacen el domingo por la tarde, entre las 5 y las 7, esté donde esté. Bastantes están escritas a mano, sin ningún apoyo documental. Pongo lo que me apetece poner el domingo a las 5, cuando terminan la mayoría de los partidos italianos. Abundan las referencias a libros sobre fútbol (en Italia se publican más que en España) y pesan mucho las charlas con aficionados locales, pero al final triunfa lo subjetivo. Es decir, hablo de mis manías.
¿Qué sensaciones recibes de tus lectores en torno a las “Historias”?
Vivo en Italia, lo cual me aisla bastante. Pero llegan reacciones muy buenas. Incluso desde Italia.
En alguna ocasión las has definido como “crónicas oblicuas”, y has dicho que entiendes, pero no compartes, las reservas en la aplicación de este estilo de crónicas a otro tipo de información que no sea la deportiva. Sin embargo, las historias del Calcio recuerdan a las crónicas de Ryszard Kapuscinski, textos que viajan de lo anecdótico a lo trascendente, de lo diario a la historia, de la fábula a la reflexión, etcétera. Sería un método muy interesante aplicarlo a otras cuestiones, como la política o la cultura… ¿Te atreverías con un “historias” con otro tema?
Absolutamente. Yo me atrevería. Es más, a veces utilizo las páginas de deportes para contar cosas de Italia que no caben en otras secciones. Pero dudo que los periódicos apostaran por esa línea. Basta ver lo bien escritas y entretenidas que son, en general, las páginas de deportes, y lo áridas que son otras páginas. El género de la crónica está muy vigilado desde hace tiempo. Me parece un error. Yo creo que Santi Segurola podría (es un mero ejemplo) hacer estupendas crónicas parlamentarias con el mismo estilo que las de fútbol. Maruja Torres demostró este verano que se podían escribir desde Beirut, en plena tragedia, crónicas interesantísimas y con su punto de humor.
Te declaras seguidor del Espanyol y el Inter. Seguro que tienes una explicación, y que no le falta romanticismo.Soy del Espanyol porque mi padre lo es, y porque empezó a llevarme a Sarriá desde muy pequeño. No hay más explicación. Lo del Inter es más raro. A los cinco años vi por televisión la final Inter-Real Madrid y me fascinaron tanto la camiseta del Inter, que en blanco y negro se veía muy oscura, como el nombre: Internazionale. Aquel Inter, además, jugaba muy bien. Y me quedó la cosa del Inter como un vicio estrictamente solitario. Sólo pude empezar a compartirlo cuando me establecí en Roma.
¿Cuáles son tus futbolistas favoritos de todos los tiempos? ¿Y los que más te hacen disfrutar en la actualidad?
Dejo de lado los Pelé, Maradona, Cruyff, Beckenbauer y demás indiscutibles, de pequeño me encantaba Marcial. El Schuster de 1980 me pareció algo supremo. Van Basten es lo más elegante que he visto. Zidane, claro. Lato y Gadocha, el dúo de extremos polacos. Oblak, un centrocampista yugoslavo. Sócrates. Ahora, Ibrahimovic, Totti, Ronaldinho, Kaká, Henry. Y Tamudo, claro.
En tus “Historias” ya previste la posibilidad de una Italia campeona del Mundo. Uno de los argumentos era curioso, que el fútbol italiano atravesaba por una tormenta, como en el Mundial 82. ¿No es esto paradójico?
No. Los grupos más sólidos suelen formarse frente a la presión externa. Ocurrió con Italia en 1982, y volvió a ocurrir en 2006. Un grupo de futbolistas competentes al que se ningunea suele tener mucho peligro. Y luego estaba Buffon.
Aquí seguimos con gran interés tus artículos sobre el Moggi-gate. ¿Cuál crees que hubiera sido la sanción adecuada? ¿No crees que con las rebajas de sanciones ha quedado una sensación de cierta impunidad?Bastante impunidad. La Juve, al menos, podrá decir que ha pagado con una temporada en la Serie B. Los demás, al parecer, eran casi inocentes. Los males se reproducirán en poco tiempo, porque nada ha cambiado. Eso lo dice hasta Guido Rossi, el gestor que se hizo cargo de la Federación cuando estalló la crisis.
En una columna reciente escribiste que la afición al fútbol italiano se adquiere, como el gusto por el tabaco o la cerveza negra, ¿cuándo y cómo comenzaste a tener dicha afición? ¿Con qué otras ligas disfrutas?Ya he contado lo del Inter. Otro elemento histórico han sido las transmisiones por televisión: los comentaristas italianos son los mejores del mundo, sin ninguna duda. Empecé a aficionarme a las transmisiones italianas cuando estaba en París. Incluso el idioma ayuda. Entre un “pase” y un “suggerimento”, no hay color. Sigo también la Premier y la Liga española.
Dicen que Beckham ha estado cerca del Inter, pero finalmente se marcha a Los Ángeles, ¿es una noticia para la sección de deportes, para la de espectáculos o para la crónica social?Ahora es crónica social, aunque no soy de los que creen que Beckam ha sido un “bluff”. Sólo tiene el pie derecho, pero es un gran pie.
