@hoosier:
Claramente hay que llamarlo así: cese. No se trata de una no-renovación. Se trata de una pérdida de confianza del Consejo de Administración que deriva en la salida de Juan Ignacio. Desde distintos ámbitos, llevan toda la temporada desacreditándolo con el beneplácito del club que, al fin y al cabo, es quien dice a quién y a quién no hay que atizar. Los que lo hacen, ejecutan órdenes, como todo el mundo sabe.
Lo último que hay que leer y escuchar es que la "no-renovación" es cosa de Manolo Salvador. Que no lo quieren porque trata mal al médico y los utilleros. Que no lo quieren porque el vestuario se le ha ido de las manos (¿a quién se le ha ido de las manos en realidad? ¿al entrenador? ¿quién permite esta actitud de los jugadores? ¿quién se inmiscuye en el trabajo del entrenador?)
Se trata de excusas peregrinas. Las razones que se dan para el cese de JIM poco tienen que ver con sus resultados deportivos. Al fin y al cabo, los resultados hacen del entrenador "el mejor de la historia". ¿O acaso los resultados sirven para encumbrar a todo el mundo menos al entrenador? Si las razones del cese no son deportivas, ¿es creíble que sea el director deportivo quien tome la decisión de cesar al entrenador? Por supuesto que NO.
Este señor no gusta al consejo. Debe hablar demasiado claro, en un club dónde hablar claro no gusta. Lo que gusta es el compadreo, el halago fácil y estéril que alimenta vanidades y, sobre todo, justifica sueldos. Pero lógicamente, han de venderle a la gente la moto de que la decisión es EXCLUSIVAMENTE de Manolo Salvador. ¿Qué sucedería si el próximo entrenador sale rana?
Juan Ignacio ha demostrado que sabe de fútbol. Estamos cambiando algo que ha funcionado. Y ésa es la mejor manera de que las cosas salgan mal.
No estoy de acuerdo contigo en esta ocasión, Hoosier. Es decir, no podemos hacer partícipe al técnico de lo bueno pero no de lo malo. Si tiene su mérito en la primera vuelta y el año pasado, que lo tiene (y mucho), obviamente también tiene demérito en firmar números CLAROS de descenso en la segunda vuelta. Y como esta segunda vuelta es el presente, poco me importa 'la historia' en este caso. Un club puede fijarse en su pasado, pero vive de su presente. Y su presente, ciñéndose únicamente a los números, son de descenso y, lo que es peor, sin visos de nuevas ideas ni de mejora. Así que lo más objetivo, que son los números, demuestran A LAS CLARAS que no debería ser entrenador para el Levante la próxima temporada y estoy seguro, además, que de no haber tenido el colchón que tenía habría sido destituído de forma prácticamente segura. Y reitero que te hablo de números. No te digo ya otros aspectos, en los que no ahondaré porque son opiniones personales en las que estoy prácticamente seguro que no nos pondríamos de acuerdo.