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Además de los expositores tradicionales, existen otros dispositivos útiles que completan la estrategia de exhibición y organización. Los expendedores, por ejemplo, permiten una distribución eficiente de productos que requieren autoservicio, manteniéndolos accesibles y organizados para el consumidor. En muchos sectores como la cosmética, la alimentación o el pequeño menaje, el uso de una tolva pequeña puede optimizar tanto el almacenaje como la reposición, reduciendo costes operativos y mejorando la higiene del punto de venta. Cada uno de estos elementos debe ser pensado cuidadosamente según la naturaleza del producto, el comportamiento del comprador y las características del entorno comercial.