El racó del Calcio
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Los lunes en El País hay unos artículos muy interesantes de Enric González sobre la liga italiana. Me aficione a leerlos por consejo de Cullerot y son una buena excusa para hablar del catenaccio con buenos catenaccistas. De momento han salido dos, uno por jornada. En mi vena más lancastriana iré publicándolos los lunes, creo que a alguno le parecerán interesantes.
@El País:
HISTORIAS DEL 'CALCIO' - ENRIC GONZÁLEZ
La Liga más demencial
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 29-08-2005Moratti, el mismo que cambió a Roberto Carlos por Pistone, pagó a Vieiri para que se fueraHa concluído el verano en la Liga más demencial del planeta. Resumen de lo acontecido:
El Génova, un histórico del calcio, celebró en junio el ascenso y acto seguido fue condenado a seguir penando en los abismos, por amañar un partido con el Venecia; los aficionados, como es de ley, incendiaron la ciudad. El Torino, otro histórico, fue también enviado a las mazmorras clasificatorias por falsificación grosera de balances; los aficionados intentaron linchar al propietario después de incendiar la ciudad. El Lazio, con una deuda fiscal de 23 millones de euros, fue perdonado: a nadie le pareció buena idea que los laciales incendiaran Roma. El Treviso y el Ascoli fueron ascendidos por orden administrativa. El presidente de la Federación fue sometido a una investigación policial (aún en curso) por favorecer a la Reggina frente a la Salernitana.
Sigamos. El mejor árbitro del mundo, Pierluigi Collina, fue dispensado de la obligación de retirarse a los 45 para que siguiera dirigiendo grandes partidos por otra temporada; luego, tras pensárselo 10 minutos, la autoridad competente le relegó a la División B por compartir patrocinador (Opel) con el Milan. La UEFA impuso al Roma la prohibición de comprar o vender jugadores hasta el año próximo, pero un tribunal italiano levantó la sanción y no pasó nada. En la División B fueron clausurados ocho estadios por incumplir las normas de seguridad y varios alcaldes, como el de Brescia, prohibieron que se disputaran partidos el sábado como ordenaba la federación: el sábado, dijeron, es día de mercado; todo el mundo simuló entender el razonamiento.
Mientras se desarrollaban todos esos ritos tradicionales de pretemporada, ocurrió algo que heló la sangre al mundillo del calcio: Massimo Moratti, propietario del Inter y cabecita loca del calcio, el hombre que cambió a Roberto Carlos por Pistone, malvendió a Simeone y renunció a contratar a Zidane porque le pareció "innecesario", tuvo un momento de debilidad e hizo un buen fichaje. Intentó disimularlo quedándose a la vez con unos cuantos saldos del Real Madrid, pero no tardó en descubrirse que había comprado también a Pizarro, la joya chilena del Udinese. Con Adriano, Pizarro en el medio centro y Cambiasso (ese que no quiso Florentino) en todas partes, el Inter (que alineó a Figo, pero no a Solari) empezó a parecer un equipo. Adriano marcó ayer sus primeros tres goles. Los interistas, acostumbrados al fracaso, esperaban una desgracia inminente.
Moratti, además, pagó seis millones de euros a Vieri con tal de que se largara. Vieri fue contratado por el Milan y lo celebró con una botella de champán de 16.000 euros. La incorporación de Vieri (está mal decirlo, pero Vieri trae desgracia) hizo caer la cotización milanista en las casas de apuestas, y ayer el Milan no pasó del empate con el milagrosamente ascendido Ascoli. El Juventus, con Ibrahimovic, Emerson y Vieira, arrancó la temporada como principal aspirante al título.
Y en Livorno, la ciudad roja de Toscana, la gente agradecía al cielo una de esas lecciones que le enseñan a uno lo que es la vida. Lucarelli, el hombre que con una frase célebre ("tenetevi il miliardo") renunció al dineral que le ofrecían varios clubes, aceptó un sueldo normalito para cumplir el sueño de jugar en su amado Livorno y fue máximo goleador de la pasada temporada, volvió a marcar el sábado. Fue el primer gol, y seguramente el último porque el club quiere vender al héroe en cuestión de días. La vida es así, amiguitos. Incluso en Livorno.
