El Cristianismo
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@alekgrana dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 yaa pero quedaba bien, el principio de algo apocalíptico xD
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En Cuaresma la Iglesia católica propone lecturas cada días que evocan, recuerdan o desarrollan los temas principales de la misma, que son la preparación a la Semana Santa por medio del ayuno, la oración y la limosna.
En las lecturas de hoy se hace hincapié en la importancia de que los signos religiosos externos sean concordantes con la rectitud del espíritu interior, pues a Dios le repugna la hipocresía.
Así, leemos en la primera lectura, del libro del profeta Isaías (1, 10.16-20) "Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien. Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda", que explícitamente exige que la purificación ritual exterior vaya acompañada de una interior.
En el salmo 48 se entresacan estos versículos: "No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí. Pero no aceptaré un becerro de tu casa, ni un cabrito de tus rebaños. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?". En esta ocasión se hace referencia a los sacrificios rituales de la Antigua Alianza, y el contraste con un rechazo práctico a los mandatos de Yahvé de aquel que los practica.
Por último el Evangelio (del capítulo 23 de san Mateo) escogido es bastante conocido: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos
dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar". Uno de los textos que podríamos llamar "maldición de los fariseos" en los que se les señala como ejemplo de hipocresía, por querer aparecer ante el pueblo como los más perfectos creyentes (fariseo viene del arameo parisayya romanizado "parusim", que significa los "apartados o separados", es decir, los diferenciados del resto, se supone que mejores).Todos los textos llevan una evidente enseñanza en contra de la hipocresía religiosa, pero nótese también que los tres reconocen la importancia de la religiosidad exterior (los rituales, "no te reprocho tus sacrificios") y la doctrina ("haced y cumplid lo que os digan"). Es decir, que el mal ejemplo de un creyente, o un ministro del culto no debe hacernos olvidar que las enseñanzas de Dios son buenas. Esto cumple para los movimientos puritanos (tanto dentro como fuera de la Iglesia) que, como los donatistas, exigen la perfección del creyente, sacerdote o predicador para aceptar el ritual o la enseñanza divina.
Pero los seres humanos somos así, y ver un comportamiento incoherente de un creyente en una fe o en un pensamiento político o filosófico nos hace desconfiar de dicha creencia, más que del ser humano débil.
Tiene además otra lectura consoladora para el creyente de a pie: el que nosotros seamos ocasionalmente o con frecuencia incoherentes con nuestra fe no debería significar un impedimento a un ajeno para aceptar la veracidad de lo que profesamos. Como bien dice san Pablo "hacemos el mal que no queremos y no el bien que queremos". Es decir, que llevamos la luz en vasijas de barro y, sin caer jamás en la hipocresía, no debemos desesperar si alguna vez caemos en tentación de no obrar conforme a cómo creemos, dando mal ejemplo así a otros.
Hay que arrepentirse del mal ejemplo dado y hacer propósito firme de no volver a darlo, y Dios misericordioso siempre nos levantará para seguir caminando y dando frutos de buenas obras.
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El Concilio Vaticano II fue un evento importante en la historia de la Iglesia.
Las imágenes más significativas de su ceremonia inaugural están en este documental de aproximadamente hora y media de duración.
Hay otro "completo" a base de la señal de TV de la RAI pero es mucho más largo y de peor calidad de imagen.Sin duda sería mucho más interesante poder ver imágenes de antiguos Concilios como los de Nicea, Éfeso, Letrán o Trento, pero hoy por hoy es inviable. Quizá algún día.. quién sabe?
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Mmmmmmm
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@rana-baileys seguro que el vídeo de Letrán acabará apareciendo en la polvorienta biblioteca de algún monasterio benedictino suizo.
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
@rana-baileys seguro que el vídeo de Letrán acabará apareciendo en la polvorienta biblioteca de algún monasterio benedictino suizo.
Y si está en DVD también nos valdría
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He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Y cuál era exactamente su misión?
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Conta, conta...
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Y cuál era exactamente su misión?
Supongo que la misma de todo misionero cristiano, ¿no?
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Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
Això diu el kiko?
