100 años de la revolución rusa.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
¿Quién dices que se tira a una cabra?
Pues hombre, supongo que los tristemente famosos follacabras.
Pero sería de otro post.
O no...
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A mi es que solo me sonaba el chupacabras.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
A mi es que solo me sonaba el chupacabras.
No sabes quiénes son los follacabras? -'-
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Para acabar con serenidad el día, una música muy bonito.
Es el archiconocido himno soviético, pero interpretado por una orquesta sinfónica.
Piense cada uno como piense no podrá negar que es belloBona nit
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¿Una música muy bonito?
De los follacabras mejor no hablemos.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
¿Una música muy bonito?
De los follacabras mejor no hablemos.
Tú no te cansas eh, cacho pardalot poco alfabetizado..
Algún día las pagarás todas juntas.Y de los follacabras hablamos cuando quieras, es un tema apasionante. Bueno, lo que es hablar, yo. Tú más bien rebuznar, neardental recalcitrante.
. .'
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No debería estar permitido amar con tanta fuerza.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
No debería estar permitido amar con tanta fuerza.
Soy persona muy pasional. Ya me conoces...
(Joder con los putos emojis )
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Lo sé, es lo que más me gusta de ti.
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Un vídeo en el que junto a algunas cuestiones ciertas, hay otras con las que discrepo abiertamente.
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Un vídeo en el que junto a algunas cuestiones ciertas, hay otras con las que discrepo abiertamente.
Jejeje, el locutor es tan enemigo del imperialismo capitalista que pronuncia el nombre de la antiquísima nación caucasica (cuyo patrón es san Jorge) con el mismo acento con que un yanqui pronuncia el del estado sureño de la Unión dedicado al rey Jorge... todo muy poco revolucionario.
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Hay algo en este vídeo que no me cuadra. La imagen fija de Stalin con la luz que irradia de la Revolución (no creo que tuviese superpoderes en la vista) con Lenin en segundo plano...y el hecho de que la letra es la que se oficializó tras la muerte del georgiano (yeoryano) y en el que se omitió toda referencia a su figura.
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Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
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@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
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@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
Extracto del libro de Mario Sousa "Mentiras sobre la historia de la Unión Soviética"
Si os interesa, en un siguiente mensaje continuo, porque como podréis ver, el fragmento narrativo se corta. O sea, lo he cortado yo por volumen permitido:
"La especulación sobre los millones de personas que murieron en la Unión Soviética es parte de la guerra sucia de propaganda contra la Unión Soviética, y por esta razón las refutaciones y explicaciones expuestas por la Stalin Society no fueron tomadas en serio y nunca encontraron ningún espacio en la prensa capitalista. Por el contrario, fueron totalmente ignoradas, mientras los “especialistas” comprados por el capital disponían de tanto espacio como querían para propagar sus ficciones. ¡Y qué ficciones! El cómputo de millones de muertos y encarcelados difundido por Conquest y otros “críticos” era el resultado de falsas aproximaciones estadísticas y de métodos de evaluación carentes de cualquier base científica.
Métodos fraudulentos dan lugar a millones de muertos
Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros utilizaron la estadística publicada por la Unión Soviética, por ejemplo los censos demográficos nacionales, a los que añadieron un supuesto aumento demográfico sin tener en cuenta la situación del país. De este modo llegaron a sus conclusiones sobre la población que debía haber en el país al final de cada año. La diferencia entre la cantidad de población estimada según este método y el censo real se suponía que eran las personas que habían sido encarceladas o asesinadas por el socialismo. El método es sencillo, pero también completamente fraudulento. Este tipo de “revelación” de acontecimientos políticos importantes nunca habría sido aceptado si la “revelación” en cuestión afectara al mundo occidental. En tal caso es seguro que los profesores e historiadores habrían protestado airadamente contra tales falsificaciones. Pero, ya que la Unión Soviética era el objeto de las falsificaciones, entonces éstas eran aceptables. Uno de los motivos es, seguramente, que los profesores e historiadores anteponen su ascenso académico a su integridad profesional.
En cifras concretas, ¿cuáles fueron las conclusiones finales de los “críticos”?Según Robert Conquest (en una estimación que hizo en 1961) 6 millones de personas murieron de hambre en la Unión Soviética en los primeros años 1930. Conquest amplió este número a 14 millones en 1986. En cuanto a los campos de trabajo del Gulag, estuvieron internados allí, según Conquest, 5 millones de presos en 1937, antes de comenzar las purgas del partido, el ejército y el aparato estatal. ¡Tras el inicio de las purgas, según Conquest, es decir, durante 1937-38, habría habido 7 millones de prisioneros adicionales, dando lugar a un total de 12 millones de presos en los campos de trabajo en 1939! ¡Y estos 12 millones de Conquest sólo habrían sido presos políticos! En los campos de trabajo también había delincuentes comunes, que, según Conquest, eran bastante más numerosos que los presos políticos. Esto significa, según Conquest, que 25-30 millones de presos estuvieron internados en los campos de trabajo de la Unión Soviética.
