NUBARRONES
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El de ayer fue un pártido gris, como me decía alguien al final, eso parecía más un partido de segunda que de primera.
El ir de más a menos es un peligro, las exitaciones se duermen y los nervios se templan… y aquí en cuanto uno se despista se despierta en los infiernos.
Esto es menos vistoso que estar arriba pero más emocionante y transcendente, considero esta temporada mucho más importante que la pasada, hacer entrar esto en las mentes de la satisfacción inmediata y no acostumbradas al sufrimiento social es difícil. Por lo menos estaremos ahí los 6.000 de siempre, solo nos queda rugir.