Yo creo que el (no-)juego que suele practicar el equipo no le beneficia, puesto que no huele el balón durante bastantes minutos, y cuando lo tiene, muchas veces quiere culminar él la jugada, o hacer el regate de turno… no sé, creo que se le ha notado algo ansioso.
Este año en primera no es como el pasado, en el que teníamos mucho más el balón, e incluso bastantes rivales nos tenían respeto. Por no hablar de los defensas, que la mayoría no se andan con chiquitas, y Rubenín no es precisamente un portento físico para poder meterse en peleas de ese estilo.
De todas maneras, su calidad es indiscutible, y yo creo que nos volverá a dar alguna tarde de gloria, como las muchas del año pasado.