El Inter, haciendo honor a su nombre y a su historia, ha ido recopilando un sinfín de jugadores extranjeros en las dos últimas décadas, dando al club una cierta imagen de despilfarro y de sinsentido en cuestión de planificación de plantilla. Algunos han sido buenos, otros regulares, y otros, directamente, para el olvido. ¿De cuál de todos ellos guardas un mejor recuerdo? ¿Qué futbolista extranjero, de todos los que han vestido la nerazzurra estos últimos 20 años, crees que ha aportado más al equipo?
Quien más ha aportado ha sido Javier Zanetti, lo único establemente serio en largas temporadas de disparate. Lo más vistoso, el Ronaldo de la primera temporada y el Ibrahimovic de esta. Pero todo es relativo en un equipo cuyo alma es Materazzi.
Siguiendo con el Inter… Desde principio de temporada hay alguno de nosotros que sostiene que el Inter es uno de los grandes favoritos para llegar muy lejos en la Liga de Campeones. ¿Lo ves llegando a la final? ¿Qué impresiones te da la eliminatoria frente al Valencia?
Creo que el Inter eliminará al Valencia. Y pienso que puede llegar a la final. Pero la Liga de Campeones, como las presidenciales francesas, las ganan los veteranos. Y el Inter aspira por primera vez en mucho tiempo. Me parece que el Inter debe alcanzar al menos semifinales, y tendrá la obligación de ganar el año próximo.Una cuestión que nos atañe a nosotros: ¿Cómo ves el auge en los últimos años de la información en Internet y más concretamente el mundo de los blogs? ¿Lees blogs deportivos habitualmente? Y pequeña curiosidad personal, ¿conocías Diarios de Fútbol?
Como no estoy en España, utilizo los blogs de fútbol como sustitutivo de la charla. Los frecuento. Y sí conocía Diarios de Fútbol.Para terminar, ¿crees que los diarios de información deportiva en otros países poseen más calidad y/o imparcialidad que los españoles? ¿Ves factible desde el punto de vista empresarial un diario deportivo riguroso e imparcial, al estilo de la sección de Deportes de El País?
En España no existe una “Gazzetta” o un “Equipe”, lo que hay son boletines de forofos. Estoy convencido de que un diario deportivo serio, bien escrito y sin furores pasionales sería viable.
Entrevista extraida de http://www.diariosdefutbol.com/2007/01/ ... en-espana/
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Muy buena la entrevista Marco. Gracias por compartirla.
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@1hvdm4id:
Señales en el cielo
ENRIC GONZÁLEZ 12/02/2007
Hay que hacerse a la idea: el Inter va camino de ser campeón. Ayer se apuntó la 15ª victoria consecutiva en la Liga, algo que sólo habían conseguido antes, en 1961, el Real Madrid de Di Stéfano, Puskas y los cinco títulos en fila y, en 2006 (a caballo entre dos campeonatos), el Bayern de Múnich. El Inter mantiene los 11 puntos de ventaja sobre el segundo, el Roma, y, más importante que eso, ha adquirido tal prestancia que los rivales (y los árbitros, que suelen sonreír al que gana) se le deshacen entre las manos. Faltaba Adriano y ha vuelto: cinco goles en seis partidos. Los mimos de Mancini y las vacaciones en Brasil han realizado el milagro. Y el equipo es una máquina. El Inter, tradicionalmente célebre por su capacidad de arrancar una derrota en las mismas fauces de la victoria, no se parece en nada a sí mismo.
La ex Bienamada, a la que ya sólo aman los íntimos porque no hay quien aguante tal suficiencia, es calificada de "perfecta" por los comentaristas italianos. Traducción: se defiende bien y aprovecha con muy mala uva sus ocasiones de gol. El Inter no se parece a sí mismo, sino al Juventus del curso pasado, sólo que sin Luciano Moggi y sin (que se sepa) arreglos arbitrales.
Todo esto puede parecer banal. Siempre hay uno que gana. La cosa, sin embargo, es seria porque se trata del Inter.
El Internazionale de Milán obtuvo su último scudetto (no es elegante contar el título administrativo de 2006) en 1989, el año en que cayó el Muro y acabó una era. El anterior lo ganó en 1980, el año en que Silvio Berlusconi creó, de forma poco legal pero rentabilísima, la primera televisión privada italiana, dando inicio a lo que todos sabemos. Habrá que ver qué catástrofe ocurre en 2007 si, como parece, el scudetto se cose otra vez sobre el frontal de las camisetas negras y azules.
Quedaba una esperanza, la de la cancelación del campeonato. Esa esperanza se ha revelado vana. En 2006 se descubrió que Moggi llevaba temporadas manipulando el torneo en favor de su equipo, el Juventus, y de unos cuantos amiguetes (Milan, Fiorentina y Lazio, según los jueces deportivos), pero no pasó nada. Hubo sanciones y el calcio siguió adelante. En 2007 ha sido asesinado a golpes de lavabo un policía y los ultras han lanzado su enésimo desafío al mundo, creando una situación tan grave que se ha planteado la posibilidad de cerrar la competición y tirar la llave al pozo, pero no pasa nada. Aunque en más de la mitad de los estadios se juega sin público, el calcio sigue adelante.
