300
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La acabo de ver y no me ha gustado.Quizá esperaba ver otra cosa y me he quedado un poco "pallá". Para verla y olvidarla, aunque para gustos, colores.
Por cierto, la de Hannibal el Origen del Mal es decepcionante.
Para compensar, una que si me ha gustado. El Libro Negro, de Paul Verhoeven.Joder tete, esa mula echa humo.
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La acabo de ver y no me ha gustado.Quizá esperaba ver otra cosa y me he quedado un poco "pallá". Para verla y olvidarla, aunque para gustos, colores.
Por cierto, la de Hannibal el Origen del Mal es decepcionante.
Para compensar, una que si me ha gustado. El Libro Negro, de Paul Verhoeven.Joder tete, esa mula echa humo.
Las he visto en el Cine hermano, menos la de Hannibal (afortunadamente).
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Es una película que no dejará indiferente. Tiene su estética peculiar (no original, por cierto), su guión técnico (que no el literario) más trabajado que en otras películas estadounidenses, sus interpretaciones correctas, su ritmo adecuado, pero le falta el ser menos pretenciosa y el servilismo al efecto visual. No encaja bien su estética futurista en una historia de la era antigua.
Es una película irregular. Le falta peso al guión, como a casi todo el cine de Hollywood. NO aburre pero tampoco pasará a los anales de la historia del cine. El tiempo se la comerá.
Ahora que la he visto sí que puedo opinar.
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Bo, doncs ja he vist la peli i està prou entretinguda. Això si, t'ha d'agradar el génere o saber de que va la peli perquè sinò no te cap sentit vore-la.
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Retiro lo dicho antes, por circunstancias de las que estoy poco orgullosa hoy acabé viendo esta película y he de decir que me gustó, es un poco triste para mi gusto pero la realización y la fotografía de la misma me resultó fascinante.
un 9,5 para 300!!
ESPARTANO!
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Yo la vi el viernes pasado y me dejó indiferente… Ni me gustó ni me dejó de gustar, simplemente una película más por la que no hubiera pagado lo que pagué por verla.
Aadeeuusss
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@Cristmas:
Yo la vi el viernes pasado y me dejó indiferente… Ni me gustó ni me dejó de gustar, simplemente una película más por la que no hubiera pagado lo que pagué por verla.
Aadeeuusss
Precisamente por eso yo no pagué
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Bueno,me la bajé y ayer la ví.Si me hubiera gustado,pues igual pensaria en verla en el cine.
Pero ni fu ni fa.Estética de videojuego,unos combates tipo videojuego.Y poco contenido.
Eso si,para pasar un rato entretenido,y ver los efectos especiales en pantalla grandota,pues sí.Pero sin mas.
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De Bambi y los 300
Cristina LosadaAhora, quienes son capaces de dar la vida en defensa de la libertad son ¡de derechas! Hete ahí, destruido, el mito que ha alimentado el atractivo de la izquierda durante generaciones. Unas décadas atrás, la izquierda hubiera saludado la película 300 como una de las suyas. En los guerreros espartanos dispuestos a defender la libertad habría visto a unos héroes de su cuerda. La libertad de la izquierda de antaño requiere comillas, pero fuera como fuese, asumía que su defensa o consecución tenía un precio. En aquel entonces, el izquierdista no ocultaba su belicosidad tras retóricas de paz, salvo para engañar al enemigo. Se jactaba de ella. La revolución era sangrienta y el terror, necesario. Los sentimientos humanitarios se arrumbaban como debilidades burguesas. Y la afinidad con los 300 se hubiera consolidado al recordar que en Esparta regía una especie de comunismo, un sistema colectivista, en el que el dinero, el oro, se consideraba corruptor y se proscribía el comercio. ¡Unos anticapitalistas!
Seguramente, encontrarían en el guión esta o aquella ambigüedad ideológica, pero los que se enardecían con las historias de la Revolución rusa, con la Larga Marcha, con las guerrillas comunistas de Asia, África e Iberoamérica, se identificarían con los espartanos. Hoy, sin embargo, quienes pasean la etiqueta de izquierdas con la ostentación del nuevo rico han acordado que esta película es de derechas. Gran baza le han cedido. Singularmente a los neocon, que por lo visto han inspirado esta obra espléndida. No sólo por el éxito que ha conseguido en Estados Unidos y en España, donde el cómic de Miller va por su novena edición, sino, sobre todo, por esto: representa la cesión de los ideales y del heroísmo. Ahora, quienes son capaces de dar la vida en defensa de la libertad son ¡de derechas! Hete ahí, destruido, el mito que ha alimentado el atractivo de la izquierda durante generaciones.