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@El País:
HISTORIAS DEL 'CALCIO' - ENRIC GONZÁLEZ
El refugio de Messina
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 12-09-2005No hay en Italia, ahora mismo, estadios como los de Sicilia. Rugen, sufren y gozan más que los otros. El San Paolo de Nápoles tiene un carácter similar, pero con el equipo en Tercera pesa sobre la grada la sombra de un luto. Palermo y Messina, en cambio, viven los mejores momentos de su historia. El Palermo le dio el sábado un baño al lujoso Inter y el Messina remontó ayer un 0-2 y empató con el Fiorentina de Prandelli, un equipo elegante y prometedor.
El fútbol siciliano nunca lo ha tenido fácil. El grito feroz, "¡terroni!", con que se acoge en los estadios del norte a los equipos del sur, se complementa en su caso con inevitables invocaciones a la mafia y a la tradición sangrienta de la isla. Claro que hay mafia en Sicilia. Mucha y aparentemente eterna. Y a los mafiosos les gusta el fútbol. Claro que les gusta.
Que se lo pregunten a Giuseppe Morabito di Africa, uno de los grandes capos de la mafia calabresa. Morabito fue perseguido por los carabinieri durante 12 años, sin éxito. Se sabía que su refugio estaba en la zona de Aspromonte, pero no había forma de localizarlo. Hasta que un policía listo ató cabos. El nieto preferido del jefe mafioso, un chaval llamado Giuseppe Sculli, jugaba bien al fútbol y formaba parte incluso de la selección italiana sub-21. ¿Cómo podía Morabito, un apasionado del fútbol, resistir la tentación de asistir a los partidos del muchacho? De forma discreta, varios agentes se hicieron seguidores fieles de Sculli y de su equipo, el Verona. Y la cosa funcionó. Morabito fue identificado entre el público y detenido el 18 de febrero del año pasado. A su nieto, joven promesa del calcio, se le vino el mundo encima: un abuelo es un abuelo, aunque se dedique a la extorsión y el asesinato.
El Juventus acababa de fichar a Sculli y se encontró entre las manos con un jugador deprimido y casi inservible. ¿Qué se puede hacer con un futbolista en estas circunstancias? Enviarle a Messina, porque allí tienen ya experiencia en estas cosas. Sculli, un delantero finísimo, se ha incorporado esta temporada al equipo local. A sus espaldas tiene un centrocampista casi de su edad, Gaetano d'Agostino, con más complicaciones familiares que las del propio Giuseppe Sculli.
El centrocampista es hijo de Giuseppe d'Agostino, un arrepentido de la Cosa Nostra que colaboró con los fiscales anti-mafia y sobre el que pesa, por tanto, la condena a muerte de sus antiguos colegas. Las condenas mafiosas se extienden a la familia inmediata. Eso obligó al hijo futbolista a dejar Sicilia y a instalarse en la capital, donde a la policía le resultaba más fácil protegerle. El Roma le contrató, pero no es fácil jugar con soltura cuando debes entrenarte solo, con una escolta permanente y con miedo a que detrás de la próxima esquina te espere un sicario para arreglar cuentas. D'Agostino no hizo nada en Roma. A mitad de la pasada temporada le llamaron del Messina, y no dudó. Regresó a la isla, convencido de que el calor de los aficionados constituía la mejor protección, y en pocas semanas alcanzó la titularidad. Volvió a jugar estupendamente. Como Sculli ahora.
Nunca se sabe cómo acaban estas historias. Por ahora, todo va bien. El público del estadio San Filippo les mima y los dos refugiados, el nieto del mafioso y el hijo del arrepentido, gozan con el balón. Seguiremos informando.
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Per este servei públic, tens pagada una "coctelera" (o cubata en el seu defecte) en la teua propera visita.
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Grande este Enric Gonzalez.
Por cierto, hablando del Calcio futbolero, GRANDE el Udinese. 6 ptos con 2 goles. Eso es futbol…
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Grande Suick.
Espero impaciente todos los lunes el articulo.
Despues de leer el primer articulo a ver quien tiene cojones a meterse con el catenaccio o lo que es lo mismo el futbol en estado puro
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@El País:
Toni, el que se parece a Marco
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 19-09-2005
No le ayudaban ni el nombre ni la fortuna. Lo del nombre parece una tontería, pero pesa: Toni evoca un partido de barrio, un campo sin hierba y un banquillo. Y Luca Toni carecía de alternativas: o Luca, o Toni. Acerca de la fortuna, vale el testimonio de Marta, la novia de siempre: "Cuando le conocí era un gafe". Marta le conoció cinco años atrás, en el momento más bajo de la carrera del futbolista, si aquella sucesión de tumbos podía llamarse carrera.
