El fichaje más caro del Consell
-
_El fichaje más caro del Consell
La Generalitat le ha dado más de 336 millones de euros en patrocinios, derechos de televisión y avales_
_El Valencia Club de Fútbol jugó a ser un nuevo rico. Los éxitos deportivos de principios de siglo dispararon las aportaciones de dinero público a un equipo que llegó a ser nombrado oficialmente como el mejor del mundo en 2004 y que ahora, casi diez años después, busca euros para poder salvar una gestión económica caótica. La ruina es una amenaza que llama a la puerta desde hace tiempo.
Los acordes del ‘Amunt València’ fueron la mejor melodía para llevar en volandas a directivos y políticos que a base de triunfos y trofeos sintieron que el progreso de Mestalla era el de la Comunitat. Porque los días de vino y de rosas si se marca gol se disfrutan mejor. Pero para hacer evidente el poder valenciano, para que la Senyera ondee por encima de Madrid y Barcelona, hace falta dinero en millones de euros. Mucho líquido que en su mayoría ha sido enterrado en fichajes y tartaletas gigantescas de hormigón a medio construir como es el nuevo (viejo ya) estadio de Mestalla.
Desde que en 1992 el Consell socialista de Joan Lerma abriera la puerta a la publicidad institucional en la camiseta del Valencia Club de Fútbol con la palmera de Mediterrània, el «equip de primera», como dicta el himno del club, ha recibido, bien vía ingreso directo o por aval de instituciones de la Generalitat para poder endeudarse, más de 335,5 millones de euros. Casi 20 millones de euros más que todo lo que tiene previsto invertir en 2013 el Gobierno valenciano en el capítulo VI de su presupuesto.
Hoy, si se pusiera todo ese dinero encima de la mesa, euro tras euro, el Valencia tendría casi suficiente para hacer frente a esa deuda de 370 millones que le estrangula. ¿Cómo se esfumaron esos cientos de millones de euros? Pues, entre otros destinos, en las operaciones de fichajes ruinosos en los que el representante, ese carnívoro de la negociación, siempre se lleva la mejor parte. Mover al jugador es sinónimo de ganancia.La locura del fútbol ha sumido alValencia, como a muchos otros clubes, en una situación en la que la Generalitat, a través de Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), es un avalista que ya tiene bastantes problemas para salvar su propia economía.
Aquella palmera turística de cuño socialista supuso una aportación al club de 140 millones de pesetas por temporada (843.000 euros). El patrocinio estuvo vigente durante dos campañas, la 92-93 y la 93-94. Se abrió, de esta manera, el peligroso precedente.
27 de junio de 1996
En mayo de 1995 aterrizó en el Consell de la Generalitat el Partido Popular de Eduardo Zaplana previo ‘pacto del pollo’ con la Unio Valenciana de Vicente González Lizondo. El club de Mestalla, que durante esa época lucha por volver a ser un grande y deambula ansioso de títulos, se convierte en una de las señas de identidad de la nueva forma de hacer gobierno. El estadio valencianista se convirtió en el tótem de un Zaplana que el 29 de febrero de 1996 llevó en volandas a José María Aznar ante 55.000 personas con el Bamboleo de Julio Iglesias.
Mestalla y Zaplana, merengón en la intimidad, se juraron amor eterno tras aquella borrachera de éxito que llevó a Aznar a la Moncloa y convirtió el acto de Valencia en el mitin de los mítines. El jefe del Consell entendió también que el éxito del fútbol también era el de la Comunitat y sin duda el del Partido Popular. Con un Valencia campeón todo iría mucho mejor.
El 27 de junio de 1996, cuatro meses después del mitin de Mestalla, Radiotelevisión Valenciana firmó el primer contrato con el Valencia Club de Fútbol para la compra de sus derechos. Un acuerdo que se extenderá desde la temporada 1998/99 hasta la 2002/03.
El contrato se tradujo en una lluvia de millones que en pesetas se contaron en más de mil. En euros, por temporada se abonaron entre 6 y 9 millones. Las cantidades fueron en aumento, aunque es cierto que los derechos se vendieron después a otras empresas del sector audiovisual y los ingresos se equilibraban.
