Triste Pedro Morata
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Uno se levanta con ganas y dispuesto a tomarse el primer café del día. Sin embargo, a veces se lo amargan.
Esta mañana, día 28 de octubre de 2015, ha vuelto Morata a ofrecer una visión oficial y edulcorada de cómo fichar a un entrenador, tal como lo ha hecho Quico Catalán, dejando a Manolo Salvador. Que si Rubi era la primera opción de Salvador (mentira: Francisco), que si Luis García era lo populista (mentira: Luis García no vendrá mientras esté Manolo Salvador). Que si Quico le ha dejado trabajar y ser valiente (mentira: no había otro en las condiciones económicas que se ofrecían).
Yo estaré con Rubi y me gustan sus propuestas. Pero esto es otro tema distinto.
He sondeado a Morata con el "guasap". No sabía qué era Proeleven. No me responde cuando le digo que busque si se han dirigido en serio a Luis García. No me responde cuando le sugiero que investigue si se dirigieron a Francisco o a su intermediario, porque está confirmado que se dirigieron a él pero no sé si a su agente Juanma López o creían que aún estaba en Proeleven. No lo sé… todavía.
Creía que un periodista investigaba y tenía conocimientos de su materia.
Creía que un periodista era un vigilante de las arbitrariedades del poder, aunque ya sabemos que no es un notario de la realidad sino un reconstructor de la realidad.
Evidentemente, no he querido escucharlo al mediodía porque todo serán cantos gregorianos hacia el Catalanato.
¿A cambio de qué todo esto, Morata?