Toni comenzó en 1994 en el Módena y en las temporadas siguientes se mantuvo en Tercera División, descendiendo peldaño a peldaño la escalera hacia la nada. Tras el Módena se fue al Empoli, al Fiorenzuola y al Lodigiani. Tenía 23 años y estaba en el Lodigiani, sin expectativas de mejora. A la edad en que los grandes futbolistas se han consagrado o están a punto, Toni decidió abandonar. Fue Marta quien le convenció de que siguiera en el fútbol un poco más de tiempo. Tampoco tenía nada mejor que hacer.
Siguió un poco de esperanza: pasó al Treviso, en Segunda, y marcó 15 goles. El gafe que fallaba goles hechos y resbalaba al lanzar los penaltis estaba convirtiéndose en un delantero centro apreciable, de esos que dan alegría a los equipos modestos y luego se pierden en el olvido. El Vicenza le contrató y alcanzó la Serie A, lo máximo a lo que podía aspirar. En 2001 saltó al Brescia, donde jugó dos años y compartió alineación con el gran Roberto Baggio. Eso era más que lo máximo, era la batallita que sus nietos tendrían que escuchar mil veces.
En 2003 regresó a Segunda, al Palermo. Tenía 26 años y su trayectoria iniciaba la curva descendente. Algo ocurrió en ese momento, porque el gafe se esfumó y Toni empezó a hacer cosas prodigiosas: como marcar 30 goles y meter al Palermo en la Serie A. En la temporada siguiente, más de lo mismo: 20 goles y el Palermo a la UEFA.
Cesare Prandelli es un buen entrenador que conoce la mala suerte. En 2004 tuvo que dejar el puesto de entrenador de la Roma en plena pretemporada para atender a su esposa, gravemente enferma. Tras un año en blanco, fue contratado unos meses atrás por los Della Valle, los nuevos propietarios del Fiorentina, y sólo puso una condición: que ficharan a Toni. Los riquísimos Della Valle pagaron 18 millones de euros al Palermo y se llevaron a Toni a Florencia.
Luca Toni es, a los 28 años, un delantero sensacional. Hace unas semanas anotó una tripleta con la selección italiana. Marcó en el primer partido de Liga. Volvió a marcar en el segundo. Ayer el Fiorentina se enfrentaba a un enemigo difícil, el Udinese de Vincenzo Iaquinta. El duelo de arietes tuvo un vencedor claro: Toni marcó otros dos goles y fabricó un tercero. Al final, 4-1. Iaquinta anotó un penalti y un gol que se anuló sin motivos: es bueno, como Gilardino (que ha llegado al Milan en el peor momento porque el equipo de Berlusconi sigue lastrado por la catástrofe de Estambul).
Toni, sin embargo, es algo más. En sus remates hay una elasticidad imposible, una precisión fatídica. Resulta imposible no evocar a un tipo alto como él (1,88) que también marcaba goles y que, como Toni, disfrutó de pocos años gloriosos. Toni llegó tarde. El tipo al que recuerda cada vez que se descoyunta en el área se fue demasiado pronto, a los 28, lleno de cicatrices. Una lástima, porque no habrá otro Marco Van Basten. La consolación es que de la nada haya surgido Toni, el mejor sucedáneo conseguido hasta la fecha.
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Venia a reclamar l'article i se m'havia passat!
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Aqui se ha pasado: Comparar a Toni con el mejor delantero centro de la Historia…
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@Noirot:
Aqui se ha pasado: Comparar a Toni con el mejor delantero centro de la Historia…
"el mejor sucedáneo conseguido hasta la fecha."
Al proper soparot forero et donaré un glop d'un rom casolà que fa un oncle meu i jo em beuré el que porta l'exiliat. …ja que no dones massa importància al terme "sucedani"...
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Blasfemo!!!
Eso es como comparar un brick de D. Simon con una copita de pacharan casero…
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@El País:
Las razones del éxito
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 26-09-2005En la guerra cultural planetaria, el fútbol es el producto europeo con más éxito. Estados Unidos no ha conseguido exportar ni el béisbol ni la versión del rugby que allí llaman football. El balón jugado con los pies, en cambio, rueda por los descampados suramericanos, por las calles africanas y por las esquinas de Asia. El invento británico no dejó de crecer durante el siglo XX y sigue expandiéndose en el XXI sin que las razones aparezcan del todo claras.
