Memorias de un granota de hoy
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Me ha gustado hoy el articulo sobre mi paisano Paco Catala ke ha hecho Salvador Regües,se lo enseñare a su hijo con kien tengo una buena amistad,le gustara,un 10 para Regües.
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A ver si lo puedes postear aqui Negu.
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MEMORIAS DE UN GRANOTA:Este es el capítulo que ha salido en Levante EMV hoy. Faltan las fotos que no salen en Internet.
Catalá, un portero con récord
Salvador Regües
Dos temporadas después de bajar el Levante a Segunda pudo volver a Primera. La oportunidad llegó en la 66-67 cuando Ramón Balaguer, con su particular perspicacia, conformó una plantilla muy compensada que situó pronto al equipo en lugares altos de la tabla. Bajo el mando del nuevo entrenador Vicente Morera destacaban en ella el portero Catalá, los defensas Panchulo, Alfonso y Maestro, los medios Egea y López, Hidalgo, y los delanteros Pons, José Mari, Jenaro, Wanderlei, Héctor Núñez y Navarro Pareja. Unos eran jugadores con proyección, casos de Catalá, Panchulo, Pons y Wanderlei, y otros, casos de Héctor Núñez y Egea, ex-valencianistas de reconocida clase, figuras contrastadas.
Juntando clase, juventud y experiencia demostraron partido a partido que el Levante podía acabar la liga en posiciones de ascenso. La fortaleza de aquel equipo comenzaba en el portero y la zaga, genuino ejemplo de eficacia y compenetración. Sus buenas prestaciones hicieron posible acabar la primera vuelta sin encajar un solo gol en Vallejo. Una hazaña histórica que no ha vuelto a repetirse y miren que han pasado años.
Un formidable récord del portero Catalá que lamentablemente ha permanecido perdido en el olvido. Su familia no lo conocía. «Ni idea del récord que usted nos cuenta, nadie nos lo ha comentado», dijeron su viuda y su hijo cuando charlamos con ellos en la inauguración de la Peña Levantinista de Cullera hace año y medio. Ni siquiera cuando dejó este mundo en los noventa hubo una sola persona que se acordara del hecho. Por este motivo lo contamos en estas memorias con todos los honores, recordándolo como una gesta destacable de la historia granota. Para que nos lea desde el más allá el bueno de Catalá y agradezca por fin nuestro modesto homenaje.
Había nacido en Cullera y jugado en las categorías inferiores del Valencia. Del Mestalla cambió de acera y vino al At. Levante, en Tercera División. En él demostró sus virtudes, basadas en la sobriedad, los grandes reflejos y la buena colocación. Constituyó el ideal complemento en la portería de un filial levantinista que daba entonces recitales de buen fútbol en las mañanas dominicales en Vallejo. Desde el mismo Catalá hasta el extremo Noverges, pasando por futbolistas de la talla de Jenaro y José Mari, la belleza del juego imaginativo predominaba en el At. Levante de aquella época.
Podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que fue el mejor filial que hemos visto, de parecido nivel al que acaba de lograr en 2004 el ascenso a Segunda B. Acudía numeroso público a verle jugar y el ambiente era muy animado cuando le visitaba algún rival provincial acompañado de su hinchada.
Recordamos puntualmente un partido ante el Torrente, con multitud de seguidores torrentitos en el fondo del marcador de Vallejo, que se encararon continuamente con Catalá para ponerle nervioso. Pero no lo lograron, pues otra de las virtudes de este añorado guardameta era su aparente impasibilidad ante la presión del público. Cuando bajó el Levante a Segunda pasó al primer equipo. Como titular del mismo permaneció dos temporadas. En la primera se fue ganando el puesto y en la segunda, la del citado récord, se consagró como insustituible bajo los palos. Y aunque el final de ese campeonato de liga fue extraño, con partidos sospechosamente perdidos por el Levante, que eliminaron cualquier opción de ascenso, la excelente campaña del guardameta cullerense no cayó en saco roto. Se fijaron en él varios equipos y cuando terminó la liga fue traspasado al Málaga. Se marchó, en compañía de Pons y Wanderlei, un auténtico lote de lujo. Terminó así su historia en el Levante pero quedó para siempre en el libro de honor del recuerdo su imagen de seguridad defendiendo la portería local en el campo de Vallejo.
Nunca sabremos por qué en aquella temporada se decidió no luchar hasta el final para volver a Primera. Quizás la razón estuvo en que Antonio Román, el presidente, no encontró apoyos, se sintió abandonado por las fuerzas vivas y sociales de la ciudad, y no se atrevió a dar el salto. La evidencia de ello fue la falta de ambición exhibida por el equipo en el tramo final de la liga. Que dejó en agua de borrajas la posibilidad de acabar primeros y retornar. Fue una auténtica desdicha ese frenazo final, porque la afición se quedó muy tocada. No asimiló bien el fracaso. Y mucho menos el debilitamiento del equipo por la marcha de jugadores como los tres citados, los traspasados al Málaga. Pero no había dinero en caja, y la maltrecha economía levantinista pareció obligar a realizar estas acciones indeseadas. La consecuencia de las mismas fue la llegada a un punto de inflexión decisivo en la historia del Levante. Porque al año siguiente llegó su descenso a Tercera. E inició la más larga de sus travesías del desierto. Una complicada aventura que les contaremos en futuros capítulos de nuestras memorias.
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Preciosa historia
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Yo también he tenido la ocasión de leerlo y la ver es sorprendente por 2 motivos.
1º Por lo gran persona y portero que era
2ºPor que como siempre pasa en este club se olvida muy pronto a las leyendas.Si este hombre todavia conserva ese record,deberia de ser recordado más a menudo,pues por desgracia todavia no tenemos muchos heroes deportivos a los que ensalzar,él, Dominguez(unico internacional absoluto hasta la fecha) y poco más.Los hubo que dejaron hueya como Latorre,pero este tipo de jugadores deberian estar siempre en la memoria de todos los aficionados y ese papel debe guiarlo y engrandecerlo el propia club,sino corremos el riesgo que queden perdidos en la memoria como el gran guardameta Catala.