Reconocimiento a Enrique Victoria
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ARTÍCULO PUBLICADO HOY EN LEVANTE EMV
El digno sucesor de don Ramón
Salvador Regües
Nos emocionamos antes de ayer en las exequias de Ramón Victoria. Llegamos a derramar más de una lágrima viendo la bandera del Levante UD cubriendo su féretro. Estuvimos respirando levantinismo en el Ciudad de Valencia primero, y en la iglesia después. No podía ser de otra forma. Lo emanaban amigos granotas allí reunidos e incluso el buen xoto Jaume Ortí, expresidente valencianista. Nada más verle nos recordó que coincidimos en la misma mesa cuando el homenaje a Ramón Victoria de 1996.
Le dimos un sincero abrazo granota y continuamos saludando gente, repartiendo más abrazos con empleados del club, consejeros, exdirectivos, exjugadores, representantes de los medios de comunicación, políticos y multitud de genuinos aficionados levantinistasÉ Saludamos también al entrenador Luis García Plaza, que iba acompañado de futbolistas de su equipo. "Prometemos ofrecerle a don Ramón la victoria del domingo frente al Eibar", nos dijo. Pensamos que sería una buena forma de honrar su memoria, la mejor que Ramón Victoria hubiera elegido, la de un equipo con carácter en el campo como el día del Castellón olvidando su pájara sufrida en Tarragona.
Con el admirable jardinero del Levante Raimon Ferrer, al que John Ford habría seleccionado en un casting para un papel de los que ofrecía a John Wayne, hablamos largo rato. Le dijimos que con el fallecimiento de Ramón Victoria el trío de "números uno con corazón levantinista" se quedaba convertido en dúo: el que formaban él y Vicente Arastey Pirri. Nos invitó a comer en su "Raconet" hoy antes del partido con un grupo de confesos en la fe granota, entre ellos el genial ex jugador Campuzano.
Aceptamos enseguida la invitación. Le dijimos que el vino de la comida era cosa nuestra, que lo traeríamos de la tierra donde ahora residimos, de Requena. Sabemos que nos vendrá bien respirar hoy de nuevo un aire lleno de levantinismo, recordando historias de la vida de Ramón Victoria y brindando en su memoria, en el "Raconet" de Raimon, un sitio entrañable donde se acumulan imágenes y objetos de la historia del Levante. Un lugar ideal para convivir con buenos granotas, sí señor.
Quizás se nos ocurra pensar con ellos que a lo mejor en el más allá habrá encontrado Ramón Victoria un "raconet" semejante donde estarán reunidos levantinistas de todos los tiempos que nos dejaron. Quizás sí, cualquiera sabe, porque nadie ha vuelto de allí a contarnos lo que hay después de esta vida.
Quizás sí, quizás esté ahora charlando con presidentes que conoció como Antonio Román, José Navarro, Manuel Grau y Antonio Aragonés, con el exjugador y técnico Ramón Balaguer, con el médico Rafael Consuelo, con el directivo Jaime Ferrando, con el abanderado Rafael Alcaina, con el locutor Paco Gandía y con tantos ilustres granotas que forman una larga lista. Si así fuera, si Ramón Victoria entrara a este etéreo "raconet levantinista" lo haría presumiendo delante de todos de tener un sucesor de valía.
Porque ha dejado tras de sí a su sobrino Enrique, un ejemplo de dignidad como persona humana. Un ser generoso, creativo y apasionadamente entregado a sus vocaciones artísticas. Capaz, además, de mantener en lo más alto el apellido Victoria en el Levante con su permanente actividad en pro del levantinismo que plasma, por ejemplo, en el apoyo constante al reconocimiento federativo de la Copa del 37, en iniciativas festivas como "la Granota Boja" o en la financiación de camisetas apoyando a su tío como las lucidas esta temporada por los jugadores del Levante.
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bueno y bonito articulo