Se me olvida añadir que Garrido, entrenador del Villarreal B, también cometió varios errores que subsanó en la segunda parte, más tarde que Luis García.
El más determinante, la alineación del lateral derecho, una apuesta por un jugador más ofensivo, con lo cual Juanlu, mientras tuvo fuerzas, hizo lo que quiso. En el banquillo se quedó el que debió jugar.
En los principios de temporada los entrenadores suelen cometer algunos errores importantes. Pero nadie es perfecto en el fútbol ni en la vida. Lo importante es el resultado global y tanto Garrido como Luis García son muy solventes.