DESDE ORRIOLS HASTA EL CIELO
Son siete los días de la semana, siete las notas musicales, siete los colores del arco iris y siete las victorias consecutivas que ha logrado el mejor Levante de todos los tiempos. El 7 es el número sagrado por excelencia, el número del poder espiritual, el número del aura y el número de chakras, que son unos centros de energía que tenemos por el cuerpo pero que nadie ve. Y es que, lo que está sucediendo esta temporada en Orriols está a puntito de ser estudiado como fenómeno paranormal. De hecho, el New York Times, que es algo parecido a las sagradas escrituras del siglo XXI, está preparando un reportaje interplanetario para difundir los secretos del JIM team. Así que, como se les ocurra volver a ganar en Pamplona que se vaya preparando el alcalde de Buñol porque la próxima semana aterrizará Iker Jiménez con todo su equipo por la Ciudad Deportiva y no se descarta que el Área 51 del ejercito de los EEUU tome una serie de muestras del polvo de la cementera, que entremezclado con el microclima de la comarca podría producir unos efectos todavía desconocidos para el cerebro humano. Mientras tanto, en el mercado del Cabanyal, el tío Paquito se emociona leyendo el AS y una lágrima desciende por su rostro al ver la clasificación. El anciano recopila portadas con el único propósito de llevárselas el martes a su padre y a su hermano, que descansan en el cementerio y con los que compartió muchas tardes en Vallejo y en el Nou Estadi. La prueba científica del fenómeno no está en el cemento, es el alma granota.
José Manuel Alemán