La grada pone la nota de alegría.
Unos 300 hinchas alientan al equipo durante los 90 minutos, reaccionan con cánticos ante los goles del Rayo y dan otro clima al campo Levante Fans, el sector de animación, completa con éxito su ensayo inaugural.
ALBERTO MARTÍNEZ | VALENCIA..-
Ayer el ambiente de Orriols marcó un antes y un después. Se trataba de un partido con escasa trascendencia, ya que Europa se antojaba como una utopía. Y el resultado, que se torció a las primeras de cambio, tampoco invitó a la fiesta. Sin embargo, hubo algo que permitió vibrar durante los 90 minutos. Por fin se puso en práctica aquello que en noviembre sólo era un proyecto incipiente. La grada de animación dio su pistoletazo de salida, otorgando al estadio un clima distinto. El estreno, algo circunstancial, supuso un auténtico éxito. La alegría del día no se encontró en el césped, sino en una afición que mostró una cara nueva e ilusionante.
Un emprendedor sector de la afición se propuso hace meses convertir el Ciutat de València en una olla a presión. Para alcanzar ese objetivo aún queda un largo camino por recorrer, pero la inauguración ha supuesto todo un espaldarazo. La grada de animación alentó al equipo desde el primer hasta el último minuto, contagiando al resto del estadio y sin decaer con los goles del Rayo. Un respaldo incondicional que los futbolistas agradecen y que genera una atmósfera muy positiva.
La grada de animación, bautizada como Levante Fans 1909, recibió la semana pasada la esperada autorización del club para poder constituirse oficialmente. Vía libre. Con la luz verde del consejo, la prueba de ayer sirvió para iniciar el rodaje.
Y es que, realmente, la grada de animación se pondrá en marcha la próxima temporada. Pero hay que ir puliendo su funcionamiento. Levante Fans se citó a las 10 horas frente al estadio. Cerca de 200 apasionados seguidores se congregaron para recibir a la expedición azulgrana. Una manera, al mismo tiempo, de homenajear al conjunto granota por la salvación matemática y aparcar el escándalo por la presunta trama de apuestas. Los seguidores han arropado a la plantilla desde que trascendió la investigación.
Llegó la hora del partido y, en las gradas, había 11.645 espectadores. El punto del estadio donde se suele concentrar la animación, el ocupado por la peña Ultras, ayer estaba casi vacío. El fervor se trasladó al rincón entre Tribuna y Gol Orriols, donde se fundieron unos 300 hinchas efusivos. Con una enorme pancarta personalizada y varias banderas azulgrana, Levante Fans marcó su territorio.
El presidente de la Delegación de Peñas, quien se ha volcado con el proyecto, se sentía muy satisfecho tras el partido: «Hay que matizar y corregir alguna cosa, pero la idea de unirse y empujar desde el principio ha ido bien. A los miembros de las grada de animación les ha parecido genial. Y no ha habido follones».
Cosido celebra que esta iniciativa ayudará a cambiar viejas costumbres: «Mucha gente en el Ciutat empieza animar cuando vamos ganando…». Ayer, en ciertas ocasiones, las gradas se unieron de forma generalizada a los cánticos. «La afición del Levante, aunque no es muy caliente, enseguida se engancha», señala.
El censo elaborado arroja más de 600 inscritos. Ahora, la organización comenzará a solicitar una señal económica para confirmar su presencia. Cosido confía en que el ensayo sirva como impulso. «Pienso que podemos llegar a 700 u 800. Puede ser una bomba».
Los integrantes de la grada de animación han pedido al club un descuento en el abono de la próxima temporada, pero la directiva debe responder. La entidad también tiene que tomar una decisión en cuanto a la ubicación. Levante Fans ha planteado colocarse en la zona actualmente destinada a la afición visitante, entre Tribuna y Gol Alboraya, porque considera que cuenta con una mejor sonoridad. Pero este hecho obligaría a trasladar a los seguidores foráneos al rincón situado bajo el marcador. El club tendría que realizar un desembolso para implantar en otro lugar las medidas que acotan el área visitante.
Durante el partido, la afición se ilusionó con el gol de Acquafresca. Creía en la remontada. Mientras los jugadores celebraban la diana, Simao Mate salió corriendo. Pero no hacia el delantero italiano, sino hacia el túnel de vestuarios. Desapareció y, cuando el Rayo se preparaba para sacar desde el punto central, reapareció. El mozambiqueño tuvo una urgencia urinaria. «Me han dado un golpe en mi órgano y necesitaba mear. Por eso le dije al árbitro si podía ir al baño», explicó entre risas.
El segundo gol del Rayo, que llegó sólo cuatro minutos después de que Acquafresca pusiera el empate, supuso un jarro de agua fresca. Pero la grada de animación reaccionó coreando «Levante, Levante». Desprendía un calor incesante.
De idéntica forma respondieron al tercer gol del conjunto vallecano, marcado en el minuto 72. En el resto del estadio, una buena parte de seguidores optaron por marcharse. En cambio, Levante Fans todavía creía en la gesta. «Échale huevos», corearon. Un mensaje que caló hondo, ya que inmediatamente después Iborra firmó el segundo tanto.
Los enérgicos granotas, con el pitido final, despidieron al equipo demostrando la misma devoción que durante los 90 minutos. Eso sí, a lo largo del choque se escuchó algún silbido aislado para Acquafresca, quien erró una clarísima ocasión que pudo significar el 3-3. También hubo pitos menores para un Lell que ha bajado su nivel y para Míchel, quien esta misma semana confirmó públicamente su regreso al Valencia.
En el palco fueron mucho más moderados. Allí, prácticamente juntos, se sentaron Barkero, Juanfran, Pedro López, Diop y Juanlu, quienes no entraron en la convocatoria. Aunque con rostros serios, dialogaron en algún momento.
Un paréntesis dentro del cisma que se ha producido en el vestuario por las acusaciones de amaño que vertió Barkero sobre Juanfran, Juanlu, Munúa y Ballesteros. El central de Burjassot, fuera de la lista por decisión técnica, prefirió sentarse en su localidad de Tribuna, bastante lejos del palco.
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