No es que esa izquierda presuntuosa haya dejado de admirar cierto tipo de violencia. Todavía sus ídolos llevan armas y uniforme, como el Che, Fidel, Arafat, el subcomandante y tutti quanti. Aún le gustan los símbolos de la revolución y su terror. Sigue enamorada de las guerrillas. Frente al terrorismo de izquierdas y el islamista se parapeta en la ambigüedad y de un modo u otro, lo justifica. No le repugna la agresión física contra el adversario. Incluso un gobierno que no cesa de envolverse en la bandera de "la paz", como el de Zapatero, cultiva la amistad de regímenes militaristas y belicistas: Cuba, Venezuela, China, Irán. Hasta les vende armas. Y ello sin que ninguno de sus intelectuales, y me refiero a Almodóvar, De Toro, Bosé y cía., se revuelva. La fascinación por la violencia se mantiene latente, en un quiero y no puedo vergonzante, que a veces sale por las costuras: "fusilaría". Pero oficialmente somos pacifistas. Oficialmente, la izquierda ha sido siempre pacifista. Ay, si Lenin y Trotsky levantaran la cabeza. O La Pasionaria. Y fue Ibárruri quien afirmó: más vale morir de pie que vivir de rodillas. Ahora, esa proclama está en boca de los espartanos. O sea, de la derecha.
No extraña que 300 provoque rechazo en esa izquierda española que encarna como nadie Zetapé. Se ha de sentir retratada, y no en los guerreros. Es la izquierda que reserva su beligerancia para el adversario democrático y se arruga ante el enemigo totalitario. O se alía con él. La que acogería las ofertas de Jerjes a Leónidas, como acepta las de ETA. La que predica el apaciguamiento y condena a quienes puedan sostener, al modo de los 300, que prefieren arriesgar su vida antes que perder la libertad. Esa actitud vital, moral, política, le resulta completamente ajena. Iba a decir que ya no dispone de héroes, pero no es así. Se le ha acabado la épica, pero le queda "Bambi". El paradigma de la manipulación sentimental. Y es que no padece ni practica otra cosa la izquierda disneylandia.
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Claaaaro que sí.
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Bueno la pelicula esta bastante chula no es que sea lo mejorcito pero es divertida si te gusta ese estilo sino estaras ahi como mi madre maldiciendo a toda la familia por que decia que no tenia nada de reirse ni nada de bodas americanas que es lo que le gusta.
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@alianzadecivilizaciones:
De Bambi y los 300
Cristina LosadaAhora, quienes son capaces de dar la vida en defensa de la libertad son ¡de derechas! Hete ahí, destruido, el mito que ha alimentado el atractivo de la izquierda durante generaciones. Unas décadas atrás, la izquierda hubiera saludado la película 300 como una de las suyas. En los guerreros espartanos dispuestos a defender la libertad habría visto a unos héroes de su cuerda. La libertad de la izquierda de antaño requiere comillas, pero fuera como fuese, asumía que su defensa o consecución tenía un precio. En aquel entonces, el izquierdista no ocultaba su belicosidad tras retóricas de paz, salvo para engañar al enemigo. Se jactaba de ella. La revolución era sangrienta y el terror, necesario. Los sentimientos humanitarios se arrumbaban como debilidades burguesas. Y la afinidad con los 300 se hubiera consolidado al recordar que en Esparta regía una especie de comunismo, un sistema colectivista, en el que el dinero, el oro, se consideraba corruptor y se proscribía el comercio. ¡Unos anticapitalistas!
Seguramente, encontrarían en el guión esta o aquella ambigüedad ideológica, pero los que se enardecían con las historias de la Revolución rusa, con la Larga Marcha, con las guerrillas comunistas de Asia, África e Iberoamérica, se identificarían con los espartanos. Hoy, sin embargo, quienes pasean la etiqueta de izquierdas con la ostentación del nuevo rico han acordado que esta película es de derechas. Gran baza le han cedido. Singularmente a los neocon, que por lo visto han inspirado esta obra espléndida. No sólo por el éxito que ha conseguido en Estados Unidos y en España, donde el cómic de Miller va por su novena edición, sino, sobre todo, por esto: representa la cesión de los ideales y del heroísmo. Ahora, quienes son capaces de dar la vida en defensa de la libertad son ¡de derechas! Hete ahí, destruido, el mito que ha alimentado el atractivo de la izquierda durante generaciones.