Habrá, porque siempre los hay, descontentos y aguafiestas. Gente que, en vez de saludar el estreno de Ronaldo con el Milan (un equipo tan lento que, en comparación, el robusto Fenómeno parece una centella), se empeña en mirar donde no debe. A la curva del estadio Olímpico, por ejemplo, donde un sector de la fiel muchachada romanista se volvió de espaldas al césped mientras se guardaba un minuto de silencio en memoria del policía Filippo Raciti. Se volvieron de espaldas y silbaron. ¿Qué problema hay? Son chavales, gente joven con ganas de expresarse. El Olímpico, por otra parte, cumple las normas de seguridad. Como dice don Roberto S., papá del chavalín de 100 kilos al que se acusa del asesinato del inspector Raciti junto al estadio del Catania, "es la policía la que busca los problemas". Y, sí, los muchachos del Atalanta consiguieron lanzar ayer, en pleno partido a puerta cerrada, una bomba de humo sobre la curva. ¿Qué mal hacen a nadie si el estadio está vacío? Lo dicho: aquí no pasa nada.
Lo cual nos conduce a una conclusión optimista, que compensa el temor a que un scudetto del Inter traiga consigo desgracias tremebundas. En estos tiempos de calentamiento climático y amenazas nucleares, reconforta pensar que, aunque el mar se trague la humanidad, llegue el fin del mundo, estalle el planeta y nos convirtamos en polvo cósmico, el calcio seguirá adelante. No pasa nada.
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Ranieri nuevo entrenador del Parma
http://www.gazzetta.it/Calcio/Squadre/P ... ieri.shtml
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@1ila30u3:
sólo que sin Luciano Moggi y sin (que se sepa) arreglos arbitrales.
sin que se sepa no Enric, SIN.
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@8sx85vwb:
Un olor sospechoso
ENRIC GONZÁLEZ 19/02/2007
Recapitulemos. En la última década, el calcio ha encajado dos quiebras fraudulentas (Lazio y Parma), dos quiebras menos fraudulentas (Fiorentina y Nápoles), un escándalo de arreglos arbitrales que ha enviado al purgatorio a la sociedad más prestigiosa (Juventus), una victoria en el Mundial de selecciones, innumerables incidentes violentos, una víctima mortal y un cierre de estadios. Hablamos, pues, de un fútbol curado de espantos y, a la vez, lleno de costurones. Aquí se nace viejo y enseñado, con el olfato afinado y el paladar curtido.
Ahora mismo, el tifoso italiano olfatea algo extraño y aún no sabe qué es, pero lo identifica con el exterior, con Europa. El calcio es tradicionalmente competitivo. En las competiciones continentales, los italianos suelen ser vistos como rivales peligrosos. Ahora mismo, sin embargo, flota una gran incógnita sobre el valor real de la Serie A. La formidable ventaja del Inter sobre los demás equipos podría significar que el antiguo pupas se ha transformado en una máquina invencible. Podría significar también que el Inter es tan sólo un buen equipo que se enfrenta a piltrafas. El olor sospechoso tiene que ver con esa duda.
Lo de Ronaldo podría ser un síntoma. Hay quien teoriza que no quería jugar en el Madrid y ahora, en Milán, vuelve a ser el de siempre. Esa teoría, de momento, no resiste el contacto con la realidad. Ronaldo marcó dos goles el sábado, contribuyó a fabricar un tercero y falló una ocasión muy clara, todo eso es cierto. También lo es que el Milan ganó por 3-4 a un equipo de la segunda mitad de la tabla, el Siena, y que sólo se llevó los tres puntos por un autogol de los toscanos en el tiempo de descuento. Ronaldo destacó sin hacer nada extraordinario. El Siena-Milan fue un partido entretenido y vulgar, un asunto menor.
Otros síntomas son los de Tavano y Fiore, dos rebotados del Valencia. Tavano, que en España no dio pie con bola, se maneja con soltura en el Roma y no desentona para nada junto a Totti, Perrotta y demás compañía. Fiore, que ayer marcó su segundo gol con el Livorno, ha hecho más que encajar: es la esperanza del equipo. O los futbolistas italianos son inexportables o se está abriendo un desnivel entre la Serie A y las otras grandes Ligas.
Las puertas del calcio se reabren esta semana con la reanudación de la Liga de Campeones. Entrará el aire y se descubrirá, por fin, de dónde procede el olor. Valencia, Celtic y Lyon medirán la auténtica envergadura de Inter, Milan y Roma. El miércoles, en la Copa de la UEFA, el Livorno ya dio su medida ante el Espanyol: el público ausente se ahorró una pena, un quejido agónico, una impotencia lenta que no podía atribuirse a las tribunas vacías. El Espanyol fue mucho mejor, mucho más profesional y práctico, mucho más italiano.