De nuevo según Conquest, 1 millón de presos políticos fueron ejecutados entre 1937 y 1939, y otros 2 millones murieron de hambre. Así pues, la cuenta final resultante de las purgas de 1937-39, según Conquest, fue de 9 millones de muertos, de los que 3 millones habrían muerto en prisión. Estas cifras fueron sometidas inmediatamente a un “ajuste estadístico” por Conquest, para permitirle llegar a la conclusión de que los bolcheviques mataron nada menos que a 12 millones de presos políticos entre 1930 y 1953. Añadiendo estas cifras al número de los que supuestamente habían muerto por hambre en los años 1930, Conquest llegó a la conclusión de que los bolcheviques causaron la muerte de 26 millones de personas. En una de sus últimas manipulaciones estadísticas, Conquest afirmó que en 1950 la Unión Soviética contaba con 12 millones de presos políticos.
Alexander Solzhenitsyn utilizó más o menos los mismos métodos estadísticos que Conquest. Pero utilizando estos métodos pseudocientíficos sobre la base de premisas diferentes, llegó a conclusiones aún más extremas. Solzhenitsyn aceptó la estimación de Conquest de 6 millones de muertos a causa de la hambruna de 1932-33. Sin embargo, en lo que respecta a las purgas de 1936-39, pensaba que al menos 1 millón de personas habría muerto cada año. Solzhenitsyn llegó a sostener que, desde la colectivización de la agricultura hasta la muerte de Stalin en 1953, los comunistas habrían matado a 66 millones de personas en la Unión Soviética. Por si fuera poco, afirmó que el gobierno soviético fue responsable de la muerte de 44 millones de rusos que, según él, murieron en la Segunda Guerra Mundial. La conclusión de Solzhenitsyn es que “110 millones de rusos fueron víctimas del socialismo”. Por lo que respecta a los presos, Solzhenitsyn dijo que el número de personas internadas en campos de trabajo en 1953 era de 25 millones.
Gorbachev abre los archivos
La colección de cifras fantásticas y cada vez más excesivas, producto de una invención sumamente bien remunerada, apareció en la prensa burguesa en los años 1960, siempre presentada como hechos auténticos averiguados mediante la utilización del método científico.
Detrás de estas falsificaciones se escondían los servicios secretos occidentales, principalmente la CIA y el MI5. El impacto de los medios de comunicación sobre la opinión pública es tan grande que, incluso hoy en día, grandes sectores de la población de los países occidentales siguen creyéndose esas cifras fabulosas.
Esta situación vergonzosa no ha hecho sino empeorar. En la misma Unión Soviética, donde Solzhenitsyn y otros conocidos “críticos” como Andrei Sakharov y Roy Medvedev no podían encontrar a nadie que apoyase sus numerosas fantasías, ocurrió un cambio significativo en 1990. En la nueva “prensa libre” creada a la sombra de Gorbachev, todo lo que se opusiera al socialismo era aclamado como positivo, con resultados desastrosos. Una inflación especulativa sin precedentes comenzó a disparar las cifras de los que supuestamente habían muerto o habían sido encarcelados bajo el socialismo, todos ellos mezclados en un único grupo de decenas de millones de “víctimas” de los comunistas.
El histerismo de la nueva prensa libre de Gorbachev dio una gran propaganda a las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn. Al mismo tiempo Gorbachev abrió los archivos del Comité Central a la investigación histórica, una exigencia de la prensa libre. La apertura de los archivos del Comité Central del Partido Comunista es ciertamente la cuestión central de esta historia tan enrevesada, y ello por dos motivos: en parte, porque en los archivos pueden encontrarse los hechos capaces de arrojar luz sobre la verdad. Pero aún más importante es el hecho de que todos aquéllos que habían especulado desenfrenadamente sobre el número de personas asesinadas y encarceladas en la Unión Soviética habían estado diciendo durante años que, el día en que los archivos fueran abiertos, las cifras que ellos daban se confirmarían. Cada uno de estos especuladores sobre muertos y encarcelados afirmó que éste sería el caso: Conquest, Sakharov, Medvedev y todos los demás. Pero cuando los archivos se abrieron y los informes de la investigación basados en documentos reales comenzaron a publicarse, ocurrió una cosa muy extraña. De repente , tanto la prensa libre de Gorbachev como los que especulaban sobre muertos y encarcelados perdieron completamente el interés por los archivos.
