Delegación de Peñas
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No sé si se cumple 100 días ya de la nueva Delegación de Peñas, pero más o menos por ahí por ahí anda la cosa.
Creo que algunos de sus componentes siempre fueron muy críticos con las presidencias y directivas de Ricardo Gimeno y de Vicente Cosido.
Pero ahora veo que el carácter reivindicativo y que tanto defendió a los peñistas de Gimeno y de Cosido ha desaparecido. Ningún directivo de la Delegación es crítico con la línea de trabajo actual del club, y se han convertido en una directiva al estilo de las de Demetrio o Ernesto Calpe: asentir a cambio de no se sabe qué.
En la directiva había personas que zurraban a la mínima a las anteriores. Ahora están en silencio. Ahora ya no hay defectos endógenos en la Delegación. Ahora todo es perfecto.
A mí no me sirven las delegaciones colaboracionistas y al servicio del poder. Me sirven las que defienden los intereses de los peñistas.
Lo siento, pero el silencio de Gabriel Salinas en la Junta, el de los combatientes en los foros que ahora dicen que todo es perfecto o se callan, y el numerito que se está montando con la "democratización" del club me huele mucho al pasado.
A lo mejor es que las familias están cómodas con esta Delegación con poco fuste reivindicativo, no como las dos anteriores.