El gran temor es que en esta semana de la verdad se descubra una realidad incómoda. Es posible que el olor misterioso no venga de fuera, sino de las mismas entretelas del calcio, y que sea el olor del miedo.
De hecho, eso es más que posible. El fútbol italiano navega en la incertidumbre y desconfía.
Dicho lo cual, conviene recordar que el calcio da lo mejor de sí cuando está perdido y desahuciado y cuando nadie apuesta por él. El Mundial de Alemania fue ejemplar en ese sentido. El grupo que emprendió la aventura alemana carecía de crédito, no se hablaba con la prensa, se sentía zarandeado por el escándalo de Luciano Moggi y la corrupción arbitral, tenía cojo al mejor jugador (Totti) y parecía fiarlo todo a las proezas del portero y a los mordiscos de Materazzi, Gatusso y Camoranesi. Basta releer cualquier diario deportivo italiano del pasado mes de junio: se temía el ridículo. E Italia no sólo ganó, sino que ofreció al gran Zidane la despedida más imprevisible, melancólica y fascinante de todos los tiempos.
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@1o6a2l8y:
Cómo no fallar un penalti
ENRIC GONZÄLEZ 26/02/2007
Hay quien piensa que para entender de fútbol conviene haberlo jugado. Otros basan su ciencia en las combinaciones numéricas, 4-2-4, 4-4-2, 4-2-3-1, o en un examen detallado del abdomen de Ronaldinho. Todo ayuda, por supuesto. Pero las páginas deportivas no lo cuentan todo. En realidad, para entender el fútbol (y la política, y la cultura, y la hipoteca que uno paga) conviene adentrarse en la estepa de la economía. A veces se descubren historias edificantes y enternecedoras, como la que cuenta el periodista y dramaturgo Gianfrancesco Turano en su libro Tutto il calcio miliardo per miliardo.
La historia empieza en una noche romana de 2001, desbordante de euforia: la ciudad celebra el scudetto del Roma. El equipo giallorosso es formidable: Totti, Batistuta, Emerson, Cafú, Samuel… El propietario de la sociedad, Franco Sensi, magnate del petróleo y la hostelería, ha gastado todo lo que ha podido, y más, para componer una alineación memorable. En ese empeño, ha contado con la gentil colaboración crediticia del banquero Cesare Geronzi, presidente de Capitalia y vicepresidente de Mediobanca, uno de los dueños de Italia.
El siguiente capítulo se desarrolla en 2004. El Roma no ha vuelto a ganar ningún scudetto y su deuda ya es agobiante. Entonces aparece Roman Abramovich, el inmensamente rico propietario del Chelsea, que ofrece 150 millones de euros por Totti y Emerson. Sensi, de acuerdo con el entrenador, Fabio Capello, y con el director deportivo, Franco Baldini, responde que Totti no está en venta, pero sí lo está la sociedad. Por unos millones más, el magnate ruso puede quedarse con todo. Abramovich tiene bastante con el Chelsea, pero habla del asunto con dos amigos suyos, Anatoli Kolotinin y Suleiman Kerimov, de la Nafta Moskva. Kerimov, un tipo tan oscuro como todo lo que rodea hoy el Kremlin, es a los 38 años diputado de la Duma y una de las 100 personas más ricas del mundo.
Kolotinin y Kerimov contratan a Salvatore Trifiró, un abogado que trabaja para las mayores empresas italianas, como garantía de seriedad. Y ponen sobre la mesa una oferta de 400 millones de euros por el Roma y por varias de las instalaciones petroleras de Sensi. La venta está a punto de cerrarse.
Pero, ay, la cosa no conviene al banquero Geronzi, que a esas alturas está a punto de quedarse con esas instalaciones petroleras y con otros bienes que la familia Sensi aportó como garantías a los créditos. Si llegan los rusos, Geronzi recupera los préstamos. Lo que Geronzi desea, sin embargo, es lo otro: los bienes. ¿Qué hace? Lo que haría cualquiera en su caso: llama a Silvio Berlusconi, presidente del Gobierno y del Milan, y le plantea la situación. Il Cavaliere comprende que al Milan tampoco le interesa un Roma rebosante de petro-rublos. ¿Solución? Berlusconi telefonea a su amigo Vladimir Putin y le pide que bloquee la oferta de Nafta Moskva. Simultáneamente, alguien envía a la Guardia de Finanzas a revisar a fondo todas las cuentas del Roma.
Putin actúa con rapidez y la oferta rusa se esfuma pocos días después. El Roma no puede pagar a Geronzi y éste se queda con la mitad de Italpetroli, la empresa de Sensi: penalti y gol. Capello y Emerson se marchan al Juventus. El sueño romanista de competir en pie de igualdad con el Milan o el Inter se convierte en humo.
Una historia edificante, ¿no? Tiene además un curioso epílogo. En noviembre pasado, Kerimov sufrió un gravísimo accidente automovilístico en Niza mientras conducía un Ferrari prestado. La policía francesa abrió una investigación.
