Ahora, Lancastrian, me toca a mí.
Vamos a ver, no con opiniones, sino con citas, cómo pensaba y creía aquel que inició aquello que tu consideras que se debe celebrar:
Atormentado, en lo que se halla la raíz de sus pensamientos teológicos: «Yo, aunque mi vida fuese la de un monje irreprochable, me sentía pecador ante Dios, con una conciencia muy turbada, y con mi penitencia no me podría creer en paz; y no amaba, incluso detestaba a Dios como justo y castigador de los pecadores; me indignaba secretamente, si no hasta la blasfemia, al menos con un inmenso resentimiento respecto a Dios» (Weimarer Ausgabe, Weimar 1883ss =WA 54,185). "«Nos dijo que, cuando estaba prisionero, el diablo lo había malvadamente atormentado y que había reído de todo corazón cuando él (Lutero) tomó en su mano un cuchillo, diciéndole: “¡Ve adelante! ¡Suicídate!” (…). Esto me ha ocurrido muy a menudo, tanto como para ponerme en la mano un cuchillo… y que pensamientos malvados me venían a la mente de tal modo, de manera de no poder ya rezar» (testimonio de las conversaciones con el pastor Güben, Leonhard Beyer, 1551).
Autoerigido soberbiamente en medida de la verdadera fe: "Antes de todo, lo que tenemos que establecer es si nuestra doctrina es palabra de Dios. Si esto consta, estamos ciertos de que la causa que defendemos puede y debe mantenerse, y no hay demonio que pueda echarla abajo… Yo en mi corazón he rechazado ya toda otra doctrina religiosa, sea cual fuere, y he vencido aquel molestísimo pensamiento que el corazón murmura: ‘¿Eres tú el único que posees la palabra de Dios? ¿Y no la tienen los demás?’… Tal argumento lo encuentro válido contra todos los profetas, a quienes también se les dijo: ‘Vosotros sois pocos, el pueblo de Dios somos nosotros’” (Martín Lutero, Tisch. 130 I 53-54)
"«Yo, el doctor Lutero, indigno evangelista de nuestro Señor Jesucristo, os aseguro que ni el Emperador romano […], ni el papa, ni los cardenales, ni los obispos, ni los santurrones, ni los príncipes, ni los caballeros podrán nada contra estos artículos, a pesar del mundo entero y de todos los diablos […] Soy yo quien lo afirmo, yo, el doctor Martín Lutero, hablando en nombre del Espíritu Santo»"
“Ustedes me dicen cuán gran alboroto están haciendo los Papistas porque la palabra “sola” no está en el texto de Pablo… díganle justamente a él: ‘El Dr. Martín Lutero hará así’, …yo haré así, y ordenaré que sea así, y mi voluntad es suficiente razón. Yo sé muy bien que la palabra ‘sola’ no está ni en el texto latino ni en el griego (Stoddard J. Reconstruyendo una Fe Perdida. 1922, pp. 101-102).
Alucinado: “Una vez (el diablo) me atormentó, y casi me estranguló con las palabras de Pablo a Timoteo; tanto que el corazón se me quería disolver en el pecho: ‘Tú fuiste la causa de que tantos monjes y monjas abandonasen sus monasterios’. El diablo me quitaba hábilmente de la vista los textos sobre la justificación… Yo pensaba: ‘Tú solo eres el que ordenas estas cosas; y, si todo fuese falso, tú serías el responsable de tantas almas que caen al infierno’. En tal tentación llegué a sufrir tormentos infernales hasta que Dios me sacó de ella y me confirmó que mis enseñanzas eran palabra de Dios y doctrina verdadera” (Martín Lutero, Tisch. 141 I 62-63.)
Propagador de odio: “Puesto que no puedo rezar, tengo que maldecir. Diré: Santificado sea tu nombre, pero añadiré: Maldito, condenado, deshonrado sea el nombre de los papistas y de todos cuantos blasfeman tu nombre. Diré: Venga tu reino, y añadiré: Maldito, condenado, destruido sea el papado con todos los reinos de la tierra, contrarios a tu reino. Diré: Hágase tu voluntad, y añadiré: Malditos, condenados, deshonrados y aniquilados sean todos los pensamientos y planes de los papistas y de cuantos maquinan contra tu voluntad y consejo. Verdaderamente, así rezo todos los días oralmente y con el corazón sin cesar, y conmigo todos cuantos creen en Cristo” (Martín Lutero, WA 30,3 p.470).
