100 años de la revolución rusa.
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Mañana sigo el debate que voy a ver otra peli iraní.
Seguimos confundiendo conceptos amic. Y es como hablar en idiomas distintos.
Hablando de idiomas, no sé utilizar tan bien como te crees el traductor.
Pero a ver si nos aclaramos: hablamos de política o de sentimientos nacionales?
Ya te leo mañana.
Bona nit amic.Principalmente hablamos de políticas: simplemente afirmo que para los habitantes de las ex-repúblicas soviéticas, estar gobernados por el politburó del partido único, a su vez controlado completamente desde el politburó del partido único de Moscú, es una situación que no añoran en absoluto. Tampoco es tan complicado de entender.
Siempre hay algo de sentimiento nacional mezclado, claro (sino los nacionalismos en política no tendrían éxito). Aunque ese factor ha tenido importancia en algunos casos, y menor en otros.
Bona nit, amic.
La cuestión es que esos pueblos han metido en un mismo lote su rusofobia (te acepto el término) con el anticomunismo, identificando un sistema político con una nación. Y es un análisis equivocado.
Es cierto, pero haz autocrítica, hermano, porque a ti te pasa algo no muy diferente cuando equiparas república social con Cataluña y monarquía liberal y caduca con España.
Y aunque objetivamente les perjudicaba la conversión en sociedades liberal capitalistas, han seguido por esa senda de degradación.
No voy a descubrir a estas alturas de la película que considero el socialismo como una fase más avanzada que el liberalismo en la evolución histórica. Una evolución que tiene como siguiente escalón, la sociedad comunista plena.Eso es lo que tu dirás. Si esos pueblos pensaban que estaban mejor con el comunismo, podían haber votado democráticamente a partidos comunistas para retornar a aquel sistema o uno parecido.
La cuestión, a la que no he tenido respuesta es la que planteaba más arriba, y que por no volver a escribir, la voy a copiar: "Quiero leer cómo en tal o cuál sitio ha mejorado la vida de sus ciudadanos en materia sanitaria, social, educativa, seguridad con la llegada del bendito capitalismo." (autocita)
Y cuando dispongamos de esos datos podremos entrar en el meollo de la cuestión. Mientras tanto, diatribas estériles que no conducen a ningún sitio.A ver, esa es TÚ cuestión. Este debate a dos ha comenzado cuando yo he dicho que LOS PAÍSES DE LA EX-URSS no la echan de menos. No digo si tienen razón o no, ese es tu debate.
En cuanto al meollo.... chico, la felicidad o satisfacción es algo muy subjetivo, pero si es por parámetros materiales objetivos (algo muy del gusto del socialismo científico), no cabe duda que los ex-soviéticos bálticos están mucho mejor que antes en renta, calidad educativa y sanitaria o infraestructuras. De los caucásicos me atrevería a decir que también (con la duda de Armenia, pero es que ha estado sometida a conflictos contínuos con Azerbaiján y Turquía). De los del Asia Central no lo sé. Tal vez no, lo concedo, pero habría que discutirlo.
En cuanto a los países europeos del telón de Acero... ni punto de comparación. Están astronómicamente mejor desde el punto de vista material.
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@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Mañana sigo el debate que voy a ver otra peli iraní.
Seguimos confundiendo conceptos amic. Y es como hablar en idiomas distintos.
Hablando de idiomas, no sé utilizar tan bien como te crees el traductor.
Pero a ver si nos aclaramos: hablamos de política o de sentimientos nacionales?
Ya te leo mañana.
Bona nit amic.Principalmente hablamos de políticas: simplemente afirmo que para los habitantes de las ex-repúblicas soviéticas, estar gobernados por el politburó del partido único, a su vez controlado completamente desde el politburó del partido único de Moscú, es una situación que no añoran en absoluto. Tampoco es tan complicado de entender.
Siempre hay algo de sentimiento nacional mezclado, claro (sino los nacionalismos en política no tendrían éxito). Aunque ese factor ha tenido importancia en algunos casos, y menor en otros.
Bona nit, amic.
La cuestión es que esos pueblos han metido en un mismo lote su rusofobia (te acepto el término) con el anticomunismo, identificando un sistema político con una nación. Y es un análisis equivocado.
Es cierto, pero haz autocrítica, hermano, porque a ti te pasa algo no muy diferente cuando equiparas república social con Cataluña y monarquía liberal y caduca con España.
Y aunque objetivamente les perjudicaba la conversión en sociedades liberal capitalistas, han seguido por esa senda de degradación.
No voy a descubrir a estas alturas de la película que considero el socialismo como una fase más avanzada que el liberalismo en la evolución histórica. Una evolución que tiene como siguiente escalón, la sociedad comunista plena.Eso es lo que tu dirás. Si esos pueblos pensaban que estaban mejor con el comunismo, podían haber votado democráticamente a partidos comunistas para retornar a aquel sistema o uno parecido.
La cuestión, a la que no he tenido respuesta es la que planteaba más arriba, y que por no volver a escribir, la voy a copiar: "Quiero leer cómo en tal o cuál sitio ha mejorado la vida de sus ciudadanos en materia sanitaria, social, educativa, seguridad con la llegada del bendito capitalismo." (autocita)
Y cuando dispongamos de esos datos podremos entrar en el meollo de la cuestión. Mientras tanto, diatribas estériles que no conducen a ningún sitio.A ver, esa es TÚ cuestión. Este debate a dos ha comenzado cuando yo he dicho que LOS PAÍSES DE LA EX-URSS no la echan de menos. No digo si tienen razón o no, ese es tu debate.
