Artículo denuncia de Regües hoy en Levante EMV
-
El gol de Rivera y la peña alborotada
Salvador Regües
Nuestra Peña de los Siete anduvo alborotada de indignación esta semana. Se sintió fatigada ante la reiteración del agravio y la injusticia en el tratamiento de sus sentimientos. Porque opina que no se merecen tanto desaire y tanta mirada por encima del hombro.
Su malhumor no provino de un penalti pitado en contra al final de determinado partido. De ese particular suceso opina que «en este mundo traidor nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira», recordando la juiciosa y célebre cita de Campoamor. La Peña no está por entrar en polémicas ajenas, opta por exponer su evidencia, sin levar anclas y navegar por el mar de la especulación. Una evidencia que comienza el domingo pasado cuando sale feliz del Ciudad de Valencia con la sufrida victoria del Levante, obtenida gracias a un espléndido gol de Rivera, que culminó de manera brillante una combinación y dejada posterior de Sandro y Congo.
Al día siguiente, lunes, y al otro, martes, espera la Peña con paciencia ante el televisor verlo de nuevo. Pero se queda con las ganas, pues no se lo vuelven a pasar. Califica el hecho de lamentable ante el que no caben discusiones, ni puntos de vista encontrados. La certeza de la omisión, la privación del gol, de tan evidente es incontestable. «Llegará el día que cambiarán, no les quedará mas remedio, no nos dejemos amargar», dice el más animado de los peñistas en la mesa donde nos reunimos a cenar el pasado miércoles. «Brindemos por el ignorado gol en buena armonía y no nos airemos más por el tema», continúa diciendo mientras alza su copa de cava. Todos le seguimos, brindamos con él y expresamos a coro el grito entrañable de «¡Macho el Levante!». Las penas van desapareciendo poco a poco. La amena tertulia y la amigable sobremesa constituyen una terapia ideal para eludirlas.
Hoy, el día antes de acudir al Restaurante Granero de Serra para entregar el primer trofeo Ramón Ferrando al Levante UD, estaremos ante el televisor presenciando el partido de Soria, sin olvidarnos de grabarlo. Más que nada, por si se produce la victoria levantinista ante el rival menos goleado de Segunda en su campo, - sólo el Tenerife y el Algeciras han conseguido marcar allí -, y deseamos volver a disfrutarla.