Punto y final al año de los grandes desafíos
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Jueves 26 de mayo de 2011. Son las diez de la mañana y los jugadores de la plantilla del Levante se acomodan en el terreno de juego del Estadio Ciudad de Valencia para iniciar una nueva jornada de trabajo. No es una sesión más en la planificación semanal encaminada hacia el partido del fin de semana. Hay un aroma inequívoco a despedida. La competición en el marco de la Primera División finalizó el pasado fin de semana y el grupo afronta la última matinal conjunta antes de las despedidas y el advenimiento del deseado período vacacional. Atrás queda un ejercicio de Liga repleto de tremendos y titánicos desafíos.
Sobresaliente éxito del presupuesto más exiguo
El Levante confirmaba el mito de la lucha divergente entre David y Goliat trasladado a una perspectiva estrictamente económica. Parecía una batalla despiadada y cruel. La entidad azulgrana era el paradigma de la desigualdad más extrema, en función de las credenciales económicas que establecía su ínfima dotación. El combate que se preveía parecía suicida. El presupuesto más exiguo de la categoría se enfrentaba sobre el verde a otras entidades con partidas presupuestarias realmente estratosféricas. Quizás era el desafío más titánico. Sin embargo, esta coyuntura no fue motivo suficiente para asumir la rendición. El Levante se reveló ante vaticinios funestos para atrapar una permanencia histórica.
Record de puntuación en una de las Ligas más exigentes
El Levante tuvo que marcharse hasta los cuarenta y cinco puntos para abrochar una de las permanencias más costosas que se recuerdan en los tiempos más recientes. De hecho, la salvación durante el curso anterior quedó cifrada en treinta y siete puntos mientras que en la Liga actual el Dépor se ha despeñado tras obtener cuarenta y tres. Si algún aspecto acentúa la materialización de estos dígitos es la patente dificultad que ha significado conseguir un espacio en propiedad para competir un año más en el universo de la elite. Para el Levante la cifra conquistada supone además situar un nuevo referente personalizado en el cómputo global de las seis comparecencias que colecciona como primer divisionista, toda vez que el registro anterior recogía los cuarenta y dos puntos que validaron la salvación en el curso 2006-2007.
Caicedo establece un nuevo umbral anotador
El registro anotador del Levante como equipo instalado entre la burguesía del fútbol español respondía a la proclividad anotadora de Pepín. La cronología de los hechos retrotrae el tiempo a la temporada 1963-1964. El debut del Levante en Primera se cerró con una permanencia fundamentada en parte en los diez goles que asumió el atacante. Ese dígito surgía amenazante. Parecía un logro ciertamente intimidador, aunque el relato en el espacio de la Primera División del Levante no es demasiado extenso, hasta que apareció Caicedo. Felipao en su presentación vaticinó entre diez o quince goles. La cifra no era gratuita. El ecuatoriano ejerció de visionario antes de calzarse las botas y la elástica granota. Y de prestidigitador en el interior del área. Su espíritu emprendedor se concreta en cada una de las trece dianas. No es el único referente. Cristian Stuani con ocho goles se ha instalado entre los principales referentes del gol. Stuani y Caicedo subrayan casi el cincuenta por cien de los goles del Levante.
Luis García establece una marca en el banquillo granota en Primera
Luis García inició y cerró el trayecto liguero desde el banquillo azulgrana del curso 2010-2011. No es algo secundario. Desde la década de los sesenta que no se repetía una situación semejante. Quique completó el ejercicio 1963-1964 mientras que Orizaola repitió un curso más tarde, si bien no participó en la promoción de ascenso/descenso, frente al Málaga, que derrumbó al Levante en una campaña de final fatídico. En la historia reciente del Levante en la elite no hay casos de esta tendencia. Schuster fue relevado por Oltra en la temporada 2004-2005. Abel Resino ocupó el puesto de López Caro con la Liga 2006-2007 ya iniciada mientras que la campaña 2007-2008 contó con tres inquilinos en el banquillo del feudo de Orriols. Luis García con treinta y ocho partidos consecutivos fija un nuevo umbral
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Ahora queda por conseguir otro desafio: estar por primera vez una tercera temporada consecutiva en primera.
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@patraix granota:
Ahora queda por conseguir otro desafio: estar por primera vez una tercera temporada consecutiva en primera.
Pues sí,es lo que nos falta por ver.Complicado será,pero también era difícil llegar a la segunda.
