Hacia tiempo que abandone el Levante, pero me he dado un garbeo por los foros y me ha sorprendido esta despedida de un jugador del Infantil Aut. que copio aquí tal cual está en otro foro, para que alguien me comento que pasa en la escuela; creia que esto ocurria solo en futbol 7. en Fin es lo que hay, en todos los sitios cuecen habas.
CARTA DE DESPEDIDA A HUGO
El lunes conocimos la triste noticia de la marcha de Hugo de nuestro equipo. Este blog se creó hace más de tres años como complemento a la generación del 99, que bajo los colores del Levante U.D. tan buenos momentos nos ha regalado. Siempre hemos destacado los aspectos positivos de este grupo en el desarrollo de una actividad que no deja de ser, por mucha pasión que se ponga, lúdica, pero existen ocasiones en que el silencio se puede interpretar como complicidad.
Entrenadores como Salva, Sergio y Jordi lidiaron y guiaron durante estas temporadas a un grupo de chavales, que con incorporaciones y salidas, nos transmitió entrega, alegría y, casi siempre, buen fútbol. Aprendieron conceptos de este deporte, pero sobre todo valores mucho más importantes como el esfuerzo, el sacrificio, la disciplina y el respeto al compañero y al rival. Ganaron muchos partidos y torneos, también conocieron la derrota, pero supieron levantarse y relativizar éxitos y fracasos. Fueron, han sido, en el campo y fuera de él la expresión del concepto equipo.
Las mínimas entradas registradas en el blog esta temporada son reflejo de que este espíritu se ha quebrado. Las reglas del juego han cambiado. Nada más lejos de nuestro ideario, que el clima que ha rodeado al equipo. Pensábamos que principios básicos en el fútbol base como igualdad de trato, recompensa del esfuerzo, preocupación por el estado físico y anímico de los jugadores y responsabilidad por los avances o retrocesos de nuestros hijos eran mínimos que siempre se habían respetado en esta Escuela.
Hugo se incorporó al Levante en la temporada 2010-2011. Tras una dura pretemporada formó parte de la plantilla del Alevín A. Se estrenó con un zurdazo que derrotaba al Alevín A del Valencia en el Torneo de El Puig, en la histórica jornada en que por dos veces y en el mismo día se vencía por primera vez al todopoderoso rival. Durante estos años se desenvolvió por la banda izquierda. Zurdo cerrado y con gran poderío físico, su poderosa pegada aterrorizó a porteros y defensas contrarios. Como todos alternó titularidades, suplencias y hasta alguna no convocatoria. Algunos jugaban más, pero todos sumaban. Nadie era imprescindible y todos eran importantes.
Esta temporada, como las anteriores, acudió con ilusión a la llamada del Infantil Autonómico. Pensaba que el esfuerzo en los entrenamientos y los sacrificios familiares de tiempo y dinero, tendrían como recompensa el partido del sábado. Desconocía, ignorábamos o no quisimos hacer caso a la filosofía ya desarrollada por el nuevo entrenador el año anterior con los alevines. Sin duda debió de quedar marcado por la película Los Intocables de Brian de Palma, remake de la mítica serie telivisiva. Se trata de que la base del equipo, cinco jugadores, juega más del 85% de los minutos del campeonato, sea contra el primero o contra el último clasificado. Estar lesionado, entrenar mal o regular, o directamente no entrenar no es ningún impedimento para salir de titular en el siguiente partido siempre que seas uno de los elegidos; ahora bien, si no te encuentras en ese grupo pierde toda esperanza. El resto de la plantilla, hasta 23, se alterna para jugar y entrar en las convocatorias, eso sí, unos más que otros, sobre todo si tienes la desgracia de jugar en una de las demarcaciones ya asignadas. Hugo se encontró con esta situación. Tuvo la mala suerte de que la banda izquierda es coto cerrado. Tras veintisiete jornadas Hugo solo ha jugado 201 minutos, el equivalente a 2,8 partidos. No fue convocado en trece. Ni siquiera los cuatro goles marcados, uno cada cincuenta minutos, que le consagran como el más eficaz o de los más eficaces jugadores de la escuela le han valido para disputar más minutos. Es posible que de haber ampliado sus habilidades futbolísticas en alguna elitista escuela de fútbol hubiera tenido más oportunidades. Parecía que su misión fuera calentar en la banda. Para vergüenza de todos los asistentes el partido en Cracks, club del que procedía, donde tras estar calentando toda la segunda parte salió con lágrimas en los ojos para disputar un solo minuto. ¡Lástima qué en vez de trece años no hubieras tenido dieciocho! Como premio obtuvo el no ser convocado para el siguiente partido. Hecho que se ha repetido toda la temporada cada vez que ha logrado un gol, en Alcoy en solo cinco minutos. Extraña forma de motivar. Diríase, que además de no jugar nada, no podía marcar goles.
Has decidido no continuar cuando la temporada se acaba. Para sonrojo del responsable no has sido el único. Alguien debería explicarle lo fundamental que es la gestión de los minutos en la etapa de formación y la metodología que siguen las escuelas punteras nacionales. Ni los resultados justifican desenchufar a más de la mitad de la plantilla, y si además tampoco se consiguen, lo honroso hubiera sido reconocer los errores y rectificar.
Hugo no es de los que se identifican con el "si marcamos primero podemos ganar", o con el "si conseguimos un gol, nos cerramos y lo defendemos a muerte". No acepta el que haya jugadores especiales a los que se justifica su falta de respeto al resto del equipo. Jamás le obsesionó el no encajar un gol. El se educó con los principios de que los partidos no terminan hasta que el árbitro pita el final y con que podrán derrotarnos, pero nunca doblegarnos. Sin duda tampoco él encajaba con la doctrina impuesta este año.
Ahora ya todo eso es historia. Por suerte la memoria muy pronto borrará la pesadilla de esta temporada y nos quedaremos con la imagen del Huracán Hugo saliendo en la segunda parte del partido contra el Hércules en el Brunete, o con alguno de sus Tomahawks que reventaron las redes rivales.
¡¡Hasta siempre Hugo!!