En cuanto al meollo.... chico, la felicidad o satisfacción es algo muy subjetivo, pero si es por parámetros materiales objetivos (algo muy del gusto del socialismo científico), no cabe duda que los ex-soviéticos bálticos están mucho mejor que antes en renta, calidad educativa y sanitaria o infraestructuras. De los caucásicos me atrevería a decir que también (con la duda de Armenia, pero es que ha estado sometida a conflictos contínuos con Azerbaiján y Turquía). De los del Asia Central no lo sé. Tal vez no, lo concedo, pero habría que discutirlo.
En cuanto a los países europeos del telón de Acero... ni punto de comparación. Están astronómicamente mejor desde el punto de vista material.Vamos a ver...están astronómicamente mejor?
Te copio un testimonio real:Artículo de opinión de Zsuzsanna Clark, que creció en Hungría Socialista durante las décadas de los 70 y los 80, y posteriormente en Gran Bretaña. Narra sus vivencias y realiza interesantes reflexiones que asombrarán a más de un despistado.
Publicado en el Dailymail
"Cuando la gente me pregunta cómo era crecer detrás del telón de acero en Hungría en los años setenta y ochenta, la mayoría espera escuchar cuentos de policía secreta, las colas de pan y otras declaraciones desagradables sobre la vida en un estado de partido único.
Ellos quedan siempre decepcionados cuando les explico que la realidad era muy diferente, y Hungría comunista, lejos de ser el infierno en la tierra, era en realidad, más bien un lugar divertido para vivir. Los comunistas proporcionaban a todos con trabajo garantizado, buena educación y atención médica gratuita.
Pero quizá lo mejor de todo fue la sensación primordial de la camaradería, el espíritu que falta en mi adoptada Gran Bretaña y, de igual forma, cada vez que voy de regreso a la Hungría actual.
Yo nací en una familia de clase trabajadora en Esztergom, una ciudad en el norte de Hungría, en 1968. Mi madre, Juliana, vino del este del país, la parte más pobre. Nacida en 1939, tuvo una infancia dura. Dejó la escuela a los 11 años y se fue directamente a trabajar en los campos. Ella recuerda haber tenido que levantarse a las 4 am para caminar cinco kilómetros para comprar una hogaza de pan. De niña, ella tenía tanta hambre que a menudo esperaban junto a la gallina hasta que pusiera un huevo. Entonces lo abría y se tragaba cruda la yema y la clara.
[…] Una de las mejores cosas fue la manera en que las oportunidades de ocio y vacaciones se abrieron a todos. Antes de la Segunda Guerra Mundial, las vacaciones estaban reservadas para las clases altas y medias. En los inmediatos años de la posguerra también, la mayoría de los húngaros estaban trabajando muy duro para reconstruir el país, las vacaciones estaban fuera de cuestión.
En los años sesenta, como en muchos otros aspectos de la vida, las cosas cambiaron para mejor. A finales de la década, casi todo el mundo podía permitirse el lujo de marcharse, gracias a la red de subsidios a sindicatos, empresas y cooperativas de centros vacacionales.
Mis padres trabajaban en Dorog, un pueblo cercano, por Hungaroton, una compañía discográfica de propiedad estatal, así que nos quedamos en el campamento de vacaciones de la fábrica en el lago Balaton, 'El mar húngaro'. El campamento era similar a la especie de colonias de vacaciones de moda en Gran Bretaña de la época, la única diferencia es que los huéspedes tuvieron que hacer su propio entretenimiento por las noches.Algunos de mis primeros recuerdos de la vida en el hogar son los animales que mis padres mantenían en la parcela. La cría de animales era algo que la mayoría de la gente hizo, así como el cultivo de hortalizas. Fuera de Budapest y las grandes ciudades, nosotros éramos una nación de “Tom y Barbara Goods”. (Nota de Pravda: Comparación anglosajona basada en una famosa sitcom de la BBC de los años 70, “The Good Life”, en la que la familia es autosuficiente)
Mis padres tenían alrededor de 50 pollos, cerdos, conejos, patos, palomas y gansos. Hemos mantenido los animales no sólo para alimentar a nuestra familia, sino también para vender la carne a nuestros amigos. Se utilizaron las plumas de ganso para almohadas y edredones.
El gobierno entendió el valor de la educación y la cultura. Antes de la llegada del comunismo, las oportunidades para los hijos de los campesinos y la clase obrera urbana, como yo, para ascender en la escala educativa eran limitadas. Todo eso cambió después de la guerra. […] Yo amaba mis días escolares, y en particular mi membresía en los Pioneros - un movimiento común para todos los países comunistas.
Muchos en Occidente creyeron que era un burdo intento de adoctrinar a los jóvenes con la ideología comunista, pero siendo pioneros nos enseñaron habilidades valiosas para la vida tales como la creación de amistades y la importancia de trabajar para el beneficio de la comunidad. “Juntos uno para el otro” era nuestro lema, y así fue como se nos animaba a pensar.
Como pionero, si obtenías buenos resultados en tus estudios, en el trabajo comunal o en competiciones escolares, podías ser premiado con un viaje a un campamento de verano. Yo iba todos los años porque participaba en casi todas las actividades de la escuela: competiciones, gimnasia, atletismo, coro, fotografía, literatura y biblioteca.
