@gimnastico_1909:
Jajajaja. Yo creo que han salido corriendo todos, porque este hilo se ha convertido en un diálogo entre tú y yo. pero, ya sabes, allí donde dos o más os reunáis en mi nombre…
En cuanto a la exigencia cristiana, es algo que va de suyo. La fe en Cristo no es para cobardes (miento, es para todos, pero me mola la frase ). ¿Qué hombre/mujer que merezca tal nombre no anhelaría algo de exigencia en su vida? Por eso un cristiano burgués es un mal cristiano aunque vaya a misa los domingos.
Además, ya sabes que la Verdad nos hará libres. Y en cualquier caso, nuestra función no es ganar más adeptos, sino predicar el Evangelio. Somos empresa de un único Cliente...
Por otra parte, admitámoslo, los cristianos hacemos trampa. Porque, efectivamente, los mandatos de Nuestro Señor Chus aquí relatados, no es que sean difíciles, son imposibles; no es que pocos puedan cumplirlos, es que no puede ninguno. Porque son divinos, no humanos.
Aquí es donde hacemos la trampa, porque resulta que Dios nos envía dos superpoderes para cumplir unas instrucciones tan exigentes, la Gracia y la Misericordia. Y con ellas, se pueden hacer. Esos y otros aún mayores.
Tú ya sabes de que va, pero por si nos lee algún despistado, la Gracia es como el pequeño toque de divinidad que Dios nos envía para poder hacer las obras buenas que no podríamos por nosotros. Como me dijo un sobrino cuando se lo expliqué "¿es como la fuerza de los Jedis?". Reprimiendo mis ganas de darle un pescozón, le dije que en todo caso la fuerza jedi sería una copia de la Gracia, porque Jesús le lleva 19 siglos de ventaja a George Lucas.
En cuanto a la misericordia, es eso que hace Cristo cuando se cala las gafas, corrige nuestro examen del amor al atardecer de la vida, y donde nos salía un 2,5, nos pone un 5 (bueno, a algunos les pone matrícula, porque mira que te encuentras gente buena de verdad por la vida, lástima que los malos hagan mucho más ruido y salgan más en la tele y el librocara). Así nos aprueba a todos (menudos morrudos), simplemente porque estudiemos y nos presentemos al examen.
Reconozcámoslo con franqueza rana, si es por nosotros los cristianos… no se salva ni uno, y la Iglesia hubiese desaparecido dos telediarios después de crucificar a Cristo.
Abrazos fuertes.
Yo no me aventuraría a decir que este hilo se limita a una conversación de dos. Nunca se sabe, es como esa pareja que habla de sus cosas en un restaurante, y realmente los oídos de las mesas adyacentes están bien enchufados.
Quiero creer que nos leen y parafraseando a los griegos, le haría un homenaje a "ese forero desconocido".
Coincido en que esas "exigencias" son algo más que difíciles, son imposibles, porque incluso contravienen la lógica de que hacían gala los citados helenos.
Apuntas dos términos: la Gracia y la Misericordia, y en efecto, apelando a la doctrina tienen esos "efectos" en los creyentes que son bendecidos con ellos. Yo me excluyo porque tengo poca gracia (véase el post de chistes) y cuando juega el Madrid carezco absolutamente de misericordia.
Bueno, bromas aparte, los poderes que emanan de la dadivosidad divina no son fácilmente entendibles para ajenos a nuestra fe y por tanto a su terminología.
Como sostengo desde los 70, el mundo laico de hoy requiere un lenguaje desacralizado para explicar lo sagrado. No es una contradicción, es un deber del predicador que todos los cristianos deberíamos tener dentro.
Cómo sustanciar ese principio?. Pues lo cierto es que los intentos que he hecho no han pasado de cortas oraciones o cosas semejantes.
Ya comenté aquella jaculatoria que ideé en el 78 y que sustituía el "Padre nuestro que estás en los cielos" por "Luz de amor que brillas en la eternidad", y que recuerdo me enmendaste fraternalmente por "corregir al Divino Maestro".
Pero habría que hacer un esfuerzo en ese sentido por parte de la Iglesia. El "aggiornamento" conciliar no profundizó demasiado en ello.
Y aunque es cierto que nuestra misión no es atraer clientes, nunca he dejado pasar la oportunidad de hacer más accesible el cristianismo a aquellas personas que he visto en esa frontera sutil que separa la fe de la duda.
Me estoy enrollando demasiado y tardando demasiado en poner un texto que por su belleza, su profundidad y su verdad puede hacer pensar a alguien: oye, pues esto parece interesante.
Tú lo conocerás de sobra, pero puede que el forero desconocido, no tanto.
Un extracto de una carta de San Pablo a los Corintios (que por cierto nunca se molestaron en contestar):
"Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe.
Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada.
El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tiene en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí.
En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande de todas es el amor"
Algún día, mi amigo y hermano, podremos amar de esa forma. Mientras tanto, seguimos bregando para llegar a la otra orilla con la mayor dignidad o al menos con la menor indignidad.
Un abrazo y que Dios os bendiga.