El Roma, a todo esto, ganó ayer por 3-0 al Reggina. Totti falló un penalti por sexta vez esta temporada. Geronzi y Berlusconi fallan mucho menos.
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¡No ganó el Inter! La verdad es que da igual, la liga es suya, pero ahí queda el dato.
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@sv41sdeu:
El beso de la desgracia ajena
ENRIC GONZÁLEZ 05/03/2007
Sería el colmo, pero cada domingo parece más posible: el Torino se arriesga a descender y cruzarse con el Juventus por el camino. Todo el esfuerzo realizado por el Toro para volver a la Serie A tenía un objetivo supremo, el de jugar de nuevo un derby turinés y ganarlo. Aunque sólo fuera una vez. Este año no puede ser porque la Vieja Señora purga sus corrupciones en la Serie B. En septiembre próximo, el Juventus estará, sin ninguna duda, de vuelta en la Serie A. Quien puede no estar es el Torino. Y el sueño del derby se habrá esfumado, al menos, por un año más.
La desgracia, es bien sabido, viste una camiseta grana. Desde la catástrofe de Superga (1949), cuando el mejor Torino de todos los tiempos desapareció en un accidente aéreo, una sombra persigue a los vecinos del Juventus. El caso de Gigi Meroni, la mariposa grana, el jugador emblemático que murió atropellado por un joven seguidor del Toro (para rizar el rizo, el muchacho que conducía llegó a ser presidente del club), es sólo la más tremenda en una lista de fatalidades.
Otro Gigi del Torino, jugador de banda como Meroni y como Meroni propenso a la vida loca, también recibió el beso de la desgracia grana. La trayectoria de Gigi Lentini es una parábola perfecta, en el sentido evangélico.
Lentini tenía 20 años cuando deslumbró a los aficionados del Toro. Ofrecía la magia del fantasista y la emoción del extremo. Parecía destinado a tocar el cielo. A nadie le extrañó que el Milan y el Juventus se pelearan por contratarle en una subasta que elevó su precio hasta los 65.000 millones de liras, unos 33,5 millones de euros. Era 1992 y Lentini, con sólo 23 años, se convirtió en el futbolista más caro de todos los tiempos. Se lo llevó el Milan de Silvio Berlusconi, que pagó una parte en dinero negro. El pastel se descubrió, pero no pasó nada: el sumario fue sobreseído años después. Sí pasó algo entre la gente grana, que se enfureció por el traspaso de su estrella. La sede del club sufrió un asalto por parte de un grupo de salvajes. La mayoría de los aficionados no asaltó nada y se limitó a irse a su casa con el corazón roto.
Lentini se instaló en pleno centro de Milán, en el barrio de la moda y las modelos, y se compró un Porsche Turbo. Al año siguiente, 1993, el Porsche de Gigi Lentini derrapó en una curva de una autopista piamontesa, dio varias vueltas de campana y se incendió. El futbolista fue rescatado en estado de coma y con el esqueleto quebrado por todas partes. Tardó meses en recuperarse, sufrió una pérdida parcial de memoria y Fabio Capello, entonces entrenador del Milan, prefirió no volver a contar con él. Capello se fue al Madrid, pero llegó Tabárez, quien tampoco contó con Lentini.
El que fue el jugador más caro de todos los tiempos se marchó al Atalanta (1996-1997) y regresó luego al Torino, donde jugó cuatro temporadas. Se reencontró con un Toro hundido en la miseria. Las falsificaciones contables que habían permitido camuflar parte de los ingresos de la venta del propio Lentini, la venta del histórico estadio Filadelfia y todo tipo de trapacerías financieras concluyeron en quiebra y refundación. El Torino era un equipo ascensor que pasaba más tiempo en la planta baja que en el ático de la Serie A. En 2001, con 31 años, Lentini pasó al modesto Cosenza.
En 2004 le llegó el momento de la retirada. Pero hizo algo insólito. Como si quisiera justificar por cantidad, ya que no había podido hacerlo por calidad, su gigantesco traspaso de 1992, Gigi Lentini fichó por el Canelli, un equipo de aficionados. Su ayuda y la de su amigo Fuser, otro semiretirado, llevó al Canelli a la Serie D, ya dentro de la categoría profesional. Lentini cobra 2.500 euros mensuales y mantiene una estrecha relación con la desgracia grana: recientemente, el ciclomotor que conducía se estrelló contra un coche sin otro daño para él que unos rasguños. Sigue jugando al fútbol.
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@29gw0cwz:
Amantino
ENRIC GONZÁLEZ 12/03/2007
Lo de Mestalla, con su empate y su tangana, entraba dentro de lo predecible. El Valencia y el Inter jugaron con los dientes apretados y la yugular hinchada, a la argentina, y en esos casos puede escaparse el mordisco. La bronca final habría sido penosa, pero venial, de no enloquecer aquel muchacho del banquillo. Llegarán los castigos y se robustecerá, probablemente, la mutua antipatía. En cualquier caso, cuenta lo que cuenta. Y el avance del Valencia a cuartos no constituye una gran sorpresa. Tampoco el avance del renqueante Milan, cuya necesidad de prórroga ante el Celtic, como su derrota de ayer ante el Inter, da una idea bastante exacta de
Lo verdaderamente peculiar fue lo del Roma.Si un marciano hubiera bajado a la Tierra el martes, se hubiera abonado a todos los canales de pago y hubiera estudiado todos los encuentros europeos, habría llegado a la conclusión de que el Roma es el gran tapado de esta Liga de Campeones.