En nuestra última noche en el campamento de Pioneros cantábamos canciones alrededor de la hoguera, como el himno Pionero: 'Mint a mokus fenn a fan, az uttoro oly vidam' (“Somos tan felices como una ardilla en un árbol”), y otros canciones tradicionales. Nuestros sentimientos siempre fueron mezclados: tristeza ante la perspectiva de irnos, pero contentos ante la idea de ver a nuestras familias.
Hoy en día, incluso los que no se consideran comunistas miran hacia atrás en sus días de pioneros con mucho cariño.
[…] La Cultura se consideró como extremadamente importante por el gobierno. Los comunistas no quieren restringir las cosas buenas de la vida para las clases altas y medias - lo mejor de la música, la literatura y la danza eran para el disfrute de todos. Esto significó subvenciones generosas para las instituciones, incluyendo orquestas, óperas, teatros y cines. Los precios de las entradas estaban subvencionados por el Estado, por lo que las visitas a la ópera y el teatro eran asequibles.
Se abrieron ‘Casas de la Cultura’ en cada pueblo y ciudad, también provinciales, para que la clase trabajadora, como mis padres, pudieran tener fácil acceso a las artes escénicas, así como a los mejores intérpretes.
La programación en la televisión húngara reflejaba la prioridad del régimen para llevar la cultura a las masas, sin estupidización. Cuando yo era adolescente, la noche del sábado en prime time por lo general significaba ver una aventura de Julio Verne, un recital de poesía, un espectáculo de variedades, una obra de teatro en vivo, o una sencilla película de Bud Spencer.
[…] Como la mayoría de la gente en la era comunista, mi padre no estaba obsesionado con el dinero. Como mecánico él se encargó de cobrar a la gente con justicia. Una vez vi un coche averiado con el capó abierto - un espectáculo que siempre levantó su corazón. Pertenecía a un turista de Alemania Occidental. Mi padre arregló el coche pero se negó a cobrarle, incluso con una botella de cerveza. Para él era natural que a nadie se le ocurriera aceptar dinero por ayudar a alguien en apuros.
Cuando el comunismo en Hungría terminó en 1989, no sólo fui sorprendida, también estaba entristecida, al igual que muchos otros. Sí, había gente marchando en contra del gobierno, pero la mayoría de la gente común - yo y mi familia incluida - no participó en las protestas.
Nuestra voz - la voz de aquellos cuyas vidas fueron mejoradas por el comunismo - rara vez se escucha cuando se trata de discusiones sobre cómo era la vida detrás del Telón de Acero. En cambio, los relatos que se escuchan en el Occidente son casi siempre desde la perspectiva de emigrantes ricos o los disidentes anti-comunistas con un interés personal.
El comunismo en Hungría tuvo su lado negativo. Si bien los viajes a otros países socialistas no tenían ninguna restricción, viajar hacia el oeste era problemático y sólo estaba permitido cada dos años. Pocos húngaros (me incluyo) disfrutaron de las clases de ruso obligatorias. Había restricciones menores y capas innecesarias de burocracia y la libertad para criticar al gobierno estaba limitada. Sin embargo, a pesar de esto, creo que, en su conjunto, los aspectos positivos superan a los negativos.
Veinte años después, la mayor parte de estos logros han sido destruidos. Las personas ya no tienen estabilidad en el empleo. La pobreza y la delincuencia van en aumento. Personas de clase trabajadora ya no pueden permitirse el lujo de ir a la ópera o el teatro. Al igual que en Gran Bretaña, la televisión ha atontado en un grado preocupante - irónicamente, nunca hemos tenido Gran Hermano bajo el comunismo, pero lo tenemos hoy. Y lo más triste de todo, el espíritu de camaradería que una vez se disfrutó casi ha desaparecido.
En las últimas dos décadas es posible que hayamos ganado los centros comerciales, la 'democracia' multipartidista, los teléfonos móviles e Internet. Pero hemos perdido mucho más.
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Y tras el testimonio, los datos:
Dos economistas húngaros han realizado un estudio para valorar el cambio de régimen y los veinte y tantos años que han pasado desde la caída del socialismo. A pesar de ser anticomunistas y estar de acuerdo con los cambios, dibujan un panorama desastroso.
Se trata, en realidad, de un artículo en dos partes, con el título: Balance del cambio de régimen: dos décadas en cifras. Los autores son los académicos Katalin Botos y József Botos.
Los autores empiezan por lo más sencillo, los ingresos reales de la población. ¿En qué medida han mejorado han las últimas décadas? Pues es que no han mejorado. Han caído.
El ingresos por trabajo per cápita al año era en 1989 de 76999 forint. En el 2009 era de 499985 forint. Nominalmente es casi 7 veces más alto. Sin embargo, en cuanto tenemos en cuenta la inflación, resulta que en realidad el ingreso en el 2009 era solo de el 48,8% del de 1989. Es decir, el valor del sueldo real de los trabajadores es en el 2009 la mitad del que era en 1989 (!).
Además, en 1989 el ingreso por trabajo representaba el 46,5% del PIB. En el 2009 representa solo el 19,2% (!!!). Es decir, que los ingresos por capital y de otro tipo han aumentado en porcentaje, mientras que los ingresos por trabajo han bajado.
En el 2009 había en Hungría 3,9 millones de personas empleadas (vamos, esa era la población activa). En 1989 era de 5,3 millones. En veinte años de capitalismo han densaparecido 1,5 millones de puestos de trabajo!!!
