Yo ya empiezo a pensar que Preciado es un lastre del que nos hemos de desprender cuanto antes, ganemos o no ganemos contra el Tenerife.
El que ganemos puede que no signifique que nuestros males se han acabado, pues puede insistir en sus demoledoras-innovadoras sutilezas tácticas en lo que alineaciones se refiere.
Igual perdemos pero todos vemos que por fin Manolín ha escuchado al sentido común y eso daría lugar a la esperanza. Pero me temo que Manolín hace tiempo que riñó con el sentido común y ahora ya no se habla con él, aduce "diferencias irreconciliables".
Asi que, ante este divorcio, lo mejor es la divergencia de caminos y a nosotros nos conviene seguir la senda del sentido común.