
Bueno, a lo mejor no interesa tanto un hermanamiento con un equipo de baloncesto, pero desde mi experiencia personal, al haber vivido 22 años (23 si crees lo que me dice mi madre que yo iba a los partidos cuando aún era feto) como fan de Kent State y los últimos 3 años y medio de levantinista, os digo que los dos son lo mismo.
Son equipos pequeños, con historia y a la vez humildad, familiares, encantadores, cariñosos, con aficionados que animan y que sientan de verdad los colores y que vibra con el equipo esté mal o esté fenomenal y una larga lista de etcétera.
Unas anécdotas…
De niño también me echaban bromas en la cole por ser de Kent State porque no es un equipo grande y, aunque sí tiene una larga historia, tampoco había ganado ningún campeonato prestigioso. Hasta que en 2002 dimos la campanada. Quedamos entre los 8 finalistas en todo el país, lo cual para una universidad pequeña en EE.UU. era impensable. Sería como el Levante en la Champions y llegando hasta los cuartos de final. El Indiana de hooiser nos derrotó allí, quedando ellos subcampeones.
También somos el equipo en la sombra, a pesar de la historia, en nuestro caso porque nuestro máximo rival, Akron (lo más parecido a los xotos; ojalá pudiera traeros aquí a vivirlo y a observarles jaja; su entrenador siempre da gusto cuando pierden, entonces es cuando pones la radio en casa a todo volumen para escuchar su larga lista de excusas para la derrota). Akron es el equipo de la ciudad ciudad, con una base de aficionados debido a su localización geográfica, mientras que Kent es una ciudad más pequeña, en las afueras, antes eran todo campos.
También tengo recuerdos de jugar, con 14 o bien menos años, con jugadores de su equipo cuando entrenaban en los parques en el verano. No les importaba jugar con un chaval, me daban ánimos y consejos, y luego se acordaron de mí y hablaron conmigo después de partidos y fíjate que yo no era nadie. Un chiquet vamos.

Hasta nuestra cancha me acuerda al Ciutat. Estamos todos allí juntítos como una piña en una cancha pequeña, que sólo tiene sillas para poco más de 6 mil.
Yo creo que si tan fácil me ha sido entrar en la familia granota, es por mi afición de Kent State, es lo más parecido, los dos son sentimientos iguales y inseparables. Los dos equipos de mis dos tierras. Me identifico tanto con cada uno que duele estar lejos de cada uno. Ojalá pueda inculcar mis hipotéticos hijos a apreciar a los dos.
Un mate que ganó un partido en los últimos segundos. ¡Un clásico!
Un derbi que ganamos contra Akron en 2011. Estuve allí detrás del banquillo. Desde luego, somos también muy de invadir la cancha