Según los autores la situación social de Hungría sería comparable a la de cualquier país latinoamericano, sino fuera porque el fenómeno del chavolismo no está extendido y mucha gente tiene casa (claro que es porque en el socialismo se proporcionaba vivienda a todo el mundo, y cuando cayó el socialismo, automáticamente la gente se convirtió en propietaria de la casa en la que vivía). Sin embargo, cada vez más grupos sociales están amenazados de perder sus hogares.
En 1990 había 2,5 millones de jubilados. Ahora son 3 millones. Además antes no existía el paro, ahora hay 500 mil parados. Que sobrevivien a duras penas con la ayuda del estado. Un estado que sostiene a esos 3,5 millones con los impuestos que saca de los 3,9 millones que trabajan. Pero es que de esos 3,9 millones de trabajadores, un millón sobreviven a duras penas por cuenta propia, en minúsculas empresas personales, sosteniéndose con un ingreso mínimo.
Sobre las ayudas sociales. Resulta que en 1989 las ayudas tenían un monto de 24691 forint por año. Hoy es de 361802 forint. Pero teniendo en cuenta la inflacción, resulta que hoy en día el estado ofrece un 10% más de ayuda que en 1989. Lo que quiere decir que las familias dependen más hoy en día de las ayudas del estado que en 1989 (deseando estoy ver la opinión de los ultraliberales al respecto). Y eso es así porque cada vez resulta más difícil vivir del trabajo. Los sueldos húngaros son 1/4- 1/5 de los austríacos, pero los precios son similares, es decir, que el poder de compra de los húngaros es muy bajo.
Influencia de todo esto en la demografía:
tomemos una familia con un hijo. Si los dos padres trabajan con un sueldo normal, el ingreso total de la familia estará ligeramente por encima del sueldo mínimo oficial. Pero si solo trabaja uno, entonces la familia estará por debajo del mínimo, incluso en el caso de tener solo un hijo.
Lógicamente esto es la causa de un grave problema demográfico. Tras la caída del socialismo bajó brutalmente la tasa de fertilidad de las mujeres húngaras. Todavía en 1990 lo normal era tener dos hijos por pareja (el número de hijos de las mujeres en edad fértil, entre 15-49 años era de 1,8 por mujer - hoy es 1,26).
Por eso, la sociedad húngara está envejeciendo a ritmo acelerado.
El endeudamiento externo:
Entre 1990 y el 2010, el PIB de Hungría creció 13,5 veces, mientras que el endeudamiento del país lo hizo en 21,3 veces. El servicio de la deuda creció en 25 veces. Por eso cada vez es necesario más esfuerzo para pagar la deuda. Además en Hungría tuvo lugar el fenómeno de los préstamos y créditos en moneda extranjero (francos suizos principalmente). Pero la debilidad actual del forint ha llevado a muchas familias a situaciones insostenibles porque no pueden pagar las deudas. Así que por un lado tenemos el problema del endeudamiento estatal, y por otro el de la población.
Conclusiones de los autores:
El cambio de régimen no ha traído nada parecido al bienestar, más bien al contrario. Hungría no solo no se ha acercado al nivel de los países occidentales sino que se está alejando. Y a pesar de eso los autores consideran positivo el cambio de régimen... (tenemos en nuestra mano cambiar las cosas... y esas patochadas absurdas para un régimen capitalista).
Y ahora espero los datos de la maravillosa sociedad capitalista en la que viven esos países.
Por cierto, pensaba que el tema de España y el régimen del 78 estaba claro. Ayer mismo posteé sobre eso.
Tengo que repetirlo más?Ah, y un fuerte abrazo, mi amic
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Y tras el testimonio, los datos:
Dos economistas húngaros han realizado un estudio para valorar el cambio de régimen y los veinte y tantos años que han pasado desde la caída del socialismo. A pesar de ser anticomunistas y estar de acuerdo con los cambios, dibujan un panorama desastroso.
Se trata, en realidad, de un artículo en dos partes, con el título: Balance del cambio de régimen: dos décadas en cifras. Los autores son los académicos Katalin Botos y József Botos.
Los autores empiezan por lo más sencillo, los ingresos reales de la población. ¿En qué medida han mejorado han las últimas décadas? Pues es que no han mejorado. Han caído.
El ingresos por trabajo per cápita al año era en 1989 de 76999 forint. En el 2009 era de 499985 forint. Nominalmente es casi 7 veces más alto. Sin embargo, en cuanto tenemos en cuenta la inflación, resulta que en realidad el ingreso en el 2009 era solo de el 48,8% del de 1989. Es decir, el valor del sueldo real de los trabajadores es en el 2009 la mitad del que era en 1989 (!).
Además, en 1989 el ingreso por trabajo representaba el 46,5% del PIB. En el 2009 representa solo el 19,2% (!!!). Es decir, que los ingresos por capital y de otro tipo han aumentado en porcentaje, mientras que los ingresos por trabajo han bajado.
En el 2009 había en Hungría 3,9 millones de personas empleadas (vamos, esa era la población activa). En 1989 era de 5,3 millones. En veinte años de capitalismo han densaparecido 1,5 millones de puestos de trabajo!!!
Según los autores la situación social de Hungría sería comparable a la de cualquier país latinoamericano, sino fuera porque el fenómeno del chavolismo no está extendido y mucha gente tiene casa (claro que es porque en el socialismo se proporcionaba vivienda a todo el mundo, y cuando cayó el socialismo, automáticamente la gente se convirtió en propietaria de la casa en la que vivía). Sin embargo, cada vez más grupos sociales están amenazados de perder sus hogares.