En fin, esperar algo de esa secta es bastante ilusorio.
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
Home, lo de els testigos de Jehovà ho dirà pels católics "llatins".
En Ucrania hi ha una esglesia oriental greco-católica, que té més de 4 milions i mig de fidels, està en comunió ab Roma i en algunes provincies més occidentals del país es sinclús la majoritartia.
https://ca.wikipedia.org/wiki/Església_grecocatòlica_ucraïnesa
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Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala, un pueblo cercano a la ciudad de Faisalabad en Punjab (Pakistán), donde arrasaron varios tempos cristianos y cientos de hogares, destruyeron imágenes religiosas, biblias y saquearon las casas. Unos mil vecinos cristianos hubieron de huir a los campos, donde pasaron la noche. desde allí vieron su barrio arder, muchas casas, iglesias y comercios quedaron arrasados.
El motivo: se corrió la voz de que un limpiador cristiano había insultado a Mahoma y ultrajado un Corán. Algunos testigos afirman que desde los altavoces de una mezquita se llamaba a los fieles musulmanes a atacar a los cristianos.Pakistán es uno de los países donde mayor persecución a las minorías religiosas existe, sobre todo a los cristianos.
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala, un pueblo cercano a la ciudad de Faisalabad en Punjab (Pakistán), donde arrasaron varios tempos cristianos y cientos de hogares, destruyeron imágenes religiosas, biblias y saquearon las casas. Unos mil vecinos cristianos hubieron de huir a los campos, donde pasaron la noche. desde allí vieron su barrio arder, muchas casas, iglesias y comercios quedaron arrasados.
El motivo: se corrió la voz de que un limpiador cristiano había insultado a Mahoma y ultrajado un Corán. Algunos testigos afirman que desde los altavoces de una mezquita se llamaba a los fieles musulmanes a atacar a los cristianos.Pakistán es uno de los países donde mayor persecución a las minorías religiosas existe, sobre todo a los cristianos.
Lamentable
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"María parece, exteriormente, una mujer como las demás, pero es un Templo, que la gracia prepara para Dios. Y si para honrar el Templo de Jerusalén quiso Dios, en cierto modo, presentarse él mismo, bajando sensiblemente en figura de una nube [Ex 40, 33. En realidad es el tabernáculo con el arca lo que llena la nube de Yahvé]; ¿no era preciso, que habiendo formado el designio de bajar al templo vivo de María, le consagrase también? En ese Templo no debe preceder la construcción a la consagración, como sucede en los otros; es necesario, que el primer momento de su vida sea asimismo el de su consagración, para que de este modo se pueda decir de ella lo que se dijo del Templo de Salomón, que Dios llenó de su majestad y su gloria [2 Crónicas 7, 1-2]."
Del "Año Christiano", en su traducción castellana del francés, en el día correspondiente a la festividad de la Inmaculada Concepión de María, año 1787.
Faltaban dos años para el estallido de la Revolución liberal francesa.
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ESTAS NAVIDADES SINIESTRAS
"Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social. Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina.
Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.
La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos, como sucede en España con toda razón, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria, perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.
Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad de nieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen San Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina.
Según la leyenda nórdica, San Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germánicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de los juguetes. Hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia, luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducidos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.
Todo eso en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños, viendo tantas cosas atroces, terminen por creer de verdad que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos."
Gabriel García Márquez
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
ESTAS NAVIDADES SINIESTRAS
"Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social. Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina.
Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.
La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos, como sucede en España con toda razón, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria, perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.
Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad de nieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen San Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina.
Según la leyenda nórdica, San Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germánicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de los juguetes. Hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia, luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducidos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.
Todo eso en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños, viendo tantas cosas atroces, terminen por creer de verdad que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos."
Gabriel García Márquez
Magnífico.
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@gimnastico_1909 Yo tengo dos Belenes.... Siempre me han gustado los dioramas xD
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Ayer se celebró el día mundial de la mujer en la ciencia.
Con tal motivo traigo la figura de Miriam Stimson, monja dominica estadounidense que hizo una gran aportación al mundo de la ciencia aunque su doble condición de mujer y monja no ayudó en su reconocimiento. Trabajó especialmente en temas de ADN y su aplicación en la lucha contra el cáncer.
