Entrevista a Geijo en el As
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Segunda | Levante
"El año pasado me levantaba sin ilusión por nada"
Alex Geijo pasa revista. Desde cómo fueron sus inicios en su Suiza natal hasta convertirse en el capitán del Levante, pasando por el turbulento verano y las penurias que vivieron los granotas durante toda la temporada pasadaTan sólo un año en Valencia ha bastado para que Álex Geijo se haya convertido en el capitán y en la referencia de un equipo y un vestuario, que tuvo que aguantar mucho la pasada temporada. Huelgas, plantes, Carmonas, ofertas, meses sin cobrar… de todo menos fútbol, que al fin y al cabo es su vida. Él lo recuerda así: "Para mí el año pasado es un año en blanco. Todo lo que hicimos no sirvió de nada. Al principio haces todo para que se solucione. Si miro hacia atrás, te juro que no hubiera hecho nada, pero en ese momento era nuestra creencia y la única forma de intentar poner una solución. Para mí estábamos haciendo el ridículo pero es a lo que te lleva la desesperación". A pesar de todo, reconoce que "no pensé en dejar el fútbol, pero sí que te queda una amargura tremenda. Con tantos problemas, no tienes ganas de nada, hasta el punto de levantarte por la mañana y no tener ilusión por nada".
Curiosamente, hace pocos meses experimentó una de las sensaciones más extrañas de su vida. Último partido de Liga: "Te queda un sentimiento muy amargo. Es penoso que a 48 horas de jugar en el Bernabéu no lo disfrutáramos. En lugar de estar como un niño con esos nervios previos ¡joder que vas a jugar contra el Madrid en el Bernabéu! pues te aseguró que ninguno teníamos ganas de jugar". Aún así, al menos se pudo llevar un buen recuerdo ya que "marcar allí es de lo más especial que me ha pasado, pero con lo que teníamos encima...".
El año pasado, desde luego, que no pasará a la historia por lo deportivo, todo lo contrario, aunque reconoce que "cuando llegué, entraba en el vestuario y no parecía el Levante. Si quitabas los colores de la camiseta no podía ser el Levante con los jugadores que había Savio, Tommasi", pero a pesar de todo el equipo entró en una dimámica perdedora que a la postre resultó un lastre tremendo y que no evitó el descenso a Segunda. "Había una falta de motivación tremenda pero de todo el mundo. Nunca tuve esa sensación en ninguna parte. En los desplazamientos ya sabías que no te traías ni un punto". Pasaban los partidos y no se enderezaba el rumbo. Un punto en siete jornadas provocó el relevo en el banquillo. "Sí que hubo efecto De Biasi, que mejoró sobre todo el ambiente. No se llegó a sentir envidia de él, pero lo que se decía no era real, porque el efecto De Biasi surgió cuando apostó por los jóvenes, pero cuando éramos lo único que le quedaba. Tampoco digo que el equipo se hubiera salvado si hubiéramos jugado desde el principio, quién sabe, pero sí que no se habría dado la imagen tan lamentable que se dio". Pero el italiano no fue suficiente y una llamada de 'su' Torino terminó con la relación Levante-De Biasi. "Se sintió su marcha, lo que pasa es que era comprensible pero claro, cuando dos días antes estamos hablando de que vamos todos en el mismo barco choca mucho".
Así que se consumó el descenso y llegó la explosión definitiva: el club se declaró en Ley Concursal, Carmona no termina de decidirse, desbandada general en el vestuario... las vacaciones soñadas, vamos. "En verano pudo dar la impresión de que me quería marchar, pero nunca ha sido así. Yo sólo pedía explicaciones y respuestas porque tenía un contrato, que me decían que no podían asumir, pero tampoco me dejaban salir. Es fuerte que un jugador hasta el día antes de empezar la Liga no sepa dónde va a jugar". Y todo con el episodio de la venta del club protagonizado por el desaparecido grupo de Tomás Carmona, del que el ariete tiene su propia versión: "Para mí ha sido una estafa total. Nos la hemos tragado todos sin darnos cuenta. Igual me equivoco, pero lo único que han hecho es hacernos perder el tiempo y marearnos. A mi cuando me llamaban en Oliva ya me pensaba que era una broma de esas de la radio o de cámara oculta".