Los resultados de la investigación realizada sobre los archivos del Comité Central por los historiadores rusos Zemskov, Dougin y Xlevnjik, que comenzaron a aparecer en publicaciones científicas desde 1990, pasaron completamente desapercibidos. Los informes sobre los resultados de esta investigación histórica iban completamente en contra de la corriente inflacionista sobre el número de muertos y encarcelados que la “prensa libre” difundía. Por lo tanto, su contenido no se hizo público. Los informes aparecieron en publicaciones científicas prácticamente desconocidas para el público en general. Los informes con los resultados de la investigación científica apenas podían competir con el histerismo de la prensa, por lo que las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn siguieron contando con el apoyo de muchos sectores de la población de la antigua Unión Soviética. En el Occidente, asimismo, los informes de los investigadores rusos sobre el sistema penal en la época de Stalin fueron totalmente ignorados por las primeras páginas de los periódicos y por todos los canales de TV.
¿Por qué? (Nota: ¿Por qué? ¿Quien tiene más que perder si los trabajadores, que son los que fabrican todo lo que utilizamos, se unen? Seguramente los trabajadores saldrían ganando. Pero ¿quién perdería? He ahí el quid de la cuestión).
Lo que la investigación rusa ha revelado
La investigación sobre el sistema penal soviético está expuesta en un informe de casi 9.000 páginas. Los autores de este informe son muchos, pero los más conocidos son los historiadores rusos V.N. Zemskov, A.N. Dougin y O.V. Xlevjnik. Su trabajo comenzó a publicarse en 1990, y en 1993 casi estaba finalizado y se había publicado en su práctica totalidad. Los informes llegaron a ser conocidos en Occidente gracias a la colaboración entre investigadores de diferentes países occidentales. Los dos trabajos con los que el presente autor está familiarizado son: el que apareció en el diario francés L'Histoire en septiembre de 1993, escrito por Nicholas Werth, investigador jefe del centro de investigación científica francés CNRS ('Centre National de la Recherche Scientifique'), y el trabajo publicado en la revista estadounidense American Historical Reviewpor J. Arch Getty, profesor de historia en la Universidad de California, Riverside, en colaboración con T. G. Rettersporn, investigador del CRNS, y el investigador ruso V. Zemskov, del Instituto Ruso de Historia (parte integrante de la Academia Rusa de Ciencias). Hoy ya han aparecido los libros sobre el tema, escritos por los investigadores mencionados y por otros del mismo equipo de investigación. Antes de continuar quiero aclarar, para que no haya ninguna confusión en el futuro, que ninguno de los científicos implicados en esta investigación defiende una perspectiva socialista internacional. Al contrario, su perspectiva es burguesa y anti-socialista. De hecho, muchos de ellos son bastante reaccionarios. Es necesario aclarar este punto, para que el lector no se imagine que lo que se va a decir a continuación es el producto de una “conspiración comunista”. Lo que ocurre es que los investigadores mencionados han desenmascarado por completo las mentiras de Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros, y lo han hecho por la sencilla razón de que colocan su integridad profesional en primer lugar y no permiten ser comprados para servir a los objetivos de la propaganda política.
Los informes de la investigación rusa dan respuesta a un número muy grande de preguntas sobre el sistema penal soviético. Para nosotros, la época de Stalin es la de mayor interés, y es en ella donde encontramos motivos para el debate. Plantearemos un número de preguntas muy específicas y buscaremos las respuestas en las publicaciones L’Histoire y American Historical Review. Ésta será la mejor manera de introducir en el debate algunos de los aspectos más importantes del sistema penal soviético. Las preguntas son las siguientes:
-¿En qué consistía el sistema penal soviético?
-¿Cuántos prisioneros había en él --tanto políticos como apolíticos?
-¿Cuánta gente murió en los campos de trabajo?
-¿Cuánta gente fue condenada a muerte en los años anteriores a 1953, sobre todo en las purgas de 1937-38?
-¿Qué duración, por regla general, tenían las penas de prisión?Después de responder a estas cinco preguntas, hablaremos de los castigos impuestos a los dos grupos que se mencionan con más frecuencia en relación con los muertos y prisioneros en la Unión Soviética, a saber, los kulaks condenados en 1930 y los contrarrevolucionarios condenados en 1936-38."
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Mira que me gusta leer todo o casi todo lo que publicáis pero me lo pones muy difícil...
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Mira que me gusta leer todo o casi todo lo que publicáis pero me lo pones muy difícil...
Y a mí también. Lo que ocurre es que hay cosas difícilmente resumibles.
Lo siento.
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No sé, no lo he podido leer a conciencia pero en mi experiencia profesional o personal todo es resumible... otra cosa es que cueste tiempo o esfuerzo y consideremos que no merece la pena.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
No sé, no lo he podido leer a conciencia pero en mi experiencia profesional o personal todo es resumible... otra cosa es que cueste tiempo o esfuerzo y consideremos que no merece la pena.
