Vamos a ir a mejor, todos los que aquí escribimos perseguimos lo mismo ¿ o no ?. Hay mucha razón en lo que se ha escrito desde que el otro día busqué los resultados de toda la escuela, razón le doy al que apunta el tema de ser siempre los segundones que esperamos los descartes de nuestros vecinos. Pero eso es difícil de evitar si siempre asumimos nuestro rol de segundón.
Otro problema añadido es la pérdida de jugadores de la escuela que, si no son mejores que los que vienen, no les tienen mucho que envidiar. Jugadores que se les adjudicó un equipo allá por el mes de Julio, o por lo menos una expectativa de estar en ese equipo, y que en el breve plazo de tres semanas de prueba y a una semana vista del comienzo de la competición, se les comunica por personal técnico que lleva como quien dice dos días aquí, que no cuenta con él, y tararí, tarará. Adiós chaval o te mando al Levante Z, sin contar si en la letra Z hace falta alguien en ese puesto. Consecuencia: equipos masificados y desmotivación.
El año pasado se nos fueron muchos jugadores debido a la caída del primer equipo (ver "vergüenza de escuela" en este mismo foro allá por el mes de Noviembre del 2008) pero los que quedamos aquí, sea por lo que sea, lo decidimos porque estabamos bien, nos sentíamos queridos. Se criticaba ya el no saber apreciar lo que tienes, y este año vuelve a ocurrir, y no me vale lo de transición, porque alguno de los de arriba ya estaban aquí por entonces. Venga hombre, no caigamos siempre en lo mismo y hagamos una escuela en la que los niños desde que empiezan puedan ver una proyección dentro de lo que tienen a su alrededor.
Hagan las preselecciones por el mes de Junio o Julio y cuidado con las pruebas de selección, no cojamos todo lo que nos viene de fuera menospreciando a lo que tenemos dentro.
Me consta, con todo, que hay jugadores que han recibido llamadas de otros equipos importantes y, a pesar de no estar bien situado en esta escuela, han decidido ellos mismos quedarse con sus amigos, con sus compañeros de formación de hace años. Intenten cuidar ese espíritu porque el día que decidan irse, pasará otra vez, se irán en tromba, TODOS JUNTOS. Estamos formando personitas como jugadores, pero son eso, personas.
Y allá los otros, los mercenarios del fútbol, que hoy estoy aquí porque me conviene y mañana estoy allá porque me mola más, o le mola más a mi padre, que todavía es más triste. Eso pienso, es para profesionales.
De todo corazón, no es criticar, es animar a que podamos hacer una escuela puntera.
Vamos, lo podemos mejorar.