El Levante y el 'Sueño Americano'
Un enviado especial del New York Times hurga en el Levante en busca del secreto que hace a este modesto club, club de barrio al fin, líder sólido de la liga de 'soccer' más resplandeciente del mundo. La Liga del Madrid y del Barça, la de Cristiano y Messi, la de la selección campeona del mundo, cuyos jugadores se reparten casi íntegramente esos dos equipos. Dos equipos que cada verano pueden gastar, si hace falta, cien millones para perseguirse el uno al otro. New York Times se pregunta lo que nos preguntamos todos: cómo es posible que después de nueve jornadas el Levante esté delante de ellos.
Es, dice el bueno de Jake Appleman, el sueño americano. El sueño del 'hecho a sí mismo', del que se crece de la nada, como se creció aquel país que en siglo y medio pasó de la dura epopeya interior al dominio del mundo. Pero no es sólo New York Times. El modesto departamento de prensa del Levante se ve asediado estos días por Al Jazeera, O Globo, Canal + Francia, La Nación de Uruguay, la BBC, Radio Caracol, Sky Sport y una nubecilla de publicaciones japonesas. Todos indagan en el porqué de esta proeza, esos dos empates y esas siete victorias de un equipo construido, literalmente, a coste cero.
Premio al que lo averigüe. Yo no tengo explicación, por mucho que valore la sensatez de Catalán, el presidente; la ciencia callada de Manolo, director deportivo; la pícara astucia de Juan Ignacio Martínez, para los amigos JIM, entrenador; la solidez de Ballesteros, el empeño de todos… Junto, todo ello suma mucho, pero frente a esas montañas de poder, dinero y balones de oro que son Madrid y Barça se me hace insuficiente. Gracias al Levante nuestro fútbol está contando una parábola hermosa a todo el planeta. El equipo de barrio que se sube a las barbas de todos. El sueño americano en Valencia.