La gracia del Roma radica en un alma impredecible. Y esa gracia excéntrica se ajusta como una camiseta al cuerpo de Alessandro Faiolhe Amantino, conocido como Amantino Mancini. ¿Alguien se acuerda de Luis Silvio Danuello? ¿No? No, claro. El tal Danuello era un jugador aficionado en Brasil, adquirido casi a ciegas en 1980 por el Pistoiese, recién ascendido a la máxima categoría. Cuando llegó a Italia, le preguntaron si era delantero: "Sei una punta?". Danuello dijo que sí, que era "ponta", lo que en portugués significa centrocampista. Le colocaron de ariete, duró seis partidos y el Pistoiese bajó de nuevo a la B.
Pues bien, lo de Mancini es como lo de Danuello, pero al revés. Amantino Mancini llegó a Italia en 2002, adquirido por el Roma al Atlético Mineiro y cedido al Venezia. El Roma lo había fichado como recambio de Cafú porque en Brasil jugaba como lateral derecho, y el técnico veneciano, Gianfranco Bellotto, le mantuvo en esa posición. Fue un desastre.
La temporada siguiente, 2003-2004, Fabio Capello lo rescató para el Roma. Aún no había debutado y ya estaba en todos los chistes: los pronosticadores profesionales le señalaban como el fiasco del año. Capello le hizo jugar un poco más adelantado, como centrocampista externo, y el público empezó a dudar de que Amantino fuera tan malo como había parecido en Venecia. Entonces llegó el derbi con el Lazio y el gol mágico de Aamanti: córner y remate de tacón, al ángulo, en un salto indescriptiblemente bello. Los romanos, que, por razones de vecindad vaticana, tienen a Dios muy a mano (uno de sus gritos contra la afición adversaria es "Che Dio vi furmini", "Que Dios os fulmine" con acento local), bautizaron la jugada como "il tacco di Dio". Mancini empezó a tocar la gloria.
Luego hubo lesiones y complicaciones. Lo peor fue lo segundo: cuando se juega en el Roma, pelearse con Francesco Totti constituye una gran complicación. Mancini se peleó con el tótem. Por entonces, su traspaso al Juventus se daba por seguro. En éstas que llegó Luciano Spalletti al banquillo romano y prohibió la venta del hombre del tacón de oro. Spalletti forzó la reconciliación con Totti y adelantó un poco más la posición de Mancini. El brasileño que llegó a Italia como lateral derecho se transformó en extremo izquierdo.
Quien vio el gol de Amantino Mancini frente al Lyón (control de un balonazo larguísimo, cinco bicicletas en el área, adiós para siempre al defensa y zurdazo a la escuadra) tiene motivos para besar la calva de Spalletti y para amar el fútbol.
El Roma es capaz de jugar muy bien, como demostró el martes. Si juega siempre así, llega paseando a la final de Atenas. Pero el Roma, como Totti, como Mancini, sufre de vez en cuando ciclotimias agudas. Eso suele ser fatal en Liga de Campeones. La eliminatoria con el Manchester dará la medida romana. Si las cosas van mal, quedará al menos el gol de Mancini. Y se podrá hacer con él lo que recomendaba Trappatoni, con su involuntario surrealismo: "olvidarlo como un recuerdo bellísimo".
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Gracias por poner el articulo
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Por cierto Mancini me parece un pedazo de jugador, maximo asistente del año pasado en Italia y de los maximos goleadores sin ser delantero centro, uno de los jugadores mas infravalorados que conozco junto con Cambiasso.
Dunga, ¿ a que esperas ?
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Con tu permiso Suick, pongo el comentario de ayer de "historias del calcio" por nuestro amigo el viejo Milanista.
LA ETERNIDAD INMUTABLE
ENRIC GONZÁLEZ 19/03/2007
Los antiguos egipcios distinguían dos tipos de tiempo infinito. Uno era el neheh, en el que los ciclos característicos del tiempo (días, mareas, equinoccios) se sucedían indefinidamente. Otro era el djet, un concepto paradójico porque definía el tiempo por su ausencia: el djet era la eternidad inmutable, sin ciclos, sin envejecimiento, sin regeneración. En el djet no era posible ningún cambio. Neheh y djet eran obviamente incompatibles. El faraón podía irse al djet una vez muerto en el neheh, pero no saltaba de uno a otro.
