Memorias de Salva Regües en el Levante del sábado 29/01/2005
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LOS QUE CAMBIARON DE ACERA
En este capitulo relacionamos a los jugadores que pasaron de las filas del Levante U. D. al Valencia C. F., desde nuestra conversión al levantinismo, allá por el 58. Sin olvidarnos de los que antes lo hicieron, como fueron los casos de Molina, Silvino, Cubells, procedentes del Gimnástico ó Gaspar Rubio, procedente del Real Madrid, pero que comenzó su carrera en el Levante F. C.
Personalmente, al primero que conocimos fue a Paredes, delantero centro nacido en Albal, que llegó a internacional B. Después de realizar unas espléndidas campañas con la camiseta levantinista, en 1960 fichó por los de Mestalla y alcanzó la titularidad en Primera sin mayores problemas. Corto de recursos técnicos, era un auténtico aprovechón del área, al estilo de Salillas, y su rentabilidad como goleador significaba un valor seguro.
Después tenemos a uno que pudo ir al Valencia y no quiso, siguiendo la estela y ejemplo de Ramón Balaguer, quien renunció a una buena ficha como valencianista por sus inalterables principios. Se trató de Antonio Calpe, que se negó a cambiar de acera ciudadana y además acertó, pues mas tarde tuvo la oferta del Real Madrid, que sí aceptó, y allí llegó a alcanzar la gloria.
La lista la continua Blayet, un extremo izquierdo rápido y habilidoso, que no puso pegas para firmar por el Valencia y en 1966 pasó a sus filas. No lo hizo del todo mal con la camiseta blanca y jugó bastantes partidos en Primera.
Pasaron un par de años para que el defensa levantinista Panchulo fuera quien se marchara a jugar con los de Mestalla. Fibroso y veloz, se trataba de un lateral derecho con hechuras que no desentonó en las filas valencianistas.
Palau fue un fichaje medio fantasma en esta lista. Jugaba de interior izquierdo en el At. Levante, apareció pocas veces en el primer equipo y pasó al Valencia a mediados de los sesenta para jugar preferentemente en el Mestalla. Como le ocurrió a Loren quien, tras unas positivas temporadas en el At. Levante firmó también por el Mestalla en 1968, hasta su marcha al Villarreal y posterior retorno al Levante en 1975.
En 1970 fue el excelente extremo izquierdo Sergio Manzanera el siguiente en cambiar la camiseta azulgrana por la blanca. Y uno de los que mejor rendimiento dio a su nuevo equipo. Con él de titular indiscutible el Valencia ganó el título de liga en 1971.
No le anduvo a la zaga el que le siguió. Fue el medio punta Ferrer Díaz, que estuvo presente con asiduidad en la alineación valencianista, después de su traspaso en 1974.
La lista se paró unos años, hasta los ochenta, cuando el “todoterreno” Nando, que había debutado con dieciséis años en el Levante en 1984, fichó por el Valencia en 1987. Lo hizo muy bien en su nuevo equipo y luego marchó a tierras gallegas, al Deportivo, donde redondeó una brillante carrera.
Después de Nando tenemos a dos jugadores que han llegado a figuras del fútbol. El primero fue el lateral Juanfran, que en 1997 pasó a jugar con los de Mestalla después de una excelente temporada en el Levante a las órdenes de Mané, y el segundo fue Vicente, la joya de la cantera levantinista, que firmó con el Valencia en el año 2000. Precisamente este último ha sido el único, de toda la lista, que acabó renegando de sus orígenes, menospreciando su pasado en el Levante. Cuando lo hizo nos pareció una auténtica chiquillada, una falta de sentido común, que a la larga puede dolerle y ante la que debería reflexionar buscando una rectificación a la misma.
En el sentido contrario, también tenemos a muchos jugadores que del Valencia pasaron a las filas del Levante. Pero la mayoría lo hicieron al final de sus carreras, salvo excepciones. La lista, en este caso, es bastante larga y de ella destacamos a gente que aportó buenas prestaciones como levantinistas. Fueron futbolistas de la talla de Wilkess, Héctor Núñez, Egea, Castelló, Alfonso, Burgos, Tatono o Domingo. Otros, en cambio, no tuvieron tanta suerte, casos de Pasieguito, Seguí o Sánchez-Lage. Pero, por encima de cualquier consideración, todos intentaron dar siempre lo mejor de sí mismos. Tanto defendiendo los colores de la acera blanca como los de la acera azulgrana.SALVADOR REGÜES