Las locuras del Levante y el vecino
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@3cr3m7a7:
La cubierta del estadio
Vicente Añó
El fútbol es un deporte muy especial en nuestro país y sus clubs/SAD, no suelen seguir los parámetros al uso de cualquier empresa existente en el mercado. Eso es algo sabido, por eso siguen existiendo clubs/SAD que están en una auténtica bancarrota, y aquellos que no han tenido más remedio que acudir al llamado concurso de acreedores o, mejor, suspensión de pagos, lo han hecho fundamentalmente para no bajar de categoría (Celta, Málaga, Levante, Real SociedadÉ), algo así como coger un atajo de la ley para incumplir sus obligaciones contractuales. Dicho en "roma paladino", fichar jugadores por un "potosí" y luego no pagarles.
Así ocurren cosas inexplicables como que un señor (Soriano) le compre las acciones a otro (Soler) por 70 millones de ?, más o menos, de una entidad con 650 millones de deuda, cuando lo normal sería comprarlas por 1 ?, porque ya me hago cargo de la deuda, como sucedería en otro sector mercantil. O que un club en suspensión de pagos, como el Levante, lo compre un señor de la Mancha (Serna), de cuyo nombre nunca habíamos oído hablar, con una empresa (¿de qué ramo?, pues de cuál va a ser: del de la construcción, ¡ay, amigo, ay!) de una facturación anual de 1,5 millones de euros, y del que no sabemos cuáles son su poderes ni el capital social de esa desconocida empresa, pero me temo que será mucho menor que ese nivel del facturación. Y va, este señor y compra un club que tiene una deuda de 85 millones de euros. Increíble. Y todo eso en plena crisis, como si la cosa no fuera con ellos.
El problema está en lo que podríamos llamar "el regulador", que aquí no es ni el Banco de España ni la Comisión del Mercado de Valores, sino la Liga de Fútbol profesional, por admitir presupuestos aprobados por asambleas de accionistas que no son viables o no cumplen con los principios más elementales del Plan General Contable, uno de los cuales es el de prudencia. En ese sentido, jamás se debería haber admitido el presupuesto del Levante de la temporada pasada, que todo el mundo sabía que era incumplible (37 millones, con unos ingresos reales de 15, más o menos). Ese presupuesto sirvió para fichar un montón de jugadores a los que luego no pagó, y en cierto modo es falsear la competición, pues imagínense que todos hicieran lo mismo. De todos modos, de poco le sirvió, bajo a 2ª, evito la bajada a 2ª B, gracias al concurso de acreedores y el presupuesto aprobado ahora esta temporada es de tan solo 8,4 millones.
¿Y cómo se aprueban estos presupuestos?. Pues, muy sencillo. En el Levante el anterior grupo mayoritario y el actual, tiene un paquete accionarial del 70%, con lo que pueden aprobar lo que quieran, hasta plantar un rascacielos en el centro del campo. En el Valencia, ayer Soler y hoy Soriano tienen casi el 50%. Con la anuencia de algún accionista afín, igualmente aprueban lo que sea. ¿Y cómo cuadran el presupuesto?. En base a la venta de terrenos.
En el presupuesto del Levante del año pasado, al parecer, con la inclusión de la supuesta venta de una parcela junto al campo, por un total de 27 millones, que ahora otros accionistas reclaman ver la documentación; en el caso del Valencia incluyendo 290 millones de la venta de Mestalla, que hoy por hoy todavía no se sabe quien ha comprado y si realmente se ha vendido, pero ya se incluye en el presupuesto. Es una manera de cuadrar unos gastos de 151 millones con unos ingresos reales que sólo llegan a 87 millones de euros y, encima, anunciar beneficios.
Pero la realidad es muy dura, y si Mestalla no se vende la cosa puede pintar muy mal, y aunque se confirme la venta no todos los años se venden estadios. Y ahí también hay una gran diferencia entre la crisis que atraviesa el deporte, se quiera reconocer o no, y la general que nos embarga. En esta, desgraciadamente, una de las primeras medidas que se toma es despedir personal con el fin de reducir costes. En el mundo del fútbol, nadie quiere renunciar a sus figuras, aún a pesar de que no solo no supondrían un despido, sino que permitiría, con el traspaso, ingresar una buena cantidad de euros, lo que permitiría aligerar la deuda, y bajar los gastos corrientes.
¿Hasta cuándo?. El mercado lo dirá, pero mientras tanto, harían bien en emplear algunas medidas drásticas y menos traumáticas, como la de vender a Villa o Silva, las joyas de la corona, y quitar esa famosa cubierta del nuevo estadio. Leí el otro día que valía 100 millones de euros, nada menos y que estaban pensando dejarla para más adelante. En su día ya me sorprendió el coste del estadio y pensé que esos 300 millones llevarían aparejado algunos materiales hechos con mucha exquisitez. ¿Se dan cuenta de lo que significa?. Resulta que el Valencia tiene una deuda, al parecer, de 650 millones, casi la mitad por la construcción del nuevo estadio, que tiene una cubierta que vale 100 millones. Pues quítenla, ya la harán en tiempo de bonanza, y a navegar, que cuando el barco se inclina mucho hay que soltar lastre.
Cuanta razón tiene Vicente Añó. Las locuras cometidas por "personajillos" que por el mero hecho de poseer una mayoría accionarial hacen lo que les venga en gana si que nadie pueda pararles los pies (porque este tipo de "personajillos" suelen estar siempre rodeados de "pelotas" (tanto dentro del club como fuera de él) que encima les apoyan.
Locuras o más bien diría yo "aires de grandeza" que terminan abocando a los clubs a una más que posible desaparición futura.
Asi les va el pelo …..
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De Soriano, conozco su solvencia, pero de Serna…. aqui cabría la intervencion del tribunal de la competencia...
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Eso de la deuda,el Valencia ya la tiene muchos años,y todos lo sabemos
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@antonio7647:
Eso de la deuda,el Valencia ya la tiene muchos años,y todos lo sabemos
Si,pero los xotos tienen lo que a nosotros nos niegan,el apoyo de las instituciones valencianas,bancos,políticos,empresarios,medios de comunicación,etc,es triste pero es la realidad.