En Italia, la incompatibilidad entre neheh y djet no resulta tan clara. Funcionan los relojes, pasan los días y la gente envejece, por supuesto. El senador vitalicio Giulio Andreotti, conocido en el Parlamento como Belcebú, puede ser, como sospechan algunos, inmortal; ello no le impide envejecer y experimentar cambios. Existe constancia, por ejemplo, de que a mediados de los 80 Andreotti se hizo unas gafas nuevas, con la montura más fina. Los ciclos italianos del neheh parecen, sin embargo, impregnados del espíritu de inmutabilidad proprio del djet.
No hablamos de política, aunque la política forme parte del misterio. Ahora mismo, la ciudadanía del Bel paese se enfrenta a una perspectiva peculiar: si en un plazo más o menos breve hubiera que celebrar elecciones anticipadas, cosa posible, podrían verse obligados a elegir entre Romano Prodi y Silvio Berlusconi. Como siempre. Y a esperar un nuevo programa de Adriano Celentano. Como siempre.
Hablamos de fútbol. Quizá el lector recuerde que en el estadio de Catania un policía fue asesinado en una noche de terribles disturbios (2 de febrero de 2007) y que las autoridades prometieron un cambio drástico. Se acabaron las contemplaciones, dijeron. Basta tolerancia. Todo iba a ser distinto y nuevo. El Gobierno aprobó un paquete de medidas para salvar el calcio de una violencia autodestructiva y lo envió al Parlamento. El paquete de medidas está ahora en la Cámara de Diputados, un espacio sospechoso de contener djet. Y las nuevas normas durísimas, reblandecidas en adobo de enmienda garantista, se parecen cada vez más a las viejas normas complacientes. Volverán los contratos entre clubes y peñas de ultras, volverán los trenes del salvajismo y, poco a poco, volverá todo lo demás. ¿Que no? La Liga de Fútbol ha caído en manos de Antonio Matarrese, un antiguo diputado democristiano que dirigió la Liga entre 1982 y 1987 y la Federación entre 1987 y 1996. Todo un clásico. Un tipo con experiencia suficiente como para afirmar que las matanzas en los estadios forman parte del sistema y no hay que hacer tantos aspavientos. La Federación, que tras el escándalo de la manipulación de resultados (hace una eternidad: ocurrió en 2006) fue confiada a un eminente jurista, Guido Rossi, y luego a un renovador como Luca Pancalli, celebrará elecciones el mes que viene. El candidato con más posibilidades se llama Giancarlo Abete y era vicepresidente de la Federación allá por 2006, cuando se coció el escándalo.
Esta semana se ha publicado un dato curioso: los italianos van más al teatro que al estadio. Los tifosi constituyen la gran mayoría del país, y quien más, quien menos, tiene el corazón entregado a unos colores balompédicos. Pero la gente no es tonta. En 2006, los teatros acogieron 13,5 millones de espectadores de pago. Los estadios, 12,7 millones. Influye la violencia en las gradas, sin duda. Lo esencial, sin embargo, debe ser la variedad: los teatros cambian de función de vez en cuando.
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Con el tema del festivo se me había pasado. Gracias por colgarlo, que si no esta semana no lo hubiera leído.
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El Tribunal Supremo, en su segunda sección penal, ha declarado “la prescripción del delito de fraude deportivo” en relación al ex administrador delegado y del jefe de los ser vicios médicos del Juventus Turín, Antonio Giraudo y Riccardo Agricola, respectivamente, sobre los que ahora cae una “mancha”.
La decisión de ayer del Supremo se debe al recurso presentado por la Fiscalía de Turín contra la sentencia del Tribunal de Apelación que, el 14 de diciembre de 2005, había absuelto por “no existencia del delito” a Giraudo y Agricola de un presunto uso indebido de medicamentos en el Juventus Turín entre 1994 y 1998.
El Supremo, con su sentencia, viene a compartir el recurso presentado por la Fiscalía, pero considera que ya ha prescrito el delito. Es decir, mantiene probada la ilícita administración de fármacos a los jugadores del Juventus, excepto en el apartado que atañe a la “eritropoietina” (Epo).
Durante su alocución de ayer, el fiscal del Tribunal Supremo, Vito Monetti, solicitó la anulación de las sentencias de absolución emitidas por el Tribunal de Apelación para Agricola y a Giraudo, y, por tanto, la celebración de un nuevo juicio.
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Que me perdone Enric,pero me ha parecido divertido.
@Iñigo Dominguez en las provincias:
carta del correponsal
Adiós pancartas
El decreto contra la violencia en el Calcio hace peligrarlos carteles, histórico mediode expresión de los ‘tifosi’, fuente de ingenio populary tradición única en EuropaÍÑIGO DOMÍNGUEZ/ VALENCIA
Este es el primer fin de semana de fútbol en Italia sin striscioni , las famosas pancartas que los aficionados llevan al campo desde hace una vida para animar a su equipo o, más habitualmente, para insultar al contrario. Pero también para hacer profesión de fe, opinar de política, comentar la actualidad o lanzar proclamas al gentío, simplemente porque a uno le da la gana. Es todo un arte y se exponen en cada partido como una competición de ingenio entre las hinchadas, a ver quién es más gracioso.