Tienes razón, casi todo es resumible, lo que ocurre es que si respondes a un tema de documentación, tienes que aportar documentación (de hecho el segundo tocho que iba a colgar eran sobre todo datos).
Pero claro, si dices algo así como: "la leyenda negra de la Unión Soviética se puede refutar con datos y argumentos sin por ello ser considerado un stalinista"...pues es muy lícito que te digan: a ver esos datos y argumentos.
Y entonces qué..?
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Entonces aportas los datos y argumentos en un enlace o copia y pega separado para quien quiera consultarlo con ese nivel de profundidad, pero ante todo armas una respuesta resumida y argumentada por ti.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Entonces aportas los datos y argumentos en un enlace o copia y pega separado para quien quiera consultarlo con ese nivel de profundidad, pero ante todo armas una respuesta resumida y argumentada por ti.
Lo voy a intentar.
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@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
No veo en que punto tu opinión y la mía no son compatibles.
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@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
No veo en que punto tu opinión y la mía no son compatibles.
Yo tampoco
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
Extracto del libro de Mario Sousa "Mentiras sobre la historia de la Unión Soviética"
Si os interesa, en un siguiente mensaje continuo, porque como podréis ver, el fragmento narrativo se corta. O sea, lo he cortado yo por volumen permitido:
"La especulación sobre los millones de personas que murieron en la Unión Soviética es parte de la guerra sucia de propaganda contra la Unión Soviética, y por esta razón las refutaciones y explicaciones expuestas por la Stalin Society no fueron tomadas en serio y nunca encontraron ningún espacio en la prensa capitalista. Por el contrario, fueron totalmente ignoradas, mientras los “especialistas” comprados por el capital disponían de tanto espacio como querían para propagar sus ficciones. ¡Y qué ficciones! El cómputo de millones de muertos y encarcelados difundido por Conquest y otros “críticos” era el resultado de falsas aproximaciones estadísticas y de métodos de evaluación carentes de cualquier base científica.
Métodos fraudulentos dan lugar a millones de muertos
Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros utilizaron la estadística publicada por la Unión Soviética, por ejemplo los censos demográficos nacionales, a los que añadieron un supuesto aumento demográfico sin tener en cuenta la situación del país. De este modo llegaron a sus conclusiones sobre la población que debía haber en el país al final de cada año. La diferencia entre la cantidad de población estimada según este método y el censo real se suponía que eran las personas que habían sido encarceladas o asesinadas por el socialismo. El método es sencillo, pero también completamente fraudulento. Este tipo de “revelación” de acontecimientos políticos importantes nunca habría sido aceptado si la “revelación” en cuestión afectara al mundo occidental. En tal caso es seguro que los profesores e historiadores habrían protestado airadamente contra tales falsificaciones. Pero, ya que la Unión Soviética era el objeto de las falsificaciones, entonces éstas eran aceptables. Uno de los motivos es, seguramente, que los profesores e historiadores anteponen su ascenso académico a su integridad profesional.
En cifras concretas, ¿cuáles fueron las conclusiones finales de los “críticos”?Según Robert Conquest (en una estimación que hizo en 1961) 6 millones de personas murieron de hambre en la Unión Soviética en los primeros años 1930. Conquest amplió este número a 14 millones en 1986. En cuanto a los campos de trabajo del Gulag, estuvieron internados allí, según Conquest, 5 millones de presos en 1937, antes de comenzar las purgas del partido, el ejército y el aparato estatal. ¡Tras el inicio de las purgas, según Conquest, es decir, durante 1937-38, habría habido 7 millones de prisioneros adicionales, dando lugar a un total de 12 millones de presos en los campos de trabajo en 1939! ¡Y estos 12 millones de Conquest sólo habrían sido presos políticos! En los campos de trabajo también había delincuentes comunes, que, según Conquest, eran bastante más numerosos que los presos políticos. Esto significa, según Conquest, que 25-30 millones de presos estuvieron internados en los campos de trabajo de la Unión Soviética.
De nuevo según Conquest, 1 millón de presos políticos fueron ejecutados entre 1937 y 1939, y otros 2 millones murieron de hambre. Así pues, la cuenta final resultante de las purgas de 1937-39, según Conquest, fue de 9 millones de muertos, de los que 3 millones habrían muerto en prisión. Estas cifras fueron sometidas inmediatamente a un “ajuste estadístico” por Conquest, para permitirle llegar a la conclusión de que los bolcheviques mataron nada menos que a 12 millones de presos políticos entre 1930 y 1953. Añadiendo estas cifras al número de los que supuestamente habían muerto por hambre en los años 1930, Conquest llegó a la conclusión de que los bolcheviques causaron la muerte de 26 millones de personas. En una de sus últimas manipulaciones estadísticas, Conquest afirmó que en 1950 la Unión Soviética contaba con 12 millones de presos políticos.