Aporto un artículo sobre ella en el que también aparece enlazado otro sobre el cristianismo y la ciencia.
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
Ayer se celebró el día mundial de la mujer en la ciencia.
Mi musa, mi ídola es Heydi Lamarr, que además de ser una mente brillante y ser una adelantada a su tiempo...estaba Lamarr de bien xD ( tenia que hacer la gracieta)
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@alekgrana dijo en El Cristianismo:
@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
Ayer se celebró el día mundial de la mujer en la ciencia.
Mi musa, mi ídola es Heydi Lamarr, que además de ser una mente brillante y ser una adelantada a su tiempo...estaba Lamarr de bien xD ( tenia que hacer la gracieta)
Su vida fue una auténtica aventura, aunque en este hilo no toca.
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@gimnastico_1909 Tienes razón, pero era cristiana eh xD
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@alekgrana dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 Tienes razón, pero era cristiana eh xD
Pues sí, era hija de una judía húngara y un judío ucraniano (mira, como Zelensky) banquero, muy tópico, pero se ve que al casarse con un católico, se bautizó como tal, aunque francamente ni su vida ni su obra hablan muy a favor de la sinceridad de ese paso.
Vale no me resisto: junto al compositor George Antheil (otro artista físico autodidacta) inventó la tecnología de salto de frecuencia para guía de torpedos que, andado el tiempo (y unido a otras tecnologías) dio lugar al bluetooth y el wifi; en su infancia dominaba el piano, la danza y hablaba cuatro idiomas; refiere que su primer matrimonio fue una "venta" de sus padres a un rico empresario armamentístico mucho mayor que ella (y amigo personal de Hitler), protagonizó el primer desnudo y el primer orgasmo simulado de la historia del cine checo (y probablemente del mundial) en "Éxtasis" (1933), tuvo una relación lésbica con la sirvienta de su primer marido, de quien escapó; espió para los aliados durante la segunda guerra mundial; publicó su autobiografía en 1966, y luego dijo que se la había hecho un "negro", inventando muchas cosas (otro escritor la denunció por plagiar en su autobiografía escritos de él); se casó seis veces; adoptó con su segundo marido un hijo que luego resultó ser suyo extramatrimonial habido con... quien luego fue su tercer marido, que adoptó a su propio hijo biológico; con otro marido montó un resort de esquí; en Hollywood se cambió de nombre para que no sonara tan alemán (se apellidaba Kiesler); además de actriz fue también directora; demandó (y ganó) a WB porque en una película se parodiaba su nombre artístico; sus últimos años sólo se relacionaba con los demás por teléfono, y en su testamento pidió (y obtuvo) ser enterrada en Viene, su ciudad natal, aunque había pasado más de la mitad de su vida en EEUU. Y sólo he contado una fracción de sus anécdotas.
Y eso sin hablar de sus películas.
Con que sólo la mitad fuera cierta da, no para una película, sino para un culebrón.
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@gimnastico_1909 una vida apasionante
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Vale, como he desviado yo el hilo antes, yo mismo lo vuelvo a centrar.
Como sabréis, hoy es el llamado "Miércoles de Ceniza", que inicia el periodo de Cuaresma entre los cristianos. La Cuaresma son cuarenta días de preparación antes de la celebración de la resurrección de Cristo el Domingo de Pascua, la fiesta más solemne de todo el calendario cristiano.
El Miércoles de ceniza es el día que los católicos marcan como el comienzo de ese periodo con una cruz de ceniza en la frente o la cabeza, como símbolo de arrepentimiento de los pecados, que son "quemados" y cuya ceniza, evocación de la ceniza (hoy en día diríamos "polvo de estrellas") que somos todos los seres humanos. Hay que notar que derramar ceniza (con frecuencia caliente) en la cabeza, o sentarse sobre ella, como signo de suplica o arrepentimiento, es una práctica muy antigua entre los pueblos semitas (en la propia Biblia véase 2 Samuel 13, 19; Isaias 58, 5; Jonás 3, 6; 1 Macabeos 4, 39; Ester 4, 1; Mateo 11, 21, etcétera).
