Buen artículo de Vergara en Levante EMV
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REGÜES & SEMPERE
Antonio Vergara
Como en el western Dos cabalgan juntos (Richard Widmark y James Stewart), Salvador Regües y Pedro Sempere avanzan –sin indios en 30 millas a la redonda- hacia su victoria final, el Cielo Granota, poblado de huríes, platos de cuchara, botellas de brandy Torres 10 años, whisky de malta y sesiones de cine club de nuestra época (somos coetáneos): El séptimo sello, La chica con la maleta o La isla de Arturo. Ambos albergan biografías apasionantes. Coincidimos con Regües en la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia («combatiendo la usura, a todos ayuda, a todos salvará», se aseguraba en su himno). Él llegó a director de la sucursal de Requena, por méritos propios; nosotros ascendimos, por antigüedad, a oficial primero. No éramos ambiciosos. Una vez (1989) le acompañamos a él y la gran familia levantinista –forjada, como saben, en el yunque de la adversidad- a la cena-homenaje en honor de Salvador Mas, jefe de administración del club, que se jubilaba. Fue en la Sala Xúquer, donde cinco años antes habíamos entrevistado, en su camerino, a Ágata Lys (la «nueva Marilyn»). Oigan, imponente, y «con los años precisos», según el eslogan de otro brandy. Una mujer divertida e ingeniosa. Una de las preguntas fue: «¿Qué opina de Boyer?» (el ministro de Economía). Y contestó: «Boyer, Boyer, ¿eso no es un mirón?».
Regües es un sentimental y un humanista demócrata-cristiano. Como nos sucede a los de su generación, el cine es una parte fundamental de su imaginario, su vida y su manera de entender el mundo. Granota genético, no saben ustedes la habilidad que posee para utilizar una granota de ordenador en sus correos electrónicos. La coloca en los directorios de sus películas favoritas, que imprime artesanalmente y envía a los amigos y medios de comunicación.
Los más mayores recordarán el famoso spot de TVE de un detergente (años 80). «Pepi, ¿con qué lavas?». Y el ama de casa respondía: «Con Ariel». «¿Y a quién se lo dijiste?». Acto seguido aparecía otra señora en la pantalla. O el del tabaco rubio Winston, «el genuino sabor americano» o «número 1 en USA». El autor de estos eslóganes fue Pedro Sempere, director creativo de la multinacional Young & Rubicam en la década de los 70, director general y presidente poco después. Persona igualmente culta, fascinado por MacLuhan, agudo observador de las transformaciones sociológicas y cinéfilo.
Todavía es de consulta el estudio que escribió del agente 007, James Bond, en una revista valenciana de cine, Positivo (1964), que sólo pudo publicar dos números. Sempere obtuvo el premio de novela erótica La Sonrisa Vertical con Friztcollage (1982), y ha publicado, entre otros libros, La Galaxia McLuhan, La Década prodigiosa, Los muros del postfranquismo, La Semiología del infortunio o Chile, el cine contra el fascismo. Regües & Sempere constituyen la «Intelligentsia Granota». Los dos libros que acaban de publicar (Levante, del Udelage al nuevo milenio, y Cien años de soledad granota) son una exaltación del romanticismo y el fracaso (El tesoro de Sierra Madre), que alivian con los viajes y comiendo los platos típicos de la región del club rival. El Manifiesto Granota de Sempere (una vez obsoleto el de Marx), que suscribe Regües, reza así: «Ser granotas es para todos nosotros un honor y un timbre de gloria. Es nuestra mayor seña de identidad, un código entre cómplices, un guiño de amistad, un pacto de sangre, una razón de fe de nuestra propia existencia. Y nos divierte». Y siempre nos quedará el Torres 10, añadimos.
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Muy bueno si señor, retrata a ambos personajes en breves lineas.
¡¡¡Macho Llevant!!!