Alexander Solzhenitsyn utilizó más o menos los mismos métodos estadísticos que Conquest. Pero utilizando estos métodos pseudocientíficos sobre la base de premisas diferentes, llegó a conclusiones aún más extremas. Solzhenitsyn aceptó la estimación de Conquest de 6 millones de muertos a causa de la hambruna de 1932-33. Sin embargo, en lo que respecta a las purgas de 1936-39, pensaba que al menos 1 millón de personas habría muerto cada año. Solzhenitsyn llegó a sostener que, desde la colectivización de la agricultura hasta la muerte de Stalin en 1953, los comunistas habrían matado a 66 millones de personas en la Unión Soviética. Por si fuera poco, afirmó que el gobierno soviético fue responsable de la muerte de 44 millones de rusos que, según él, murieron en la Segunda Guerra Mundial. La conclusión de Solzhenitsyn es que “110 millones de rusos fueron víctimas del socialismo”. Por lo que respecta a los presos, Solzhenitsyn dijo que el número de personas internadas en campos de trabajo en 1953 era de 25 millones.
Gorbachev abre los archivos
La colección de cifras fantásticas y cada vez más excesivas, producto de una invención sumamente bien remunerada, apareció en la prensa burguesa en los años 1960, siempre presentada como hechos auténticos averiguados mediante la utilización del método científico.
Detrás de estas falsificaciones se escondían los servicios secretos occidentales, principalmente la CIA y el MI5. El impacto de los medios de comunicación sobre la opinión pública es tan grande que, incluso hoy en día, grandes sectores de la población de los países occidentales siguen creyéndose esas cifras fabulosas.
Esta situación vergonzosa no ha hecho sino empeorar. En la misma Unión Soviética, donde Solzhenitsyn y otros conocidos “críticos” como Andrei Sakharov y Roy Medvedev no podían encontrar a nadie que apoyase sus numerosas fantasías, ocurrió un cambio significativo en 1990. En la nueva “prensa libre” creada a la sombra de Gorbachev, todo lo que se opusiera al socialismo era aclamado como positivo, con resultados desastrosos. Una inflación especulativa sin precedentes comenzó a disparar las cifras de los que supuestamente habían muerto o habían sido encarcelados bajo el socialismo, todos ellos mezclados en un único grupo de decenas de millones de “víctimas” de los comunistas.
El histerismo de la nueva prensa libre de Gorbachev dio una gran propaganda a las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn. Al mismo tiempo Gorbachev abrió los archivos del Comité Central a la investigación histórica, una exigencia de la prensa libre. La apertura de los archivos del Comité Central del Partido Comunista es ciertamente la cuestión central de esta historia tan enrevesada, y ello por dos motivos: en parte, porque en los archivos pueden encontrarse los hechos capaces de arrojar luz sobre la verdad. Pero aún más importante es el hecho de que todos aquéllos que habían especulado desenfrenadamente sobre el número de personas asesinadas y encarceladas en la Unión Soviética habían estado diciendo durante años que, el día en que los archivos fueran abiertos, las cifras que ellos daban se confirmarían. Cada uno de estos especuladores sobre muertos y encarcelados afirmó que éste sería el caso: Conquest, Sakharov, Medvedev y todos los demás. Pero cuando los archivos se abrieron y los informes de la investigación basados en documentos reales comenzaron a publicarse, ocurrió una cosa muy extraña. De repente , tanto la prensa libre de Gorbachev como los que especulaban sobre muertos y encarcelados perdieron completamente el interés por los archivos.
Los resultados de la investigación realizada sobre los archivos del Comité Central por los historiadores rusos Zemskov, Dougin y Xlevnjik, que comenzaron a aparecer en publicaciones científicas desde 1990, pasaron completamente desapercibidos. Los informes sobre los resultados de esta investigación histórica iban completamente en contra de la corriente inflacionista sobre el número de muertos y encarcelados que la “prensa libre” difundía. Por lo tanto, su contenido no se hizo público. Los informes aparecieron en publicaciones científicas prácticamente desconocidas para el público en general. Los informes con los resultados de la investigación científica apenas podían competir con el histerismo de la prensa, por lo que las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn siguieron contando con el apoyo de muchos sectores de la población de la antigua Unión Soviética. En el Occidente, asimismo, los informes de los investigadores rusos sobre el sistema penal en la época de Stalin fueron totalmente ignorados por las primeras páginas de los periódicos y por todos los canales de TV.