A pesar de que las operaciones no eran del todo ruinosas, el Síndic de Comptes, órgano que fiscaliza la gestión pública de la Generalitat y de sus empresas, ya empezó a advertir de que no estaba muy claro si el precio que se pagaba por los derechos de televisión de los clubes de fútbol eran ajustados. Una cantinela que ha venido repitiendo y a la que nadie ha hecho caso.
Pagar por amistosos
El dinero público, a través de Radiotelevisión Valenciana, siguió entrando en la caja del club de Mestalla. El 15 de julio de 1998, la cadena pública formalizó un nuevo contrato con el primer equipo de la Comunitat por valor de 1,2 millones de euros para la compra de los derechos de partidos amistosos. El acuerdo era para la emisión de dos encuentros por temporada entre 1999 y 2003. Un negocio que no fue rentable ya que la venta posterior apenas dejó dinero en caja. Seis años después, en 2009, se produjo una operación similar. La empresa también suscribió un acuerdo de 1.250.000 euros, que no estaba incluido en el contrato global por los derechos de televisión, como remarcó en la Sindicatura de Comptes, para la adquisición de cinco partidos amistosos del Valencia.
Paralelamente a los contratos de televisión, la Generalitat de Zaplana plasmó sus grandes proyectos en la camiseta de un club en alza.El parque temático Terra Mítica de Benidorm se convirtió en el emblema de un Consell moderno, que apostó por el turismo y que quiso convertir la Comunitat en referencia. El logo de Terra Mítica fue el heredero de la palmera de Mediterrània con la que los socialistas abrieron la veda de la promoción a gran escala. Terra Mítica patrocinó al Valencia Club de Fútbol en dos etapas diferentes pero muy seguidas.
En las cuatro campañas en las que el parque estuvo con el Valencia los ingresos estimados rondaron los 8 millones de euros. Un acuerdo que sirvió para que varios jugadores del equipo se dejaran fotografiar en unas atracciones ubicadas en un secarral que al final no ha sido la gallina de los huevos de oros. Sólo en la última campaña, la 2002/2003, Terra Mítica (a través de la Agencia Valenciana de Turismo) aportó 2,6 millones de euros al Valencia, que salvó el blanco ariel de su camiseta con un acuerdo firmado días antes de que comenzara la temporada.
Desde ese año, nunca más la administración pública salió a salvar un patrocinio deportivo a pesar de que el club firmó acuerdos más que ruinosos con empresas enigmáticas como Valencia Experience.
Aparcada la camiseta, existía una fuente de financiación más intensa. La televisión enloqueció con el fútbol. El Valencia ingresó 175 millones de euros en sólo seis años de RTVV, que perdió 60 millones con la posterior venta a otros operadores.
29 de mayo de 2003
En esa primavera de 2003, la relación entre el dinero público y el fútbol, se disparó. El negocio, en ningún caso, fue bueno para la Generalitat, que a fin de cuentas es la institución que viene avalando a través de IVF a RTVV para que la cadena pública pueda optar a operaciones de crédito. El 25 de mayo, cuatro días antes de la firma del nuevo contrato entre Televisión Valenciana y el club de Mestalla, el PP vuelve a ganar las elecciones con Francisco Camps como cabeza de cartel. El nuevo presidente afronta su primera legislatura.
El Valencia, en ese momento, es el club de moda en toda Europa con una Liga, una Copa de Rey y dos subcampeonatos de la Liga de Campeones.
El contrato por la compra de los derechos de televisión, con una vigencia hasta 2006, se convirtió en uno de los principales ingresos para el equipo. La compra y venta de los derechos televisivos del Valencia Club de Fútbol se revelan como uno de los grandes agujeros económicos de Radiotelevisión Valenciana.
Sólo en 2003, un año en el que se compaginó el contrato antiguo con el nuevo, el Valencia ingresó 22,2 millones de euros de RTVV. Además, el equipo vuelve a ganar la Liga en la temporada 2003/2004, lo que genera un ambiente de euforia futbolística y política que no repara en gastos.
En octubre de 2004 llega un hombre del ladrillo al palco. Juan Bautista Soler, que en cuatro años, aborda un megalómano proyecto que será una losa para el club en forma de unos 370 millones de euros de deuda que aún no ha pagado. Ínfulas que se tradujeron en nuevos estadios hoy convertidos en estructuras fantasma y ciudades deportivas en Porchinos donde todavía se respira a azahar.
