Ranacristo finaliza su calvario
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Este artículo ha salido hoy en Levante EMV
LA FUERZA DEL DOS Y RANACRISTO
Salvador Regües
Nos hemos preguntado porqué hay gente y empresas dispuestas a invertir en un club desquiciado como es el Levante de los últimos tiempos. ¿Qué puede tener nuestro amado club para atraerles, para que en momentos determinados se haya contado hasta con tres pretendientes a su compra?
La clave del tema nos la da un experto analista de propuestas semejantes al que le planteamos la cuestión. Nos dice que el atractivo de nuestro club radica en ser el número dos en una ciudad como Valencia: "En una tercera capital de España empeñada, por encima de necesidades menos refulgentes, en sobresalir como sea en el deporte mundial, tiene importancia ¡la fuerza del DOS! Una fuerza presente en una ciudad que no puede permitirse el lujo de tener un solo equipo de fútbol sin alternativa en ella". "Incluso ese equipo, llamado Valencia C. F., saldría beneficiado. Porque no les vino mal, y lo saben, a los de la Coca-Cola la competencia de la Pepsi, ni a los de autos de alquiler Hertz la existencia de Avis. El pensamiento único no interesa hoy en día ni al que lo inventó".
"¡La fuerza del dos!", sí señor. Reconocemos que no es lo mismo invertir en el segundo equipo de una ciudad sita en lugar preferente del escaparate planetario que hacerlo en el primer equipo de Jaén o Burgos, con perdón por el ejemplo a las ciudades respectivas. Para formalizar la venta al citado grupo comprador, compuesto principalmente de capital sevillano, sólo falta la firma ante notario. Esperamos que se produzca antes del próximo miércoles. Lo deseamos nosotros, ¡qué cosas!, que padecimos escalofríos la única vez que un presidente granota intentó vender el Levante a un forastero. Sí, cuando Federico Cortés se lo ofreció a Martín Berrocal en 1981. Cuando nos negamos los levantinistas a esa venta en una asamblea de socios en la que preferimos llevara los destinos del club un empresario valenciano llamado Antonio Aragonés. Ahora, a pesar de no conocer la posible sangre granota del grupo, apostamos por la venta, que promete futuro y soluciones para el Levante. Por una venta que nos obligaría a aplaudir la gestión final del presidente Julio Romero, al que hemos censurado quizás en exceso. ¡Cómo cambian los tiempos y cómo cambiamos nosotros! Al reconocerlo nos quedamos compungidos pero pensamos en Ranacristo, la divinidad granota creada por el querido amigo Enrique Victoria, que puede llegar al final de su calvario. En un Ranacristo que queremos ver revivido y brindando, pero al mismo tiempo preguntándose si gente como Calpe padre, Ramón Balaguer, Paco Gandía, Agustín Dolz, Juanito Navarro o Salvador Mas también lo celebrarían.