¿Por qué? (Nota: ¿Por qué? ¿Quien tiene más que perder si los trabajadores, que son los que fabrican todo lo que utilizamos, se unen? Seguramente los trabajadores saldrían ganando. Pero ¿quién perdería? He ahí el quid de la cuestión).
Lo que la investigación rusa ha revelado
La investigación sobre el sistema penal soviético está expuesta en un informe de casi 9.000 páginas. Los autores de este informe son muchos, pero los más conocidos son los historiadores rusos V.N. Zemskov, A.N. Dougin y O.V. Xlevjnik. Su trabajo comenzó a publicarse en 1990, y en 1993 casi estaba finalizado y se había publicado en su práctica totalidad. Los informes llegaron a ser conocidos en Occidente gracias a la colaboración entre investigadores de diferentes países occidentales. Los dos trabajos con los que el presente autor está familiarizado son: el que apareció en el diario francés L'Histoire en septiembre de 1993, escrito por Nicholas Werth, investigador jefe del centro de investigación científica francés CNRS ('Centre National de la Recherche Scientifique'), y el trabajo publicado en la revista estadounidense American Historical Reviewpor J. Arch Getty, profesor de historia en la Universidad de California, Riverside, en colaboración con T. G. Rettersporn, investigador del CRNS, y el investigador ruso V. Zemskov, del Instituto Ruso de Historia (parte integrante de la Academia Rusa de Ciencias). Hoy ya han aparecido los libros sobre el tema, escritos por los investigadores mencionados y por otros del mismo equipo de investigación. Antes de continuar quiero aclarar, para que no haya ninguna confusión en el futuro, que ninguno de los científicos implicados en esta investigación defiende una perspectiva socialista internacional. Al contrario, su perspectiva es burguesa y anti-socialista. De hecho, muchos de ellos son bastante reaccionarios. Es necesario aclarar este punto, para que el lector no se imagine que lo que se va a decir a continuación es el producto de una “conspiración comunista”. Lo que ocurre es que los investigadores mencionados han desenmascarado por completo las mentiras de Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros, y lo han hecho por la sencilla razón de que colocan su integridad profesional en primer lugar y no permiten ser comprados para servir a los objetivos de la propaganda política.
Los informes de la investigación rusa dan respuesta a un número muy grande de preguntas sobre el sistema penal soviético. Para nosotros, la época de Stalin es la de mayor interés, y es en ella donde encontramos motivos para el debate. Plantearemos un número de preguntas muy específicas y buscaremos las respuestas en las publicaciones L’Histoire y American Historical Review. Ésta será la mejor manera de introducir en el debate algunos de los aspectos más importantes del sistema penal soviético. Las preguntas son las siguientes:
-¿En qué consistía el sistema penal soviético?
-¿Cuántos prisioneros había en él --tanto políticos como apolíticos?
-¿Cuánta gente murió en los campos de trabajo?
-¿Cuánta gente fue condenada a muerte en los años anteriores a 1953, sobre todo en las purgas de 1937-38?
-¿Qué duración, por regla general, tenían las penas de prisión?Después de responder a estas cinco preguntas, hablaremos de los castigos impuestos a los dos grupos que se mencionan con más frecuencia en relación con los muertos y prisioneros en la Unión Soviética, a saber, los kulaks condenados en 1930 y los contrarrevolucionarios condenados en 1936-38."
Cojonudo lo que adjuntas: menudo rollo para al final hacer 5 preguntas y no contestarlas.
El holodomor está documentado, la gran purga está documentada, las chekas están documentadas, el gulag está documentado.
Va tío, si saliera aquí algún revisionista diciendo que en realidad no murieron 6 millones de judios en los campos, que las cámaras de gas no existían, que la propaganda burguesa y bolchevique ha dicho muchas mentiras sobre los nazis y Hitler, y milongas similares, te pondrías como un basilisco, y hasta pedirías baneo . No caigas en lo mismo sólo porque este monstruo es de tu cuerda.
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@gimnastico_1909 No hace falta que cites, que esto se vuelve muy lioso.
Si quieres te contesto a esas "preguntas sin contestar"Y ya aprovecho el mensaje para decir que apunteis en la lista de genocidas a un tal Harry Truman, presidente de USA que ordenó el bombardeo atómico: 250.000 muertos en 1945 (después hubo muchos más)
O éste tenía bula?
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@rana-baileys interesante la reflexión que planteas sobre Truman.
El que escribe la historia, pone los disfraces de héroe y villano a los protagonistas. Si bien se exonera a Truman con el argumento de "eso hizo que la guerra terminase antes y evitó muchas muertes", siempre es porque Japón se rindió al comprobar que EE.UU tenía "la bomba". Por eso ¿se podría haber conseguido el mismo efecto soltando la bomba en una zona próxima a Japón y menos poblada o despoblada?