Animador al pecado, autojustificándose en ser un "elegido": "Si eres predicador de la gracia, predica una gracia verdadera y no ficticia; si la gracia es verdadera, debes llevar un pecado verdadero y no uno ficticio. Dios no salva a los que son solamente pecadores ficticios. Sé un pecador y peca audazmente, pero cree y alégrate en Cristo aun más audazmente… mientras estemos aquí [en este mundo] hemos de pecar… Ningún pecado nos separará del Cordero, aunque forniquemos y asesinemos mil veces al día” (Carta a Melanchton, 1 de agosto de 1521).
Violento y sembarador de violencia: "«Al sedicioso hay que abatirlo, estrangularlo y matarlo privada o públicamente, pues nada hay más venenoso, perjudicial y diabólico que ellos, de igual manera que hay que matar a un perro rabioso, porque, si no acabas con él, acabará él contigo y con todo el país». (Contra las hordas rapaces y homicidas de los campesinos (1525). "Contra los asesinos y ladrones campesinos, en esto mojo mi pluma en sangre". [LM180], y "llamo a los príncipes a matar a los ofensivos campesinos como perros rabiosos, a apuñalarlos, a estrangularlos y destruirlos como mejor puedan y así recibirán los príncipes la promesa del cielo." [SL44] “Lo que entonces escribí lo vuelvo a escribir ahora: que nadie tenga misericordia de los campesinos contumaces, obstinados y obcecados, que no se dejan decir nada; el que pueda, y como pueda, que les pegue, los hiera, los degüelle, los muela a palos como a perros rabiosos, […] con el fin de conservar la paz y la seguridad. […] El burro pide palos y el pueblo quiere que se le gobierne con fuerza; esto lo sabía muy bien Dios y, por eso, puso en manos de la autoridad no la cola de zorro, sino una espada”. Martin Lutero. Carta sobre el duro librito contra los campesinos. 1525
Perfectamente consciente de que contradecía a todos los santos padres anteriores a él: “Los apóstoles, los Santos Padres y sus sucesores nos dejaron estas enseñanzas; tal es el pensamiento y la fe de la Iglesia. Ahora bien, es imposible que Cristo haya dejado errar a su Iglesia por tantos siglos. Tú solo no sabes más que tantos varones santos y que toda la Iglesia… ¿Quién eres tú para atreverte a disentir de todos ellos y para encajarnos violentamente un dogma diverso? Cuando Satán urge este argumento y casi conspira con la carne y con la razón, la conciencia se aterroriza y desespera, y es preciso entrar continuamente dentro de sí mismo y decir: Aunque los santos Cipriano, Ambrosio y Agustín; aunque San Pedro, San Pablo y San Juan; aunque los ángeles del cielo te enseñen otra cosa, esto es lo que sé de cierto: que no enseño cosas humanas, sino divinas; o sea, que (en el negocio de la salvación) todo lo atribuyo a Dios, a los hombres nada” (WA 40,1 p.130-31)
Y consciente de los desastrosos resultados de sus prédicas: "Desde que la tiranía del papa ha terminado para nosotros, todos desprecian la doctrina pura y saludable. No tenemos ya aspecto de hombres, sino de verdaderos brutos, una especie bestial". «Le asusta a uno ver cómo donde en un tiempo todo era tranquilidad e imperaba la paz, ahora hay dondequiera sectas y facciones: una abominación que inspira lástima […] Me veo obligado a confesarlo: mi doctrina ha producido muchos escándalos. Sí; no lo puedo negar; estas cosas frecuentemente me aterran» (Carta a Zwinglio). Y sobre sus propios seguidores: «son siete veces peores que antes. Después de predicar nuestra doctrina, los hombres se entregaron al robo, a la impostura, a la crápula, a la embriaguez y a toda clase de vicios. Expulsamos un demonio [el papado] y vinieron siete peores».
Enemigo de la razón humana: «Pero desde que la novia del demonio, la Razón, esa bella prostituta, interviene y se cree que es sabia, y que lo que dice, lo que piensa, viene del Espíritu Santo, ¿quién puede ayudarnos, entonces? Ni los jueces, ni los médicos, ningún rey ni emperador, porque [la Razón] es la mayor p.uta del diablo».
