UN MAÑO SE GASTA 1600 € ,Y LUEGO DICE QUE LE HAN ROBADO
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Una noche de gloria en el club
Un joven zaragozano se gasta 1.600 euros en consumiciones en un bar de alterne y simula que ha sido víctima de un asalto callejero para robarle la tarjeta de crédito.
David, un joven zaragozano de 28 años, vivió el pasado domingo una noche de gloria que de seguro le va a acarrear graves problemas judiciales. La Policía le imputa ahora un delito de denuncia falsa, por la que ayer pasó a disposición del juzgado de guardia.
El joven debió sentirse espléndido ese día cuando fue jaleado por las empleadas de un club de alterne de la calle Escosura al que había acudido por primera vez, después de que las invitara repetidamente a tomar consumiciones.
Tal vez por falta de experiencia, no reparó en su capacidad adquisitiva cuando su generosidad provocada por descargas de líbido o la pretensión de romper su soledad confesándose con las muchachas le llevó a utilizar una y otra vez su tarjeta de crédito.
Debió de ser una gran noche, pero la resaca llegó después de la euforia, al advertir que había gastado lo que no podía. Ha ocurrido otras veces, y lo más complicado en estos casos es buscar una explicación que contar a los allegados sobre la repentina quiebra económicas. David no tuvo otra idea más brillante que simular un robo, y debía ser la primera vez que se veía en esta tesitura, porque, al acudir a la Policía con su denuncia, decidió echarle teatro.
Según manifestó a los incrédulos agentes, había sido asaltado por la espalda a las siete de la mañana cuando caminaba por la calle Predicadores, y sus agresores le propinaron un fuerte golpe en la cabeza que le dejó inconsciente en el suelo. Cuando se recobró, advirtió que le había desaparecido la tarjeta de crédito y, antes de presentar la denuncia, comprobó que se habían realizado extracciones de su libreta por un total de 1.600 euros.
Los agentes que escuchaban su historia eran de la comisaría de Centro, donde ya están resabiados con este tipo de robos para no comprobarlos si advierten la mínima contradicción en el relato. Era contradictorio que el denunciante no presentara signos de haber sido golpeado y que nadie a esa hora, poco antes de amanecer, le hubiera encontrado inconsciente en el suelo.
Además, un alto porcentaje de estas denuncias de robos nocturnos suele ser simulado. Cuando las presenta un hombre pueden estar relacionadas con un excesivo gasto en diversiones vergonzantes. Si es una mujer, se sospecha de su posible afición al bingo, que tampoco deja de ser un vicio oculto.
Si David creía que no le iban a recordar en el club de alterne de sus vivencias, se equivocaba. No iban a olvidar en un día a un cliente tan generoso con su crédito sólo por conversar con las empleadas.
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rabelpeeee
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¿El bar de alterne sería el que podemos pensar? Aissss el chico podía haber dicho que fue allí a rezar
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@ampa:
¿El bar de alterne sería el que podemos pensar? Aissss el chico podía haber dicho que fue allí a rezar
A mestalla a resar???
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@Lineker:
@ampa:
¿El bar de alterne sería el que podemos pensar? Aissss el chico podía haber dicho que fue allí a rezar
A mestalla a resar???
Yo mejor diría que tal vez fue a ver a … ¿Pilar?