Artículo protesta de Regües hoy en Levante EMV

[Invitado]

La soledad del Levante UD en la adversidad

SALVADOR REGÜES

Volvió a padecer un mal arbitraje el Levante, esta vez en Zaragoza, y fuera del club no vemos a nadie, ni siquiera al presidente de la federación valenciana de fútbol sr. Muñoz, rasgándose las vestiduras. Incluso escuchamos comentarios de algunas gentes, en actitud comprensiva, de que se está pagando el peaje del retorno a Primera. ¡Anda ya con peajes, anda ya con que el Levante es un modesto en la categoría! Los que se expresan así no recuerdan o no quieren recordar que siendo un grande, como lo era en la Tercera de los setenta, llegó a recusar dos años al colegio valenciano de árbitros. No recuerdan o no quieren recordar que en la temporada 1999-00, después de situarse en lo alto de la tabla en diciembre, sufrió dos arbitrajes seguidos en casa ante Salamanca y Badajoz que le dejaron sensiblemente tocado.

No recuerdan o no quieren recordar que en la temporada 2000-01, tras vencer brillantemente en la primera jornada al At. Madrid, se encontró, en sus desplazamientos inmediatos a Córdoba, Tenerife y Eibar, con tres colegiados que le cortaron las alas sin piedad. Y no recuerdan o no quieren recordar que en la temporada 2002-03, cuando peleaba por estar en los primeros puestos, unos cuantos arbitrajes le perjudicaron en sus aspiraciones. Con el agravante añadido en esta ocasión de que Teixeira Vitienes, uno de los protagonistas del perjuicio, fue premiado con el ascenso a Primera al acabar el ejercicio.

Una de las raíces de la actual soledad levantinistas en sus penas, puede tener relación con una vivencia personal de la semana. Estábamos reuniendo fotos de la historia granota para completar un álbum que dedicaremos cuando crezca a Daniel, nuestro primer nieto recién nacido.

Empezamos por las del partido del ascenso a Primera el dos de junio de 1963. Entre las escogidas estuvieron las del palco de aquel día. En él se ve las autoridades más relevantes de entonces, como eran el alcalde Adolfo Rincón y el gobernador civil Antonio Rueda. Gracias a su presencia en Vallejo en fecha tan señalada nuestro nieto podrá conocerles y agradecerá que no se perdieran aquella gloriosa celebración levantinista.

Pero no podrá sentir lo mismo con las fotos del ascenso en el presente año. Porque verá en el álbum las del palco del Ciudad del Valencia el día del Poli Ejido, cuando se festejó oficialmente el retorno a Primera del Levante. Y en ellas no encontrará ni al presidente de la Generalitat ni a la alcaldesa. Tendrá que buscar en otros lugares para conocerles y saber quien regía los destinos valencianos el año de su nacimiento.

Quizás entienda entonces algunas razones de la actual soledad levantinista en la adversidad. Y para que no se sienta mal deseamos fervientemente que sea pasado para él y esté gozando de un cambio en la situación. Con el yunque azulgrana convertido en martillo y el Levante, a pesar de todos los pesares, afianzado en Primera División.