Al amigo RAMÓN VICTORIA
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GRANOTES (Levante EMV - Sábado, 25 Febrero 2006)
SALVADOR REGÜES**
Pocos recuerdan que en el Carlos Belmonte vivió el Levante una de las fechas más tristes de su historia. Entre esos pocos está Ramón Victoria. Cuando sucedió, en junio de 1982, llevaba once años de directivo levantinista desde su llegada al club en la Junta presidida por Manuel Grau. La semana anterior había jugado el Málaga en el Nou Estadi. Ganó a causa de un parcial arbitraje y un grupo de espectadores se lanzó encolerizado al terreno de juego. No sufrió daño alguno el colegiado, pero la Federación sancionó al Levante con el cierre del campo. Por este motivo el último partido en casa de la temporada 1981-82 lo tuvo que jugar en Albacete. Y perdió ante el Elche por seis a uno, su mayor derrota como local desde que vamos al fútbol.
Un mes más tarde llegó la debacle. El Levante bajó dos categorías de golpe, cayendo desde Segunda A hasta Tercera División. Un descenso a causa de su clasificación final y otro por impagos federativos. Nunca nos sentimos tan golpeados por la desdicha como seguidores granotas. Quisimos desertar, pero no pudimos. Rehicimos a duras penas nuestra ilusión y en septiembre de 1982 nos desplazamos al campo de la Ermita en Alginet a presenciar el primer encuentro de la nueva temporada. Fuimos dispuestos a comenzar como levantinistas una nueva travesía del desierto. Y vivimos un día muy especial. Porque en las gradas encontramos a doscientos seguidores del Levante. Eso nos reconfortó y quedamos convencidos de la capacidad de supervivencia de nuestro club.
Ramón Victoria era uno de ellos. Estaba en la directiva presidida entonces por Antonio Aragonés. Y le saludamos, confirmando una vez más su inquebrantable levantinismo.
Pasaron unos años y juntos celebramos la última victoria del Levante en el Carlos Belmonte, por dos goles a cuatro. Ocurrió en la temporada 1984-85, cuando Latorre se estaba consagrando como el mejor jugador granota de los ochenta.
Pero después nunca hemos vuelto a ganar allí. En las diez visitas siguientes cosechamos ocho derrotas y dos empates. Uno de ellos muy doloroso, en abril de 2003, cuando el Albacete igualó a dos el marcador en el minuto 96.
Pensando en ello, le decimos a Ramón: «Ya es hora de que esta mala racha en tierras manchegas termine, querido amigo. Cumples treinta y cinco años como directivo levantinista. Fuiste un gran presidente y hoy lo eres de honor. Representas un caso insólito, merecedor del reconocimiento de todo el mundo futbolero valenciano. Te apreciamos mucho, te hemos visto asistiendo a partidos de juveniles, de aficionados, por pueblos y barrios. Hemos coincidido contigo en desplazamientos desde Melilla a Baracaldo. Tu imagen serena de sufridor levantinista la tenemos grabada en nuestra mente y sabemos que esta tarde estarás pendiente del importante partido de Albacete. Por eso, en tu nombre, soñamos en una victoria de los hombres de Mané. Y con esa esperanza, en el camino hacia Primera, te mandamos un fuerte abrazo».
Muchísimas gracias, Salva…
Y a ti, Tío... Qué te voy a decir que no sepas...!!!
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Eres un digne nebot de ton tío,molt apreciat per tots els bons llevantinistes.
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Que malos recuerdos cuando nos tiraron a tercera
No he podido remediar que me saltasen las lagrimas
A los mas jovenes desearles que no vivan nunca esas experiencias y que siempre sean del levante pase lo que pase
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Tuve la "suerte o desgracia" segun se vea,de estar junto al Levante, en el partido de Alginet,al lado de Pepe el de Calles, un levantinista como la copa de un pino.
Espero no pasar jamas por ese duro escollo,este año a 1ªy consolidarnos como equipo y como institución,y agua pasada no mueve molinos, por lo tanto , hay que mirar el futuro de cara,aunque el pasado no debámos olvidarlo jamás.MAXO LLEVANT