por lo pronto, ya está forzando su salida:
del diario jerez información:
Sicológicamente estoy fatal, espero que me dejen salir”
Dani Pendín estudia la posibilidad que pudiera existir de rescindir su contrato por impago
RUBéN CASTILLA JEREZ
Las despedidas, negociaciones con otros equipos y deseos de abandonar el Xerez se están repitiendo en los últimos días. La actualidad deportiva, nada trascendente, ha quedado en un último plano. El encuentro ante el Polideportivo Ejido está de más y buena prueba de ello es que nada se ha hablado de dicho compromiso a lo largo de la semana. La actualidad en estos momentos pasa exclusivamente por conocer qué es lo que va a pasar con el Xerez y con los integrantes de su plantilla.
Los que terminan contrato lo tienen claro. Calle ya cerró hace varias semanas su traspaso al Recreativo de Huelva, Catalá regresará tras su cesión al Albacete. También volverá Toni Doblas al Betis para, una vez allí, buscar una nueva salida. Canito confirmó el miércoles que abandona el cuadro azulino, algo que también han comentado ya Marcos Mato, Rodri y Clotet. Selu dijo en su momento que iba a apurar al máximo antes de tomar una decisión, aunque en las últimas horas parece que puede tenerlo casi todo hecho con un equipo de Segunda. Shang Yi volverá a su país mientras que Bajic espera que el club se digne a decirle que no cuenta con él para el próximo ejercicio. Por su parte, Ramón Martí busca un equipo en el que poder finalizar su carrera deportiva.
Una situación bien distinta viven los futbolistas con contrato en vigor. En los últimos días les hemos venido contando las intenciones de la mayoría de ellos. Casi todos no están dispuestos, a pesar de las ataduras, a continuar en la misma situación en el Xerez. Moreno, “por ninguno de nosotros pasa seguir aquí”; Cachorro, “le he dicho a mi representante que se mueva” y Jurado, “si pudiera elegir no dudaría en marcharme”, son algunos de los ejemplos de la desilusión y el pesimismo generalizado.
Esperando una respuesta
Dani Pendín también habló ayer su futuro indicando que “llevamos un mes dándole vueltas al tema y todo sigue igual. Pensaba que el club se iba a pronunciar antes en cuanto a mi tema, pero veo que todo sigue igual. No le han contestado a mi representante y sigo a la espera tras más de un año intentando solucionar mi situación. Ahora me tengo que ir a Argentina sin un duro y sin saber absolutamente nada de que es lo qué va a pasar conmigo”.
El hispano argentino ya ha dejado bastante claro en muchas ocasiones que no aguanta más: “Llevo dos años aquí pero parecen que han sido diez. Espero que el club me dé la posibilidad de irme. Aunque me pagasen todo el dinero que me deben no estaría dispuesto a quedarme aquí. Sicológicamente estoy fatal, quemadísimo. No quiero quedarme otro año aquí jugando gratis. No me han pagado absolutamente nada de mi traspaso y mi intención es la desenchufarme de esto, cambiar de aires e irme a un equipo donde pueda estar tranquilo”.
Desde el Xerez apuntaron en su día que no van a dejar que nadie con contrato se mueva. Por este motivo, el agente del pibe estudia las posibilidades que pudieran existir de rescindir el contrato por impago. Por cierto que en los próximos días podría conocerse la sentencia de la FIFA en relación a la denuncia interpuesta por el equipo de procedencia del hispano argentino. Aunque este tema no es el que más le preocupa al medio ya que “supongo que entre el club argentino y el Xerez acabarán llegando a un acuerdo”.
Lo que más le obsesiona a Pendín es el próximo curso liguero. Si no pudiese encontrar la forma de salir del Xerez, Dani lo tiene todo bastante clarito: “Me restaría tan sólo un año de contrato y si tengo que cumplirlo, lo haré. Aunque eso sí, estaré muy quemado y no jugaré. No creo que al club le convenga tener a un jugador en estas circunstancias. Yo he dado todo por estos colores y no dudaría volver a darlo por el respeto que le tengo a mis compañeros, a toda la afición y a la gente de la ciudad. Pero lo que no quiero es que sigan jugando con mi dinero y mi futuro y el de mi familia. Estás condiciones no son nada agradables para un futbolista profesional. No he parado de comerme el coco todo el año”.