Antijudío: "“Primero, sus sinagogas o iglesias deben quemarse… En segundo, sus casas deben asimismo ser derribadas y destruidas… En tercer lugar, deben ser privados de sus libros de oraciones y Talmudes en los que enseñan tanta idolatría, mentiras, maldiciones y blasfemias. En cuarto lugar, sus rabinos deben tener prohibido, bajo pena de muerte, enseñar jamás… La furia de Dios contra ellos es tan grande que están cada vez peor… Para resumirlo, estimados príncipes y nobles que tenéis judíos entre vuestras posesiones, si mi consejo no os es suficiente, buscad otro mejor para que vosotros, y todos nosotros seamos libres de esta insoportable carga diabólica”. “¿Quién les impide a los judíos volver a Judea? Nadie… Les proveeremos todas las provisiones para el viaje, para vernos por fin libres de ese repulsivo gusano. Para nosotros, ellos son una grave carga, la calamidad de nuestra existencia. Son una peste enclavada en nuestras tierras.” “Yo les arrancaría la lengua de la garganta. Los judíos, en una palabra, no deben ser tolerados.” “Si no fueran tan ciegos, su despreciable vida externa los convencería de la verdadera naturaleza de su penitencia. Ya que abunda en brujería, signos de magia, figuras y el tetragrama del nombre, eso es, con idolatría, envidia y vanidad. Además, no son más que ladrones y asaltantes que diariamente no prueban bocado y visten ropa que nos han robado y hurtado por medio de su maldita usura. De este modo viven día a día, junto con esposa e hijo, de robo y hurto, como archiladrones y asaltantes, en total impenitente seguridad. Para un usurero es un archiladrón y asaltante que debería ser colgado en la horca siete veces más alto que otros ladrones. En efecto, Dios debería profesar desde el cielo sobre tal hermosa penitencia y mérito a través de su santo ángel y volverse flagrante, mentiroso blasfemo por el bien de la sangre noble y los santos circuncisos que se jactan de ser santificados por los mandamientos de Dios, a pesar de que los pisotean a todos y no conservan ni a uno de ellos” "Sus alientos apestan por el oro y la plata de los infieles; porque no hay gente sobre la tierra que sea, haya sido o Será, más avara que ellos, como pueden ser vistos en su maldita usura. Entonces sepan, mis queridos cristianos, que después del diablo, no hay nada más agrio, más ponzoñoso, mas vehemente y enemigo que un verdadero judío que realmente desea ser judí… ¿Acaso no su Talmud y sus rabinos escriben que no es pecado si un judío mata a un infiel, pero que si es pecado si mata a un hermano en Israel? No es pecado si no mantiene su juramento a un infiel. Entonces, el robar y asaltar -como lo hacen con sus prestamos - a un infiel, es un servicio divino... ¿Qué debemos de hacer con este rechazado y condenado, pueblo judío?..." "préndale fuego a sus sinagogas o escuelas y entierren y cubran con tierra todo aquello que no se pueda quemar...Yo aconsejo que sus casas sean arrasadas y destruidas... Yo aconsejo que todos sus libros de rezos ... en los cuales tales idolatrías, mentiras, maldiciones, y blasfemias se enseñan, quítenselos, ... y que a sus rabinos se les prohíba enseñar de allí en mas, bajo pena de perdida de vida o miembros...que los salvoconductos en los caminos sean abolidos completamente para los judíos... y que todo sus tesoros de plata y oro se les sean quitados...." "Pero si las autoridades se rehúsan a usar la fuerza para restringir al diabólico atropello de los judíos, entonces los judíos, como hemos dicho, deben de ser expulsados de sus países y ordenados a volver... a Jerusalén, a donde puedan mentir, maldecir, blasfemar, difamar, asesinar, robar, asaltar, practicar la usura, burlarse y regodearse en todas esas infames abominaciones que ellos practican entre nosotros y que se vallan....nuestro Señor el Mesías, nuestra fe y nuestra iglesia incorrompida y descontaminada de su diabólica tiranía y maldad." (Lutero, Sobre el Judío y sus Mentiras, 1543[SH248])
Hay más, muchas más. Y algunas peores.
¿De verdad, Lancastrian, este es el enviado por el Espíritu Santo? ¿Acaso sus especulaciones teológicas son tan brillantes que hacen palidecer todas estas barbaridades que piensa y dice? ¿No son estas palabras más propias de un endemoniado que de un profeta?
Léete a los santos Padres, Lancastrian, y descubre el tesoro de tu fe.
Paz y Bien, hermano.