¿Es por la brillantez del juego? Esa respuesta se desploma a los pies de cualquiera que vea fútbol con cierta regularidad. El juego en sí sólo tiene el mérito del espacio abierto conjugado con la ocasional emoción en las áreas. ¿Es porque cada vez se juega mejor? Sigan con atención un partido normal de cualquier Liga normal, la japonesa, la colombiana o la polaca, y comprueben lo que da de sí. ¿Es por el brillo del césped? ¿Por el talento de los grandes futbolistas?
Un par de economistas, Stefan Szymanski y Andrew Zimbalist, han publicado un libro titulado National pastime Pasatiempo nacional) en el que comparan la organización administrativa del béisbol y el fútbol y sugieren una posible respuesta.
El béisbol, como todos los deportes estadounidenses, se organiza sobre un sistema limitado de franquicias. Los clubes pueden cambiar de ciudad, pero son siempre los mismos. No hay ascensos ni descensos, se regula el mercado de fichajes de forma que favorezca a los débiles y se limitan tanto los sueldos de los jugadores como el presupuesto de los clubes. El resultado, en teoría, es una competición casi perfecta.
El fútbol, en cambio, se mueve en el caos. Cuando una junta directiva se fija el objetivo de ascender de categoría gasta todo lo que puede y lo que no puede en fichajes; si el equipo no logra ascender, no mejoran los ingresos y todo ese gasto, convertido en deuda, supone un paso hacia la quiebra. Aunque todo depende al final del juego y de los marcadores, las grandes instituciones disponen de un margen de ventaja: su importancia social las hace en la práctica inmunes al colapso económico. Pueden gastar y gastar y son cada día más fuertes frente a una clase media proletarizada ante el carísimo envite de los torneos continentales. El resultado, en teoría, es una competición desigual, previsible, imperfecta.
¿Saben qué sugieren Szymanski y Zimbalist? Que la gracia del fútbol está justamente ahí. El Juventus tiene que ganar al Parma y gana; el Milan tiene que ganar al Treviso y gana. Pero no siempre. La fluidez de la escala futbolística permite que un club de un barrio de Verona, el Chievo, pueda medirse hoy con las superpotencias. Cualquier otro club de barrio, en Ucrania o México, tiene el derecho a soñar en unos cuantos años mágicos, en una escalada desde las categorías regionales hasta la Primera División y en una fabulosa victoria internacional. ¿Por qué no? El truco es ése. El fútbol acoge todas las pasiones personales, sociales y nacionales porque en él nada es imposible. Llevado al extremo, resulta que el éxito del fútbol tiene más que ver con las normas federativas de ascensos y descensos que con la inspiración de Kaká.
Todo el mundo sabe que el Livorno no puede ganar la Liga. De momento, sin embargo, ese pequeño club de provincias ha decidido no vender a su héroe, Lucarelli, y está ahí, a rebufo del Juventus. Tras toda una vida en la oscuridad, disfruta de una época dorada. Quizá efímera, pero real. Olvídense de la belleza, del desmarque y del toque prodigioso. Lo que cuenta es otra cosa. El fútbol, como el halcón maltés, es del material con que se fabrican los sueños.
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Este me parece el mas flojito de todos.
Dice cosas de perogrullo.
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DE PEROGRULLO ???
leelo bien que me parece tener ciertas similitudes a cierto club por el cual existe este foro…
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Sabes lo que significa perogrullo?
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@Noirot:
Sabes lo que significa perogrullo?
y tu??
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En todo caso deberia de ser: Para muestra un boton.
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no te entiendo debes hablar para personas demasiado inteligentes y no alcanzo a tus pensamientos…
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@El País:
Los defensas de Campo dei Fiori
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 03-10-2005El fútbol en Italia resulta inconcebible sin marcajes, presión y una defensa muy alerta
La plaza de Campo dei Fiori contiene el alma de Roma. Campo, donde la Inquisición hizo arder en la pira al monje-filósofo Giordano Bruno, es una de las pocas plazas romanas sin ninguna iglesia y sin ningún obelisco. La tradición del lugar es laica y un poco golfa: por la mañana aloja un mercado de verduras al aire libre, por la tarde propicia el paseo, por la noche se llena de bares y de ruido.