No es que esa izquierda presuntuosa haya dejado de admirar cierto tipo de violencia. Todavía sus ídolos llevan armas y uniforme, como el Che, Fidel, Arafat, el subcomandante y tutti quanti. Aún le gustan los símbolos de la revolución y su terror. Sigue enamorada de las guerrillas. Frente al terrorismo de izquierdas y el islamista se parapeta en la ambigüedad y de un modo u otro, lo justifica. No le repugna la agresión física contra el adversario. Incluso un gobierno que no cesa de envolverse en la bandera de "la paz", como el de Zapatero, cultiva la amistad de regímenes militaristas y belicistas: Cuba, Venezuela, China, Irán. Hasta les vende armas. Y ello sin que ninguno de sus intelectuales, y me refiero a Almodóvar, De Toro, Bosé y cía., se revuelva. La fascinación por la violencia se mantiene latente, en un quiero y no puedo vergonzante, que a veces sale por las costuras: "fusilaría". Pero oficialmente somos pacifistas. Oficialmente, la izquierda ha sido siempre pacifista. Ay, si Lenin y Trotsky levantaran la cabeza. O La Pasionaria. Y fue Ibárruri quien afirmó: más vale morir de pie que vivir de rodillas. Ahora, esa proclama está en boca de los espartanos. O sea, de la derecha.
No extraña que 300 provoque rechazo en esa izquierda española que encarna como nadie Zetapé. Se ha de sentir retratada, y no en los guerreros. Es la izquierda que reserva su beligerancia para el adversario democrático y se arruga ante el enemigo totalitario. O se alía con él. La que acogería las ofertas de Jerjes a Leónidas, como acepta las de ETA. La que predica el apaciguamiento y condena a quienes puedan sostener, al modo de los 300, que prefieren arriesgar su vida antes que perder la libertad. Esa actitud vital, moral, política, le resulta completamente ajena. Iba a decir que ya no dispone de héroes, pero no es así. Se le ha acabado la épica, pero le queda "Bambi". El paradigma de la manipulación sentimental. Y es que no padece ni practica otra cosa la izquierda disneylandia.
Todo esto son chorradas. Soy de izquierdas, o al menos creo que la justicia social, en la libertad y en la igualdad de oportunidades, y el mensaje de "300" me parece de lo más positivo de la película.
Alianza: creo que estás confundiendo izquierdas. Yo soy antinacionalista, por eso me llaman españolista algunos, y con orgullo digo que soy españolista, republicano-socialista y federalista. No me metas en el mismo saco donde hay otros que son de derechas pero van de izquierdosos.
La izquierda es algo más serio y coherente que el PSOE, partido que ejecuta una política económica muy de derechas, y que se encargó de desmantelar la izquierda real durante su mandato, no lo olvides, y que los nacionalistas que se dicen de izquierdas (es un oxímoron esta afirmación).
Ser progre es una cosa y ser de izquierdas otra, Ali.
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esto es un artículo, que no he escrito yo (logicamente no me llamo Cristina Losada). Y lo han escrito porque hay una polémica sobre esta película, que en USA ha sido rechada por la izquierda, por que dicen que transmite ideas derechistas. a ti te parece que no , pues bueno.
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@alianzadecivilizaciones:
esto es un artículo, que no he escrito yo (logicamente no me llamo Cristina Losada).
Y cómo te llamas, Cristina LoSANTOS? Uohjeje
Sin acritud, che, que me he levantado con ganas de marcha. xDD
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@alianzadecivilizaciones:
esto es un artículo, que no he escrito yo (logicamente no me llamo Cristina Losada). Y lo han escrito porque hay una polémica sobre esta película, que en USA ha sido rechada por la izquierda, por que dicen que transmite ideas derechistas. a ti te parece que no , pues bueno.
Hombre.Yo tambien me considero de izquierdas.¿Pero ideas derechistas en la película?.Hay que ver que eso es Esparta.Y de pequeñito me enseñaron los de Esparta eran guerreros y en Atenas mas de pensadores.
Que luego fuera como en la película,pues ahí no llego.