En 1990 había 2,5 millones de jubilados. Ahora son 3 millones. Además antes no existía el paro, ahora hay 500 mil parados. Que sobrevivien a duras penas con la ayuda del estado. Un estado que sostiene a esos 3,5 millones con los impuestos que saca de los 3,9 millones que trabajan. Pero es que de esos 3,9 millones de trabajadores, un millón sobreviven a duras penas por cuenta propia, en minúsculas empresas personales, sosteniéndose con un ingreso mínimo.
Sobre las ayudas sociales. Resulta que en 1989 las ayudas tenían un monto de 24691 forint por año. Hoy es de 361802 forint. Pero teniendo en cuenta la inflacción, resulta que hoy en día el estado ofrece un 10% más de ayuda que en 1989. Lo que quiere decir que las familias dependen más hoy en día de las ayudas del estado que en 1989 (deseando estoy ver la opinión de los ultraliberales al respecto). Y eso es así porque cada vez resulta más difícil vivir del trabajo. Los sueldos húngaros son 1/4- 1/5 de los austríacos, pero los precios son similares, es decir, que el poder de compra de los húngaros es muy bajo.
Influencia de todo esto en la demografía:
tomemos una familia con un hijo. Si los dos padres trabajan con un sueldo normal, el ingreso total de la familia estará ligeramente por encima del sueldo mínimo oficial. Pero si solo trabaja uno, entonces la familia estará por debajo del mínimo, incluso en el caso de tener solo un hijo.
Lógicamente esto es la causa de un grave problema demográfico. Tras la caída del socialismo bajó brutalmente la tasa de fertilidad de las mujeres húngaras. Todavía en 1990 lo normal era tener dos hijos por pareja (el número de hijos de las mujeres en edad fértil, entre 15-49 años era de 1,8 por mujer - hoy es 1,26).
Por eso, la sociedad húngara está envejeciendo a ritmo acelerado.
El endeudamiento externo:
Entre 1990 y el 2010, el PIB de Hungría creció 13,5 veces, mientras que el endeudamiento del país lo hizo en 21,3 veces. El servicio de la deuda creció en 25 veces. Por eso cada vez es necesario más esfuerzo para pagar la deuda. Además en Hungría tuvo lugar el fenómeno de los préstamos y créditos en moneda extranjero (francos suizos principalmente). Pero la debilidad actual del forint ha llevado a muchas familias a situaciones insostenibles porque no pueden pagar las deudas. Así que por un lado tenemos el problema del endeudamiento estatal, y por otro el de la población.
Conclusiones de los autores:
El cambio de régimen no ha traído nada parecido al bienestar, más bien al contrario. Hungría no solo no se ha acercado al nivel de los países occidentales sino que se está alejando. Y a pesar de eso los autores consideran positivo el cambio de régimen... (tenemos en nuestra mano cambiar las cosas... y esas patochadas absurdas para un régimen capitalista).
Y ahora espero los datos de la maravillosa sociedad capitalista en la que viven esos países.
Por cierto, pensaba que el tema de España y el régimen del 78 estaba claro. Ayer mismo posteé sobre eso.
Tengo que repetirlo más?Ah, y un fuerte abrazo, mi amic
El testimonio de la dama húngara es enternecedor. La pregunta inevitable es porqué sale de su Hungría que está mucho peor que con el comunismo Y SE VA A GRAN BRETAÑA, PATRIA DEL LIBERALISMO CAPITALISTA SALVAJE. ¿Por qué no va a un país comunista como los que hay actualmente, donde se garantiza todo lo que ella dice? Corea del Norte, Cuba, Laos, China (más o menos)...
No, se va al nido del que salieron todos los polluelos del capitalismo. Es que con esa incoherencia los defensores del comunismo no van a ganar ni medio adepto. Se empieza dando ejemplo.Lo del estudio de los dos economistas húngaros (con los datos filtrados, no dices la fuente, pero supongo que por algún medio socialista, como es tu costumbre) me recuerda a un amigo mío muy salado. Es de Vox, y cada cierto tiempo me envía unos memes con datos donde se demuestra, medio de coña medio en serio, que con Franco vivíamos mejor: la vivienda era más barata, había menos paro, se pagaban menos impuestos y la deuda pública era ridícula... Si comparamos la economía globalizada de 2019 con la Hungría medio aislada de 1989, seguro que vamos a encontrar ítems peores, como le pasa a mi amigo el voxero.
No me verás defendiendo la economía capitalista basada en la financiación salvaje que nos han impuesto los poderosos, y que genera estas crisis periódicas como la que hemos sufrido hace poco y la que nos espera próximamente, pero pretender oponer a ello el sistema comunista decrépito, de industrias obsoletas y puestos de trabajo de ínfimo valor añadido del sovietismo, que explotó políticamente porque económicamente ya no aguantaba más, es de risa.
La cosa es muy simple, rana: en 1989 muchos húngaros querían salir de Hungría, y actualmente hay una polémica muy fuerte porque el partido en el gobierno, democráticamente elegido, impide la llegada de miles de emigrantes. Algo no cuadra en la hipótesis del empeoramiento tras la llegada de la economía de mercado.
Otro abrazo para tí, amic.
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No sé si será de risa. A mí, de entrada no me hacen ninguna gracia dos comparaciones que has hecho.