Cuando cierran los bares, ya de madrugada, no es extraño que alguien arroje al aire un balón. En cuanto asoma el cuero (o la bolsa llena de papeles, da igual) los antidisturbios se ponen el casco con un gesto desganado y se colocan en sus puestos: la rutina es bien conocida. Antes de que comience la carga policial y de que se rompan las primeras litronas (la coreografía está muy ensayada, no falla nunca) se permite que el balón ruede por la plaza y que se celebre el breve partidillo ritual que enfrenta a dos equipos arbitrarios (cada uno chuta hacia donde quiere) y sobradísimos de gente. Puede haber 100 o 200 personas involucradas en el juego-mogollón, carente de reglas y objetivos porque no hay porterías, y siempre se acaba igual: la policía despeja la zona, hace alguna detención simbólica y los vecinos, con un poco de suerte, consiguen dormir por fin.
Lo fascinante de esa ceremonia etílica y deportiva consiste en que siempre hay alguno que se queda atrás, a defender, con toda la atención puesta en cortar cualquier posible contraataque. Portería no hay, marcador tampoco, la juerga dura pocos minutos y el principal objetivo, se supone, consiste en abrirse paso entre la multitud y tocar el balón al menos una vez. Pero la defensa está ahí.
Parece como si el fútbol, en Italia, resultara inconcebible sin marcajes, presión y una defensa muy alerta. Incluso en la juerga de Campo. El calcio se paladea de forma distinta al fútbol de otros lugares: la tensión y el esfuerzo son más apreciados que la filigrana y la idea central, por encima del gol, es mantener la propia puerta a cero. Hagan la prueba y miren un partido italiano y luego uno inglés o español: en el segundo encuentro se tiene la impresión de que faltan jugadores, porque hay un montón de espacios libres por ahí: el centro del campo está lleno de aire y de tiempo para pensar. En Italia, el agobio invade hasta el último palmo de hierba.
Marcello, un amigo romanista (ayer debió sufrir mucho en el Olímpico, con la enésima empanada mental del Roma y la victoria del Siena), sostiene que las razones del defensivismo futbolístico italiano tienen raíces históricas. Durante unos 15 siglos, casi hasta el XX, la Península Itálica ha sido un no parar de invasiones y ocupaciones (desde los godos hasta los austro-húngaros, pasando por normandos, árabes, españoles, franceses y alemanes varios) y eso, según él, ha grabado en la memoria colectiva la necesidad de atrincherarse, resistir y buscar el golillo al contragolpe.
Es posible. El calcio, en cualquier caso, es un fútbol aparte. Esta temporada no hay ningún entrenador extranjero en la Serie A, una circunstancia única en las grandes Ligas europeas. Tampoco existen en otros países defensores como Maldini, que ayer, a sus 37 años, jugó un partidazo y marcó dos goles. Es extraño, pero con el tiempo, y sin saber por qué, uno acaba entregando el corazón al fútbol italiano. Y entendiendo a esos juerguistas de Campo que se alejan del gran barullo y se quedan atrás, con la mirada fija en el balón, cubriendo su zona, por si acaso.
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¡genial!
Leyendo el articulo no he podido evitar repasar la lista de todos los ilustres foreros que se quedarian en defensa en Campo dei Fiori.
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Creo que si nosotros fuesemos al Campo dei Fiori, el balon se quedaria en medio mientras todos los miramos.
aunuqe siempre habra algun valiente que lo intentaria tocar… para despejarlo, claro.
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Yo lo que os digo es que hay unos vuelos de Ryanair a Roma que salen a peseta. Tenemos que estar ahi.
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Yo lo que os digo es que hay unos vuelos de Ryanair a Roma que salen a peseta. Tenemos que estar ahi.
Seria la hostia.El combinado alcohol-antidisturbios-origendelfutbol es irresistible
Yo me apunto cuando y como sea
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Suick PAREDON…
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Ayer no hubo calcio, luego no hay artículo.
Por lo menos tiene dos fieles el post.
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Pues te lo inventas.
Te voy a demandar por daños y perjuicios…
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Ie, que els seguidors del raconet som multitud….
