Campaña abierta puede que no haya, pero actuar contra el Levante se actúa. En el caso del domingo no fue cómo pitó Pino, sino por qué pitó Pino.
A Pino se le asignó este partido en contra del Levante. ¿Por qué? pues porque es un árbitro polémico, que siempre lo hace mal contra nuestro equipo (nunca hemos ganado con él ) y las posibilidades de que la armara eran muchas, así que, se nos asigna este tipo y ¡Zas! pleno al quince.
Si no me créies, leed lo que dice Joaquin Ballesta en una artículo que se titula TRAGAR Y CALLAR, en las páginas deportivas de Las Provincias : " El Valencia perdió hace tiempo el peso específico que tuvo en los despachos. Está pagando las consecuencias del servilismo de algún dirigente, que, en su día, en el colmo de los despropósitos, llegó a presionar a los responsables del fútbol español para que, en la medida de lo posible, se frenara la progresión del Levante cuando comenzó a asomar la cabeza entre los más poderosos. Un Levante que, producto de una mala fama que se ganó a pulso hace años, sigue purgando su penitencia. Son las consecuencias que traen las amistades peligrosas."
¿Qué os parece?
En otro post juzgo lo que hicieron los chotos por su hermano, nuestro Levante UD.