La de meter en el mismo saco a Cuba y Corea del Norte y la de compararme a mí con un amigo de Vox.
Eso de entrada. Ya de primer plato te comentaré algunas valoraciones peregrinas que has hecho.
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
No sé si será de risa. A mí, de entrada no me hacen ninguna gracia dos comparaciones que has hecho.
La de meter en el mismo saco a Cuba y Corea del Norte y la de compararme a mí con un amigo de Vox.
Eso de entrada. Ya de primer plato te comentaré algunas valoraciones peregrinas que has hecho.Me voy a poner en modo malcontent: lee bien, amigo, porque no te comparo a ti con mi amigo de Vox, sino al estudio que aportas.
El saco en el que están Cuba y Corea del Norte es en el de los pocos países que en su constitución son abiertamente socialistas científicos o comunistas. Y no los he puesto yo, se han puesto solitos.
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Que se me cite en cosas como 'modo malcontent' debería dar puntos en la clasificación de los foreros más reputados.
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@gimnastico_1909 yo también en 'modo malcontent' te contesto que si mis aportaciones de datos es como cuando tu "salado" amigo de Vox te manda esas chorradas, me estás poniendo al mismo nivel. Sí, existe comparación.
En cuanto a Cuba y Corea del Norte se parecen como un huevo y una castaña.
No podrás encontrar ningún mensaje mío en el que alabe ese régimen teomarxista. De Cuba encontrarás bastantes.
Pero vaya, esas cosas eran lo de menos. Lo más importante no era el aperitivo sino los platos de cuchara.
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Estáis malcontentizando el foro, maldita sea.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Estáis malcontentizando el foro, maldita sea.
Pues ya sabes, el desmalcontizador que lo desmalcontice...
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No se escribe así, es malconTENtizar. Déjate de etarras.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
No se escribe así, es malconTENtizar. Déjate de etarras.
Sorry. La cabra tira al monte.
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¿Quién dices que se tira a una cabra?
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
¿Quién dices que se tira a una cabra?
Pues hombre, supongo que los tristemente famosos follacabras.
Pero sería de otro post.
O no...
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A mi es que solo me sonaba el chupacabras.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
A mi es que solo me sonaba el chupacabras.
No sabes quiénes son los follacabras? -'-
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Para acabar con serenidad el día, una música muy bonito.
Es el archiconocido himno soviético, pero interpretado por una orquesta sinfónica.
Piense cada uno como piense no podrá negar que es belloBona nit
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¿Una música muy bonito?
De los follacabras mejor no hablemos.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
¿Una música muy bonito?
De los follacabras mejor no hablemos.
Tú no te cansas eh, cacho pardalot poco alfabetizado..
Algún día las pagarás todas juntas.Y de los follacabras hablamos cuando quieras, es un tema apasionante. Bueno, lo que es hablar, yo. Tú más bien rebuznar, neardental recalcitrante.
. .'
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No debería estar permitido amar con tanta fuerza.
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
No debería estar permitido amar con tanta fuerza.
Soy persona muy pasional. Ya me conoces...
(Joder con los putos emojis )
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Lo sé, es lo que más me gusta de ti.
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Un vídeo en el que junto a algunas cuestiones ciertas, hay otras con las que discrepo abiertamente.
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@rana-baileys dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Un vídeo en el que junto a algunas cuestiones ciertas, hay otras con las que discrepo abiertamente.
Jejeje, el locutor es tan enemigo del imperialismo capitalista que pronuncia el nombre de la antiquísima nación caucasica (cuyo patrón es san Jorge) con el mismo acento con que un yanqui pronuncia el del estado sureño de la Unión dedicado al rey Jorge... todo muy poco revolucionario.
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Hay algo en este vídeo que no me cuadra. La imagen fija de Stalin con la luz que irradia de la Revolución (no creo que tuviese superpoderes en la vista) con Lenin en segundo plano...y el hecho de que la letra es la que se oficializó tras la muerte del georgiano (yeoryano) y en el que se omitió toda referencia a su figura.
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Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
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@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
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@gimnastico_1909 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
@Gorje3 dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Stalin fue la encarnación de la frase "el fin no justifica los medios". Opinión personal, pero compartida con muchos de sus compatriotas.
Stalin fue un criminal y un genocida, hecho objetivado y documentado.
Extracto del libro de Mario Sousa "Mentiras sobre la historia de la Unión Soviética"
Si os interesa, en un siguiente mensaje continuo, porque como podréis ver, el fragmento narrativo se corta. O sea, lo he cortado yo por volumen permitido:
"La especulación sobre los millones de personas que murieron en la Unión Soviética es parte de la guerra sucia de propaganda contra la Unión Soviética, y por esta razón las refutaciones y explicaciones expuestas por la Stalin Society no fueron tomadas en serio y nunca encontraron ningún espacio en la prensa capitalista. Por el contrario, fueron totalmente ignoradas, mientras los “especialistas” comprados por el capital disponían de tanto espacio como querían para propagar sus ficciones. ¡Y qué ficciones! El cómputo de millones de muertos y encarcelados difundido por Conquest y otros “críticos” era el resultado de falsas aproximaciones estadísticas y de métodos de evaluación carentes de cualquier base científica.