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los de siempre en todos los lados, joder sois una puta secta
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@El País:
El caballero y la dama
ENRIC GONZÁLEZ
EL PAÍS - Deportes - 17-10-2005Hace dos años, cuando ya llevaba ocho en el Juventus, Alessandro del Piero renovó su contrato por cinco más. El futbolista tenía 28, vivía su mejor momento y obtuvo muy buenas condiciones económicas: 5,6 millones de euros por temporada más 2,3 por sus derechos de imagen. Ale estaba tan contento que pagó una página de publicidad en La Gazzetta dello Sport para anunciar personalmente la noticia de su unión vitalicia con la Vieja Señora del calcio. El titular del anuncio era gracioso: "Un caballero no abandona nunca a una dama".
El caballero Del Piero debió de pensar bastante en esa frase cuando, unos meses después, la dama en cuestión, convertida en una Rottenmeier con las facciones tremendas de Fabio Capello, empezó a darle leña. La llegada de Capello supuso para la Juve un retorno a los principios básicos de una sociedad metalúrgica -pertenece desde hace medio siglo a los Agnelli de la Fiat-, hosca y exigente. Del Piero era el futbolista mejor pagado, pero a Capello le pareció irregular. Y era cierto. Entre el caballero y el recién llegado Ibrahimovic la elección resultaba clara. Y Del Piero, desorientado y fallón, empezó a conocer de cerca el banquillo.
Capello fue un futbolista bastante malo desde el punto de vista técnico. No era de los que acarician el balón, sino de los que lo pisan, lo retuercen y, si es necesario, lo muerden. Pero tenía una voluntad de hierro y una mente despierta que le permitía captar las claves de cada partido. La voluntad y el conocimiento del fútbol, junto a un carácter de mil demonios y una ambición desmedida, le han permitido ser un entrenador de gran éxito.
Maneja la plantilla como un dictador y somete a cada futbolista a algo muy parecido a la tortura psicológica. Presiona, exige, amenaza, machaca y castiga hasta ser dueño de cuerpos y almas. Exprime a los jugadores hasta agotarles. A cambio, ofrece resultados. El día que Capello abandona un club se oye en el vestuario un gran suspiro de alivio.
Lo curioso es que, con el tiempo, sus víctimas suelen echarle en falta. Totti, Cassano y demás artistas del Roma brindaron cuando el tirano se largó por sorpresa a Turín. Un año después reconocían que nadie les había comprendido como Capello. Cassano no levantó cabeza desde que se fue y hoy, peleado con los propietarios del Roma y con casi todo el mundo, apartado del equipo y de la selección italiana, no sabe ya qué hacer para que le fiche el Juventus y reencontrarse con Capello. Puede ser un síndrome masoquista al estilo de Portero de noche. También puede ser que Capello entienda como nadie las flaquezas de los jugadores creativos.
Alessandro del Piero vivió desde el banquillo el título de Liga del curso pasado y esta temporada -ya siete victorias consecutivas- empezó igual. El Juventus funcionaba muy bien sin él. La exclusión, en su caso, resultaba especialmente dolorosa porque le alejaba de participar en el Mundial de 2006, el último de su carrera. El seleccionador, Marcello Lipi, que dirigió al equipo turinés en los días de mayor gloria de Del Piero, dijo la semana pasada que quien no jugara todas las semanas no podría ir a Alemania. Para Ale sólo parecía quedar una salida: buscarse un nuevo equipo en enero, tal vez en Inglaterra, y hacer valer ahí sus credenciales.
Había otra opción, casi imposible: reconquistar a la Vieja Señora. El sábado, Capello dio descanso a Trezeguet y sacó al campo a Del Piero. El Juventus jugó muy mal, pero Del Piero jugó muy bien e hizo algo extraordinario: robó el balón en el centro del campo, dribló a un par de contrarios, se metió en el área y marcó.
Capello sonrió en la banda e hizo otra muesca en su látigo: tras dos años de tortura, Del Piero era al fin suyo.
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Capello es un ejemplo claro de las pocas verdades que hay en el futbol,un gran entrenador jamas puede haber sido un gran jugador.Los entrenadores que han sido grandes jugadores siempre tienden a favorecer la calidad tecnica en detrimento del colectivo.
El futbol le debe mucho desde que en la final de 1994 en Atenas humillo a cruyff.Despues de aquel partido al tramposo de cruyff se le deberia haber prohibido la asistencia a cualquier campo de futbol.¡johans cruyffs nunca mais!