Los levantinistas tenemos otro gran problema añadido: cuando afirmamos que somos del Levante, el resto nos mira como si fuéramos fanáticos por el simple hecho de ser del Levante.
Sin embargo, los valencianistas son muy fanáticos y, en general, admiten poco la diversidad. Por ello, decir que se es del Valencia se ve como algo normal, cuando se es en realidad fanático del Valencia.
Es otro problema social que tenemos las minorías. Lo raro se ve como extremista y lo habitual como normal, aunque el modus sea el mismo.
Nadie en su sano juicio futbolístico duda de que Fernandes hizo penalti. Pero si la jugada le hubiera pasado al Levante y nosotros cuestionáramos esa misma decisión arbitral no llamarían fanáticos. Sin embargo, ellos no lo son y por medio de la repetición de la idea intentan convencer a sus fanáticos y hasta lo consiguen.
Jorge Almela merece un gran respeto. Un periodista del Levante en un medio convencional es un mérito, y tampoco estamos para automarginarnos y apartarnos de los medios de comunicación generalistas.