Métodos fraudulentos dan lugar a millones de muertos
Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros utilizaron la estadística publicada por la Unión Soviética, por ejemplo los censos demográficos nacionales, a los que añadieron un supuesto aumento demográfico sin tener en cuenta la situación del país. De este modo llegaron a sus conclusiones sobre la población que debía haber en el país al final de cada año. La diferencia entre la cantidad de población estimada según este método y el censo real se suponía que eran las personas que habían sido encarceladas o asesinadas por el socialismo. El método es sencillo, pero también completamente fraudulento. Este tipo de “revelación” de acontecimientos políticos importantes nunca habría sido aceptado si la “revelación” en cuestión afectara al mundo occidental. En tal caso es seguro que los profesores e historiadores habrían protestado airadamente contra tales falsificaciones. Pero, ya que la Unión Soviética era el objeto de las falsificaciones, entonces éstas eran aceptables. Uno de los motivos es, seguramente, que los profesores e historiadores anteponen su ascenso académico a su integridad profesional.
En cifras concretas, ¿cuáles fueron las conclusiones finales de los “críticos”?Según Robert Conquest (en una estimación que hizo en 1961) 6 millones de personas murieron de hambre en la Unión Soviética en los primeros años 1930. Conquest amplió este número a 14 millones en 1986. En cuanto a los campos de trabajo del Gulag, estuvieron internados allí, según Conquest, 5 millones de presos en 1937, antes de comenzar las purgas del partido, el ejército y el aparato estatal. ¡Tras el inicio de las purgas, según Conquest, es decir, durante 1937-38, habría habido 7 millones de prisioneros adicionales, dando lugar a un total de 12 millones de presos en los campos de trabajo en 1939! ¡Y estos 12 millones de Conquest sólo habrían sido presos políticos! En los campos de trabajo también había delincuentes comunes, que, según Conquest, eran bastante más numerosos que los presos políticos. Esto significa, según Conquest, que 25-30 millones de presos estuvieron internados en los campos de trabajo de la Unión Soviética.
De nuevo según Conquest, 1 millón de presos políticos fueron ejecutados entre 1937 y 1939, y otros 2 millones murieron de hambre. Así pues, la cuenta final resultante de las purgas de 1937-39, según Conquest, fue de 9 millones de muertos, de los que 3 millones habrían muerto en prisión. Estas cifras fueron sometidas inmediatamente a un “ajuste estadístico” por Conquest, para permitirle llegar a la conclusión de que los bolcheviques mataron nada menos que a 12 millones de presos políticos entre 1930 y 1953. Añadiendo estas cifras al número de los que supuestamente habían muerto por hambre en los años 1930, Conquest llegó a la conclusión de que los bolcheviques causaron la muerte de 26 millones de personas. En una de sus últimas manipulaciones estadísticas, Conquest afirmó que en 1950 la Unión Soviética contaba con 12 millones de presos políticos.
Alexander Solzhenitsyn utilizó más o menos los mismos métodos estadísticos que Conquest. Pero utilizando estos métodos pseudocientíficos sobre la base de premisas diferentes, llegó a conclusiones aún más extremas. Solzhenitsyn aceptó la estimación de Conquest de 6 millones de muertos a causa de la hambruna de 1932-33. Sin embargo, en lo que respecta a las purgas de 1936-39, pensaba que al menos 1 millón de personas habría muerto cada año. Solzhenitsyn llegó a sostener que, desde la colectivización de la agricultura hasta la muerte de Stalin en 1953, los comunistas habrían matado a 66 millones de personas en la Unión Soviética. Por si fuera poco, afirmó que el gobierno soviético fue responsable de la muerte de 44 millones de rusos que, según él, murieron en la Segunda Guerra Mundial. La conclusión de Solzhenitsyn es que “110 millones de rusos fueron víctimas del socialismo”. Por lo que respecta a los presos, Solzhenitsyn dijo que el número de personas internadas en campos de trabajo en 1953 era de 25 millones.
Gorbachev abre los archivos
La colección de cifras fantásticas y cada vez más excesivas, producto de una invención sumamente bien remunerada, apareció en la prensa burguesa en los años 1960, siempre presentada como hechos auténticos averiguados mediante la utilización del método científico.
Detrás de estas falsificaciones se escondían los servicios secretos occidentales, principalmente la CIA y el MI5. El impacto de los medios de comunicación sobre la opinión pública es tan grande que, incluso hoy en día, grandes sectores de la población de los países occidentales siguen creyéndose esas cifras fabulosas.
Esta situación vergonzosa no ha hecho sino empeorar. En la misma Unión Soviética, donde Solzhenitsyn y otros conocidos “críticos” como Andrei Sakharov y Roy Medvedev no podían encontrar a nadie que apoyase sus numerosas fantasías, ocurrió un cambio significativo en 1990. En la nueva “prensa libre” creada a la sombra de Gorbachev, todo lo que se opusiera al socialismo era aclamado como positivo, con resultados desastrosos. Una inflación especulativa sin precedentes comenzó a disparar las cifras de los que supuestamente habían muerto o habían sido encarcelados bajo el socialismo, todos ellos mezclados en un único grupo de decenas de millones de “víctimas” de los comunistas.