Es día de precepto (la misa es preceptiva, o sea obligatoria), ayuno (no tomar alimentos sólidos, normalmente se entiende que por la mañana) y abstinencia (no comer carne).
Toda la Cuaresma es un periodo de purificación del alma para adherirse de corazón a los misterios de la Semana Santa (pasión, muerte y resurrección de Jesucristo), y la Iglesia enseña que se ha de practicar el ayuno, la limosna y la oración.
Ya comentamos en este hilo hace un tiempo que entre los semitas, y en sus libros sagrados (y por tanto también entre judíos y cristianos) los números tienen un significado simbólico muy fuerte (por ejemplo tres es el número de Dios y doce el de Israel). El cuarenta es número de purificación de algo o alguien, es decir, de preparación del alma y el cuerpo para el encuentro con Dios.
La Cuaresma hace alusión a los cuarenta días que Jesucristo ayunó en el desierto antes de iniciar su misión evangélica, pero en la Biblia se pueden hallar muchos otros ejemplos de "cuarentenas" de purificación en muy diversos campos y niveles.
- Los cuarenta días que dura el diluvio con el que Dios purifica la tierra de la maldad de los hijos de Caín y de la que sólo se salva Noé y su familia (Genesis 7, 4)
- Cuarenta días dura el embalsamamiento del cuerpo de Jacob para su enterramiento y encuentro con Dios (Génesis 50, 3).
- Cuarenta días estuvo Moisés en el Monte Santo para recibir allí los mandamientos de Yahvé (Éxodo 24, 18), también en ayuno, por cierto.
- Cuarenta años estuvo el pueblo de Israel por el desierto del Sinaí antes de entrar en la Tierra Prometida para purificar su pecado de idolatría, precisamente el de haberse hecho un ídolo de oro porque Moisés tardaba mucho en bajar del Monte Santo, y pensaron que Dios se lo había llevado (Exodo 16, 35).
- Cuarenta fueron los años de paz (purificación de la tierra después de un gran mal) tras el gobierno de los jueces Otoniel, Débora y Gedeón.
- Igualmente, cuando los israelitas hacen el mal otra vez, Yahvé los entrega en manos de los filisteos por cuarenta años (Jueces 13, 1).
- El famoso filisteo Goliat blasfema de Dios en su desafío diario al ejército israelita durante cuarenta días (1 Samuel 17, 16).
- El más famoso rey de Israel, David hijo de Jesé, reinó cuarenta años, un periodo de purificación de Israel (2 Samuel 5, 4).
- Alimentado milagrosamente, el profeta Elías camina cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña santa del Horeb (1 Reyes 19, 8).
- Joás, el rey de Judá que restaura el templo de Jerusalén y repone los libros sagrados, reina cuarenta años como un nuevo David (2 Reyes 12, 2)
- El profeta Ezequiel es advertido por Yahvé de que debe cargar simbólicamente con las culpas de Judá durante cuarenta días que estará "echado sobre el lado derecho" (enfermo) para purgarlas (Ezequiel 4, 6).
- El mismo Ezequiel profetiza contra Egipto advirtiéndole de una invasión a espada que la destruirá y dejará deshabitada cuarenta años, por haber incumplido su promesa de auxiliar a Israel cuando fuese atacada por Asiria (Ezequiel 29, 11).
- El famoso Jonás, el de la ballena, predica en Nínive, advirtiéndoles de que de no arrepentirse de sus pecados, Dios destruirá su ciudad en... cuarenta días (Jonás 3, 4).
- Tras su resurrección, Jesucristo se apareció a sus discípulos durante cuarenta días antes de ascender a los cielos (Hechos 1, 3).
Espero que os haya parecido interesante, y feliz y santa Cuaresma.
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@gimnastico_1909 sí, muy interesante.
Y ya aprovecho para felicitar a todos los Cenizos y Cenizas.
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 sí, muy interesante.
Y ya aprovecho para felicitar a todos los Cenizos y Cenizas.
Que malote eres...