Las aspiraciones del club se fueron pagando, temporada tras temporada, con una suculenta inyección de dinero público por parte de RTVV, que año tras año fue engordado su deuda en varios cientos de millones de euros pese a las advertencias de la Sindicatura.
De 2004 a 2008, con Soler en la presidencia del Valencia, el club ingresó 144,4 millones por la venta de sus derechos de televisión. Hubo temporadas, como la de 2007, que se llegaron a superar los 30,3 millones de euros. La inyección económica en ningún caso se tradujo en nuevo éxitos deportivos. Más bien la crisis deportiva y social llegó a asomar al equipo al pozo de la Segunda División, con presidente y algún jugador en los juzgados y con una Copa del Rey que la afición festejó con escaso entusiasmo.
Además, se ficharon ruinas como los 25 millones de euros que se pagaron por Joaquín y los 18 millones por la ‘calidad’ de Manuel Fernandes. Ese contrato firmado en 2003 se prorrogó el 19 de julio de 2006 para llevarlo hasta 2011. El Valencia, de forma unilateral, podía romperlo al final de la temporada 2008/2009 si lo comunicaba con antelación. Así lo hizo el club por la oferta de otro operador. Por esa mitad de temporada el Valencia ingresó 18,7 millones de euros más 1,2 por amistosos y 120.000 de la previa de la Europa League.
Uno de los aspectos más curiosos en la relación económica entre RTVV y el Valencia se da en la mascota del club, en ese gigantesco murciélago que anima a los chavales antes de los partidos y que se utiliza en actos promocionales. El patrocinio del muñeco se pagó a precio de oro. Según refleja la Sindicatura de Comptes en sus informes, el acuerdo para las temporadas de 2003 a 2009 se rubricó en 1,9 millones de euros. ¡Más de 300 millones de pesetas! También se apunta en el informe otro tipo de acuerdos comerciales sin especificar.
La predilección por el murciélago no es nueva. En 1999 se selló un acuerdo por 1.021.721 euros con el Valencia para usar la mascota como soporte. Un millón de euros hasta 2003.
La ampliación de capital
En 2009, para evitar la amenaza de Dalport y que el club pudiera entrar en concurso de acreedores, se acomete una ampliación de capital de 92 millones de los que 18 son suscritos por los socios. Los 75 restantes se los queda la Fundación del Valencia a través de un crédito con Bancaja avalado por el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), que depende de la Generalitat.
Posteriormente esos 75 millones pasan a ser 81. El club no puede hacer frente al pago de intereses por valor de 6 millones de euros y el IVF vuelve a avalar y se amplía el préstamo. Ahora, en 2013, se ha optado por otra fórmula: no ampliar el préstamo y que sea el IVF el que directamente se haga cargo de los intereses. El vicepresidente del Consell, José Císcar, señaló que la Fundación devolverá el dinero. Una pretensión con tintes de ilusión porque desde 1992 el Valencia se ha llevado más de 335 millones. Como dijo el conseller de Economía, Máximo Buch, «hoy no lo hubiéramos hecho»._
http://www.lasprovincias.es/20130218/ma ... 80254.html
Poc més cal afegir… Bé, sí, ara que Xotosky es fume un flai i ens deixe alguna perla de les seues.
XOTOS NO, VALÈNCIA NO ÉS UN ZOO
-
Las Provicncias aún se ha dejado en el tintero muchas mas cosas, por ejemplo:
-La RECALIFICACIÓN del Viejo Mestalla con viales públicos tomados por la cara y que han pasado a propiedad del Club
-El REGALO del solar para el Nuevo Mestalla con muchos metros cuadrados a su alrededor para uso comercial, valorado por la UPV por 19 millones (que no han pagado)+Varios solares en la periferia de la ciudad (que no han entregado+Construcción de un Pabellón Deportivo para los vecinos de Benicalap en compensación al HURTO del solar para el Estadio(que no han construido ni construirán)
-La verguenza de la RECALIFICACIÓN de los terrenos de Porxinos engañando a los agricultores pagándoles a precio de terrenos de cultivo y una vez escriturados RECALIFICARLOS como zona urbana
-La RECALIFICACIÓN de la actual Ciudad Deportiva de Paterna por presiones del Consell al actual alcalde (P.P.) de Paterna para que así se hicieraMe olvido de algunas mas que no menciono, pero que todo SUMA a lo ANTERIOR expuesto por Las Provincias.
¡¡¡Macho Llevant!!!