El histerismo de la nueva prensa libre de Gorbachev dio una gran propaganda a las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn. Al mismo tiempo Gorbachev abrió los archivos del Comité Central a la investigación histórica, una exigencia de la prensa libre. La apertura de los archivos del Comité Central del Partido Comunista es ciertamente la cuestión central de esta historia tan enrevesada, y ello por dos motivos: en parte, porque en los archivos pueden encontrarse los hechos capaces de arrojar luz sobre la verdad. Pero aún más importante es el hecho de que todos aquéllos que habían especulado desenfrenadamente sobre el número de personas asesinadas y encarceladas en la Unión Soviética habían estado diciendo durante años que, el día en que los archivos fueran abiertos, las cifras que ellos daban se confirmarían. Cada uno de estos especuladores sobre muertos y encarcelados afirmó que éste sería el caso: Conquest, Sakharov, Medvedev y todos los demás. Pero cuando los archivos se abrieron y los informes de la investigación basados en documentos reales comenzaron a publicarse, ocurrió una cosa muy extraña. De repente , tanto la prensa libre de Gorbachev como los que especulaban sobre muertos y encarcelados perdieron completamente el interés por los archivos.
Los resultados de la investigación realizada sobre los archivos del Comité Central por los historiadores rusos Zemskov, Dougin y Xlevnjik, que comenzaron a aparecer en publicaciones científicas desde 1990, pasaron completamente desapercibidos. Los informes sobre los resultados de esta investigación histórica iban completamente en contra de la corriente inflacionista sobre el número de muertos y encarcelados que la “prensa libre” difundía. Por lo tanto, su contenido no se hizo público. Los informes aparecieron en publicaciones científicas prácticamente desconocidas para el público en general. Los informes con los resultados de la investigación científica apenas podían competir con el histerismo de la prensa, por lo que las mentiras de Conquest y Solzhenitsyn siguieron contando con el apoyo de muchos sectores de la población de la antigua Unión Soviética. En el Occidente, asimismo, los informes de los investigadores rusos sobre el sistema penal en la época de Stalin fueron totalmente ignorados por las primeras páginas de los periódicos y por todos los canales de TV.
¿Por qué? (Nota: ¿Por qué? ¿Quien tiene más que perder si los trabajadores, que son los que fabrican todo lo que utilizamos, se unen? Seguramente los trabajadores saldrían ganando. Pero ¿quién perdería? He ahí el quid de la cuestión).
Lo que la investigación rusa ha revelado
La investigación sobre el sistema penal soviético está expuesta en un informe de casi 9.000 páginas. Los autores de este informe son muchos, pero los más conocidos son los historiadores rusos V.N. Zemskov, A.N. Dougin y O.V. Xlevjnik. Su trabajo comenzó a publicarse en 1990, y en 1993 casi estaba finalizado y se había publicado en su práctica totalidad. Los informes llegaron a ser conocidos en Occidente gracias a la colaboración entre investigadores de diferentes países occidentales. Los dos trabajos con los que el presente autor está familiarizado son: el que apareció en el diario francés L'Histoire en septiembre de 1993, escrito por Nicholas Werth, investigador jefe del centro de investigación científica francés CNRS ('Centre National de la Recherche Scientifique'), y el trabajo publicado en la revista estadounidense American Historical Reviewpor J. Arch Getty, profesor de historia en la Universidad de California, Riverside, en colaboración con T. G. Rettersporn, investigador del CRNS, y el investigador ruso V. Zemskov, del Instituto Ruso de Historia (parte integrante de la Academia Rusa de Ciencias). Hoy ya han aparecido los libros sobre el tema, escritos por los investigadores mencionados y por otros del mismo equipo de investigación. Antes de continuar quiero aclarar, para que no haya ninguna confusión en el futuro, que ninguno de los científicos implicados en esta investigación defiende una perspectiva socialista internacional. Al contrario, su perspectiva es burguesa y anti-socialista. De hecho, muchos de ellos son bastante reaccionarios. Es necesario aclarar este punto, para que el lector no se imagine que lo que se va a decir a continuación es el producto de una “conspiración comunista”. Lo que ocurre es que los investigadores mencionados han desenmascarado por completo las mentiras de Conquest, Solzhenitsyn, Medvedev y otros, y lo han hecho por la sencilla razón de que colocan su integridad profesional en primer lugar y no permiten ser comprados para servir a los objetivos de la propaganda política.
Los informes de la investigación rusa dan respuesta a un número muy grande de preguntas sobre el sistema penal soviético. Para nosotros, la época de Stalin es la de mayor interés, y es en ella donde encontramos motivos para el debate. Plantearemos un número de preguntas muy específicas y buscaremos las respuestas en las publicaciones L’Histoire y American Historical Review. Ésta será la mejor manera de introducir en el debate algunos de los aspectos más importantes del sistema penal soviético. Las preguntas son las siguientes:
-¿En qué consistía el sistema penal soviético?
-¿Cuántos prisioneros había en él --tanto políticos como apolíticos?
-¿Cuánta gente murió en los campos de trabajo?
-¿Cuánta gente fue condenada a muerte en los años anteriores a 1953, sobre todo en las purgas de 1937-38?
-¿Qué duración, por regla general, tenían las penas de prisión?Después de responder a estas cinco preguntas, hablaremos de los castigos impuestos a los dos grupos que se mencionan con más frecuencia en relación con los muertos y prisioneros en la Unión Soviética, a saber, los kulaks condenados en 1930 y los contrarrevolucionarios condenados en 1936-38."
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Mira que me gusta leer todo o casi todo lo que publicáis pero me lo pones muy difícil...
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@Malcontent dijo en 100 años de la revolución rusa.:
Mira que me gusta leer todo o casi todo lo que publicáis pero me lo pones muy difícil...
Y a mí también. Lo que ocurre es que hay cosas difícilmente resumibles.
Lo siento.