Quizás la diferencia más notable entre ambos genocidas o candidatos a serlo es que uno fue contra su propio pueblo y otro contra otra nación con la que estaba en guerra. Sin embargo, dar mucha importancia a esto podría servir para considerar que en el genocidio nazi fueron víctimas de un tipo los alemanes y de otro tipo el resto de nacionalidades.
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@gimnastico_1909 voy a intentar responder a tus preguntas de la forma más asequible para la lectura, siguiendo con el texto del escritor sueco citado al principio:
"Cuántos presos había por delitos políticos, y cuántos por delitos comunes. Esta pregunta incluye a todos los internados en campos de trabajo, colonias del Gulag y prisiones (aunque debemos recordar que en las colonias de trabajo había, en la mayoría de casos, una pérdida sólo parcial de la libertad). Los datos aparecieron en la American Historical Review, y abarcaban un período de 20 años, desde 1934, cuando el sistema penal se unificó bajo una administración central, hasta 1953, año de la muerte de Stalin.
Podemos extraer una serie de conclusiones a partir de la tabla anterior. Para empezar, podemos comparar sus datos con los de Robert Conquest. Éste sostenía que en 1939 había 9 millones de presos políticos en los campos de trabajo y que otros 3 millones habían muerto en el período 1937-1939. ¡No se olvide el lector de que Conquest sólo habla aquí de presos políticos! ¡Aparte de éstos, dice Conquest, había también presos comunes que, según él, eran mucho más numerosos que los presos políticos! ¡En 1950, según Conquest, el número de presos políticos era de 12 millones! Armados con los datos auténticos, fácilmente podemos ver las falsificaciones de Conquest. Ni una sola de sus cifras se aproxima siquiera remotamente a la verdad. En 1939 había en todos los campos, colonias y prisiones un total de cerca de 2 millones de presos. De éstos, habían cometido delitos políticos 454.000, y no 9 millones como afirma Conquest. Los que estuvieron en campos de trabajo entre 1937 y 1939 suman aproximadamente 160.000, y no 3 millones como afirma Conquest. En 1950 estaban internados en campos de trabajo 578.000 presos políticos, y no 12 millones. No olvide el lector que Robert Conquest sigue siendo hoy en día una de las fuentes principales de la propaganda derechista contra el comunismo. Entre los pseudo-intelectuales de la derecha, Robert Conquest es una figura casi divina. En cuanto a las cifras citadas por Alexander Solzhenitsyn --60 millones presuntamente muertos en los campos de trabajo-- cualquier comentario sobra. La absurdidad de tal afirmación es manifiesta.
Dejemos ahora a estos impostores para poder analizar concretamente la estadística relacionada con el Gulag. La primera pregunta que debemos formular es ésta: ¿qué opinión deberíamos hacernos de la cantidad total de personas bajo custodia del sistema penal? ¿Cuál es el significado de la cifra máxima de 2,5 millones de presos en la URSS? Cada persona condenada a prisión es la prueba viviente de que la sociedad aún está insuficientemente desarrollada para dar a cada ciudadano lo que necesita para llevar una vida plena. Desde este punto de vista, los 2,5 millones representarían verdaderamente una crítica de la sociedad soviética en tiempos de Stalin"
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Sobre el "genocidio de Ucrania"
"Una de las primeras campañas de la prensa de Hearst contra la Unión Soviética propagó la cifra de varios millones de muertos que supuestamente habían fallecido a consecuencia del hambre en Ucrania. Esta campaña comenzó el 18 de febrero de 1935 con un titular de primera página en el Chicago American: “6 millones de personas muertas a causa del hambre en la Unión Soviética”. Usando el material suministrado por la Alemania nazi, William Hearst, magnate de la prensa y simpatizante nazi, comenzó a publicar historias inventadas sobre un genocidio que, supuestamente, había sido deliberadamente cometido por los bolcheviques y había causado varios millones de muertos a consecuencia del hambre en Ucrania. La verdad del asunto era totalmente diferente. De hecho, lo que ocurrió en la Unión Soviética al principio de los años 1930 fue una gran lucha de clases en la que los campesinos pobres y sin tierra se levantaron contra los terratenientes ricos, los kulaks, y comenzaron una lucha por la colectivización, una lucha para crear los koljoses.
