ALEVINES A: LEVANTE 0 - MISLATA 1
-
Decepción en Buñol. Se subestimó al rival, mala lectura del partido y exceso de experimentos. Una vez más quedó demostrado que no hay enemigo pequeño.
Ni siquiera los cinco balones, que los nuestros estrellaron en el marco rival, son excusa para un encuentro que se debía ganar.
Ahora toca remar, volver a ser el equipo de Villareal y Alboraya, aprender la lección y regresar a la competición con espíritu de superación. No se ha perdido nada, seguimos dependiendo de nosotros.
Por cierto, ¿cuándo se elimina jugar a las nueve en Buñol?. El equipo no es ni la sombra del que conocemos a domicilio. El campo está helado y todavía no ha llegado el invierno; hay críos que tienen que levantarse a las seis de la mañana para poder llegar a tiempo a la convocatoria; y a esa hora no se disputa ningún otro partido en la escuela
-
ano.