La democratización de la Fundación… y del club
-
Igual que el Plan de Negocio y la reforma del estadio fueron patrañas de Quico Catalán para intentar justificar lo injustificable cuando decidieron no aceptar la oferta de Saver (podían haber sido sinceros, pero antes de estudiarla), la democratización de la Fundación y del club es una patraña que no se cree nadie y una manera de desviar la atención.
Han tenido cinco años para democratizar la Fundación. No lo han hecho. Ahora quieren hacerlo, reduciendo patronos ajenos al Levante que votaron sí a Sarver y dejando los que no asistieron porque así se puede hacer la jugarreta desde el Ayuntamiento y las Instituciones.
Lo siento por el joven Gabriel Salinas, y por tantos ingenuos como él, e incluso como un servidor hace dos años, que en algún momento creímos que las familias y los negocios personales ya no mandaban en el Levante. Nada: siguen igual que con Villarroel pero encima ni compran acciones.
Yo siento una enorme decepción con esta institución. La ilusión que pusimos en su momento no ha servido para nada.
Sólo falta que la degradación provocada por un búnker incapaz de evolucionar consume algo que es más que previsible este año: el desastre deportivo.
En el momento en que se consume, se acabó. A volver a ser el equipo errante de siempre.
Yo prefería unas perspectivas de futuro más ilusionantes. Para lo mismo de siempre, me quedo en mi casa y no cojo disgustos.
Mi corazón y mi exúlcera me lo agradecerán.