Esta gran lucha de clases, que implicó directa o indirectamente a unos 120 millones de campesinos, ciertamente dio lugar a una inestabilidad en la producción agrícola y a una escasez de alimentos en algunas regiones. La carencia de alimentos debilitó de hecho a la gente, lo que a su vez llevó a un incremento del número de víctimas de enfermedades epidémicas. Estas enfermedades eran, en aquel tiempo, algo lamentablemente común en todo el mundo. Entre 1918 y 1920, una epidemia de gripe española causó la muerte de 20 millones de personas en EEUU y en Europa, pero nadie acusó a los gobiernos de estos países de asesinar a sus propios ciudadanos. Lo cierto es que no había nada que el gobierno soviético --ni ningún otro gobierno-- pudiera hacer ante epidemias de este tipo. Fue sólo el desarrollo de la penicilina durante la Segunda Guerra Mundial lo que hizo posible la contención de tales epidemias. La penicilina no se hizo generalmente disponible hasta finales de los años 1940.
Los artículos de la prensa de Hearst que hablaban de millones de muertos a causa del hambre en Ucrania --una hambruna supuestamente provocada de modo deliberado por los comunistas-- entraban en detalles gráficos espeluznantes. La prensa de Hearst utilizó todos los medios posibles para hacer que sus mentiras parecieran verdaderas, y consiguió que la opinión pública de los países capitalistas se volviera bruscamente en contra de la Unión Soviética. Éste fue el origen del primer gigantesco mito fabricado, según el cual millones de personas morían de hambre en la Unión Soviética. ¡En la oleada de protestas desatadas por la prensa occidental contra el hambre supuestamente provocada por los comunistas, nadie estuvo interesado en escuchar los desmentidos oficiales de la Unión Soviética ni la completa revelación de las mentiras de la prensa de Hearst, una situación que prevalecería desde 1934 hasta 1987! Durante más de 50 años, varias generaciones de personas en el mundo entero se han criado con esta dieta de difamaciones, cuyo objetivo era fomentar una visión muy negativa del socialismo en la Unión Soviética."
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Y sobre las purgas 36-38
"Cuánta gente fue condenada a muerte antes de 1953, sobre todo durante las purgas de 1937-38? Ya hemos citado la aseveración de Robert Conquest de que los bolcheviques mataron a 12 millones de presos políticos en los campos de trabajo entre 1930 y 1953. De éstos, 1 millón, supuestamente, habrían sido asesinados entre 1937 y 1938. Las cifras de Solzhenitsyn ascendían a decenas de millones supuestamente muertos en los campos de trabajo --3 millones sólo en 1937-38. Cifras incluso más altas se han barajado en el curso de la guerra sucia de propaganda contra la Unión Soviética. La rusa Olga Shatunovskaya, por ejemplo, da una cifra de 7 millones de muertos en las purgas de 1937-38.
Los documentos de los archivos soviéticos, sin embargo, cuentan una historia completamente diferente. Es necesario señalar que el número de los condenados a muerte ha de extraerse de diferentes archivos y que los investigadores, para llegar a una cifra aproximada, han tenido que reunir datos de diversos archivos, usando un método que tiene el riesgo de contar por partida doble y así producir estimaciones más altas de lo real. Según Dimitri Volkogonov, la persona designada por Yeltsin para encargarse de los viejos archivos soviéticos, 30.514 personas fueron condenadas a muerte por tribunales militares entre el 1 de octubre de 1936 y el 30 de septiembre de 1938. Otra información proviene del KGB: según la información facilitada a la prensa en febrero de 1990, 786.098 personas fueron condenadas a muerte por delitos contrarrevolucionarios durante los 23 años de 1930-1953. De aquellos condenados, según el KGB, 681.692 lo fueron entre 1937 y 1938. No es posible comprobar las cifras del KGB, pero esta última información es bastante dudosa. Sería muy raro que tantas personas hubieran sido condenadas a muerte en tan sólo dos años. ¿Es posible que el actual KGB pro-capitalista no nos haya dado la información auténtica del KGB pro-socialista? Sea como fuere, queda por verificar si la estadística que es la base de la información del KGB incluye, entre los presuntamente condenados a muerte durante estos 23 años, a delincuentes comunes además de contrarrevolucionarios, y no únicamente a contrarrevolucionarios como ha afirmado el KGB pro-capitalista en un boletín de prensa de febrero de 1990. Los archivos también llevan a la conclusión de que el número de delincuentes comunes y el número de contrarrevolucionarios condenados a muerte era aproximadamente el mismo.
La conclusión que podemos extraer es que el número de condenados a muerte en 1937-38 fue de unos 100.000, y no de varios millones como ha afirmado la propaganda occidental.
También es necesario tener en cuenta que no todos los condenados a muerte en la Unión Soviética eran ejecutados. Una proporción muy grande de penas de muerte eran conmutadas por penas de internamiento en campos de trabajo. Es también importante distinguir entre delincuentes comunes y contrarrevolucionarios. Muchos de los condenados a muerte habían cometido delitos violentos como el asesinato o la violación. Hace 60 años, este tipo de delitos eran castigados con la muerte en gran número de países."