Pero lo de Geijo con el Levante viene de lejos, ya que en la temporada 06-07, ficha por los granotas, pero finalmente se tiene que quedar un año más en Jerez. "El Levante siempre se veía como un club fuerte. Cuando me llamaron la primera vez, lo único que pensaba era, Primera División. Se lo contaba a mi padre y no me preguntaba ni cuánto iba a cobrar, ni tan siquiera que equipo era, sólo Primera División. Al final me tuve que quedar allí y nunca he sabido explicar qué pasó para que me afectara tanto a mi rendimiento. Quizá pude bajar la guardia por saber que tenía un contrato firmado y que en verano me iba a otro lado".
Y es que la carrera deportiva de Alexandre no ha sido ningún camino de rosas. "Empecé a jugar allí en Suiza en un equipo de inmigrantes, donde mi padre era presidente. Después de juveniles me fui a un Segunda B y de ahí al Neuchatel, donde jugamos la Intertoto. Pero hasta que no llegué a Málaga no me tomé el fútbol en serio, a nivel profesional. Fue curioso porque yo estaba en Galicia, visitando a mis abuelos, y estaba negociando con el Racing de Ferrol para incorporarnos mi hermano y yo. Al final se rompió aquello y a mi me llamaron de Málaga para ir al filial y mi hermano se quedó en Suiza. Él ahora está en Segunda B allí, a un nivel semiprofesional".
Todo este periplo, le hace reflexionar: "Cuando empiezas de verdad en serio en el fútbol, creo que los que más lo disfrutan son los de tu alrededor. Tú no lo llegas a saborear tanto. Mi padre, por ejemplo, cuando salté en Mestalla, para él eso tuvo que ser lo más especial, tendría seguro la piel de gallina, pero nosotros, como estás viviendo el momento, pienso que no nos llegamos a dar cuenta de la suerte que tenemos". Ahora le toca ser la bandera de un club del que él tiene una particular visión: "Algo tiene de especial el Levante para que estando el Valencia al lado y teniendo la Primera División y la Champions a menos de dos kilómetros haya gente que venga al estadio y lo siente de verdad". Él ya forma parte de esa historia y ese sentimiento granota, que trata de reconocer en cada partido. "No es lo mismo marcar un gol y ver que hay 4.000 personas en la grada, pero prefiero a esos 4.000 levantinistas de verdad que a 10.000 que estén por estar". Por todo esto también reconoce que "el brazalete no pesa, es anecdótico. Intentas hacer tu papel, pero en el campo somos todos iguales. Sí que es verdad que he sido el centro de atención todo el verano y ahora dentro del vestuario y de cara a la afición me tengo que exigir más".
En pocos meses ha cambiado mucho el panorama por Orriols. Se denota alegría en el vestuario, donde se ha formado un gran grupo humano, sobre todo. "Está claro que sin trabajo no consigues nada, pero el éxito está en el grupo, tanto fuera como dentro del campo. Somos muy solidarios con el compañero de al lado y encima ves al míster que es uno más y eso ayuda mucho". Él no es de echar números y ponerse cifras, aunque tiene claro que "cambio el ascenso por no marcar de aquí al final". Un ascenso del que considera que "todavía es pronto para hablar. Yo estuve primero veintitantas jornadas con el Xerez y nos quedamos en el intento".
La velada dio para mucho más. Risas, momentos más delicados, recuerdos... pero quedó claro que Álex Geijo, tiene una historia y un corazón curtido a base de goles. Esperemos que los siga haciendo de azulgrana, porque a sus 26 años tiene mucho que decir y demostrar que Valencia es una ciudad de paso. "Tengo una espinita clavada de saber que en Primera me ha faltado algo, pero espero volver a tener otra oportunidad". Que así sea.
De esta larga entrevista yo me quedo con estas palabras de Geijo: "Algo tiene de especial el Levante para que estando el Valencia al lado y teniendo la Primera División y la Champions a menos de dos kilómetros haya gente que venga al estadio y lo siente de verdad". Él ya forma parte de esa historia y ese sentimiento granota, que trata de reconocer en cada partido. "No es lo mismo marcar un gol y ver que hay 4.000 personas en la grada, pero prefiero a esos 4.000 levantinistas de verdad que a 10.000 que estén por estar".
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Gran Geijó !
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empieza a conocer la realidad levantinista pero podia haber exagerado un poco, decir 4000 es decir 4 gatos
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xo n me parece bien q el del as ponga lo de ciudad de paso!!!!!!!!
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grande geijo de verdad!!!
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GEIJO let´s go
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Las palabras subrayadas en azul me han llegado al corazón! GRANDE GEIGOL!! Sí a mi también me ha molestado lo de "ciudad de paso", yo espero, que también vuelva a tener esa oportunidad en primera, pero con el Levante!.