Está de más decir que vale todo con tal de humillar al rival, y se suele apelar a estereotipos ruines, insultos bajos o jerga sexual. Uno de los casos más famosos es el del Nápoles-Verona de 1989. A la ida, los veroneses se presentaron con un insulto muy directo: “¡Lavaos!”. Los napolitanos tuvieron toda la primera vuelta para pensar la réplica. ¿Qué insulto podía llegar al corazón de Verona? Y ahí tuvieron el golpe de genio, una pancarta colosal que decía sin más: “Julieta es una pvta”.
Hay hasta libros de estas frases, y un programa repasa cada lunes las mejores. Sin embargo, las autoridades han llegado a la conclusión de que esta práctica, única en Europa, es uno de los elementos que contribuyen a la violencia en el fútbol. Un nuevo decreto prohíbe las pancartas de contenido violento, injurioso o amenazante, además de los mensajes y símbolos políticos. Es decir, casi como prohibirlas. Por ejemplo, el rojerío de Livorno no podrá aparecer con sus imágenes del Che Guevara.
Además, los tifosi que quieran llevar cartelones deben hacer la solicitud al club con una semana de antelación, especificando lo que dicen y su tamaño. Para muchos aficionados, significa la muerte de los striscioni . Otros, simplemente opinan que se deberá agudizar el ingenio. La mayoría, en realidad, piensan que al final harán lo que quieran, como siempre. Lo cierto es que estas muestras de humor popular son la sal del Calcio. Veamos algunos ejemplos. “Nosotros al play-off, vosotros a la playstation”, se vio en un derbi Livorno-Pisa, pues las rivalidades toscanas son terribles. También la turinesa: “Sois más feos que la Multipla”, dijeron los del Torino a la Juventus, en referencia a un modelo de Fiat, también propiedad de los Agnelli.
Una muy famosa fue la dedicada al anterior entrenador bianconero, famoso por sus puritos: “Lippi, fúmate este” y a continuación aparecía dibujado el inevitable pene de grandes proporciones ¡del que salía humo gracias a la hábil colocación de un bote detrás de la pancarta!
Por no hablar del odio romano: “Nosotros al Circo Máximo, vosotros como máximo al circo”, se mofaron en la Roma tras ganar la liga y celebrarlo en el histórico recinto. En Roma están muchos de los mejores, como éste de la Lazio, que se burla de la mujer de Totti, azafata en un programa donde las animadoras se llaman letterina ( letritas) : “Ilary-Totti: una letterina para un analfabeto”. Al centrocampista romano siempre le han sacado mucha punta con su chica. “Totti per uno, Ilary per tutti”, pidieron un día en Palermo.
Reflexiones individuales
Muchas pancartas son en dialecto o de humor intraducible, pero algunas son muy claras. Por ejemplo, esta de Mestre: “Venecia existe porque la mierda flota”. Aunque también las hay intelectuales, como un cartel de Matera que decía “Cristo se paró en Eboli para no ver Potenza”. O directamente, el sarcasmo: “Resignaos, sois de Pisa”, dijeron en La Spezia.Los más encantadores son los que siguen esta línea, y aún más los individuales de dos palos, los stecatti , por el hecho entrañable de que alguien se pare a pensar y eche la tarde con un bote de pintura y una sábana. Todo para ir al campo y decir, por ejemplo: “Bebo y soy feliz”, de un aficionado del Chievo, “¡Viejas maneras!”, ruego de un anciano de Cesena, “Paz y coños”, en el Olímpico de Roma, o “Sin Kaká estoy mal”, en Milán. Pero estas reflexiones también son de enormes dimensiones, como una de la Lazio a la Roma: “¿Pero qué os hace sentir tan importantes si no contáis una mierda?”. Ocupaba todo el fondo norte.
Al margen del fútbol, la poesía popular llega a todo. “Bush: comprate el Risk”, “Me han quitado puntos del carné, pero tengo más del Inter” o “Biscardi: procesa a tu peluquero”, dirigido al más famoso locutor deportivo, de pelo color zanahoria y cuyo programa, El Proceso , desapareció en el escándalo de los partidos amañados al descubrirse que comentaban la moviola a favor de la Juventus. Pero las pancartas también son a menudo vehículo de muestras de solidaridad de desgracias, condena de atentados o apoyo a secuestrados. Y en Nápoles siempre hay varios de amor a Maradona.
Los aficionados van un par de horas antes al estadio sólo para enfrentarse al enemigo a través de las llamadas coreografías, todo un ritual de imagen, colores y pancartas que se exhiben al rival. Las agrupaciones de ‘tifosi’ guardan las mejores durante décadas como patrimonio. Son desenrolladas sagradamente en cada partido como oro en paño. Robar una al contrario es la máxima afrenta, para luego exponerla como trofeo.
Además, un tribunal de Reggio Emilia falló en 1994 que no es delito robar pancartas en un juicio a dos interistas. ¿Por qué tanto desvelo? Sobre el Calcio hay muchas teorías. Para los italianos, decepcionados de la política y escépticos con las instituciones, el fútbol es el último lugar de expresión directa, y sobre todo, el único donde se puede ver un resultado.