El Cristianismo
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 también sería importante para hacerse una idea de la historia del cristianismo, una visión sobre las principales "herejías". Las hubo a decenas pero por destacar, por ejemplo arrianos, monofisitas o cátaros.
Sería muy interesante desde el punto de vista teológico y filosófico, pero si empiezo esa serie salen todos corriendo...
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 también sería importante para hacerse una idea de la historia del cristianismo, una visión sobre las principales "herejías". Las hubo a decenas pero por destacar, por ejemplo arrianos, monofisitas o cátaros.
Sería muy interesante desde el punto de vista teológico y filosófico, pero si empiezo esa serie salen todos corriendo...
Correr es de cobardes ️
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 también sería importante para hacerse una idea de la historia del cristianismo, una visión sobre las principales "herejías". Las hubo a decenas pero por destacar, por ejemplo arrianos, monofisitas o cátaros.
Sería muy interesante desde el punto de vista teológico y filosófico, pero si empiezo esa serie salen todos corriendo...
Correr es de cobardes ️
Eso piensa Campaña
PD: a ver si me animo, aunque ahora mismo de tiempo ando muy corto, quizá en un futuro.
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Un poc cansat d'assajos i sent l'única novela interessant que tenia per casa (aconseguida gràcies a la Falla experimental de Jesús 2020), ahir vaig començar a llegir "El nombre de la rosa".
Molt interessant llegir les disputes escolàstiques, de posicionament polític (vers els diferents Papes i Emperadors), respecte a l'heretgia, etc entre els frares franciscans i benedictins del segle XIV. També posar-se dins de la visió d'un d'ells i seguir la lògica diària d'una abadia.
Per a l'expert en la matèria, @rana-baileys , em confirmes que aquest text té certa verosimilitud històrica?
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
Un poc cansat d'assajos i sent l'única novela interessant que tenia per casa (aconseguida gràcies a la Falla experimental de Jesús 2020), ahir vaig començar a llegir "El nombre de la rosa".
Molt interessant llegir les disputes escolàstiques, de posicionament polític (vers els diferents Papes i Emperadors), respecte a l'heretgia, etc entre els frares franciscans i benedictins del segle XIV. També posar-se dins de la visió d'un d'ells i seguir la lògica diària d'una abadia.
Per a l'expert en la matèria, @rana-baileys , em confirmes que aquest text té certa verosimilitud històrica?
Sin duda esa obra refleja una realidad histórica aunque la trama en sí responda a una ficción.
Es cierto que los monasterios eran un reducto de la sabiduría clásica, guardando textos que de otra forma hubieran desaparecido con bastante probabilidad. Aunque la novela está datada ya al final de la baja edad media, casi mil años después de comenzase esa "salvaguarda" de la cultura.
Es cierto que los franciscanos significaron en unos comienzos, un redescubrimiento de conceptos como la pobreza evangélica y que en algunos casos derivaron a lo que se llama "herejía" al denunciar las riquezas de la iglesia, justo coincidiendo en su fundación con los cátaros y otros grupos periféricos.
El propio protagonista se equipara con Guillermo de Ockham, un franciscano británico y uno de los máximos exponentes del nominalismo, del que más de una ocasión hemos hablado en el foro, con las impagables aportaciones de Gim
Y también es cierto que los dominicos, enemigos irreconciliables en aquel tiempo de los franciscanos, llevaron el peso mayor de los procesos inquisitoriales.
Que hubiese igualmente monjes benedictinos intolerables y fanáticos como el bibliotecario, tampoco es de extrañar.
Dicho todo ello, añadir que Eco ahonda en esos estereotipos cuando lógicamente la realidad se empeña en afirmar que los tópicos a veces deforman la realidad.
Otro más que el italiano saca a relucir es lo que yo llamo "climatologización".
Me explico: es la forma de pretender ilustrar conceptos abstractos con fenómenos de índole climático y es una manera más de manipular subrepticiamente al lector o espectador.
La edad media fue una época de oscuridad? Pues tiempo nuboso, frío, neblinoso.. O sea, que un día de Sol no te estropee una intención comunicativa.
Esto se ha aplicado más modernamente con cuestiones como la propaganda política.
Hace poco vi una película de espionaje en la que todas las escenas en Berlín oriental estaban dominadas por el frío, la nieve, la poca luz, pero mágicamente en el lado occidental hacía un tiempo radiante. Alguien se va de viaje a un país que se quiere desacreditar, y hay un tiempo de perros.
Eso sí, al regresar a su casa, hace en Delaware un Sol esplendoroso y los niños juegan alegres en el parque.
Bueno, me estoy derivando demasiado. Espero haber respondido a tu pregunta Nabil.
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@rana-baileys ho has fet. Eixe Guillermo es deixa dur massa pels impulsos de la raó. Faria bé en callar-los per seguir l'esperit pur. Els invents que controlen la naturalessa, la seua màgia santa, poden arribar a ser molt diabòlics amb objectius erronis.
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El fin del mundo esta cerca!!!
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@alekgrana dijo en El Cristianismo:
El fin del mundo esta cerca!!!
Las vallas no dicen nada de eso...
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@gimnastico_1909 yaa pero quedaba bien, el principio de algo apocalíptico xD
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@alekgrana dijo en El Cristianismo:
@gimnastico_1909 yaa pero quedaba bien, el principio de algo apocalíptico xD
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En Cuaresma la Iglesia católica propone lecturas cada días que evocan, recuerdan o desarrollan los temas principales de la misma, que son la preparación a la Semana Santa por medio del ayuno, la oración y la limosna.
En las lecturas de hoy se hace hincapié en la importancia de que los signos religiosos externos sean concordantes con la rectitud del espíritu interior, pues a Dios le repugna la hipocresía.
Así, leemos en la primera lectura, del libro del profeta Isaías (1, 10.16-20) "Lavaos, purificaos, apartad de mi vista vuestras malas acciones. Dejad de hacer el mal, aprended a hacer el bien. Buscad la justicia, socorred al oprimido, proteged el derecho del huérfano, defended a la viuda", que explícitamente exige que la purificación ritual exterior vaya acompañada de una interior.
En el salmo 48 se entresacan estos versículos: "No te reprocho tus sacrificios, pues siempre están tus holocaustos ante mí. Pero no aceptaré un becerro de tu casa, ni un cabrito de tus rebaños. ¿Por qué recitas mis preceptos y tienes siempre en la boca mi alianza, tú que detestas mi enseñanza y te echas a la espalda mis mandatos?". En esta ocasión se hace referencia a los sacrificios rituales de la Antigua Alianza, y el contraste con un rechazo práctico a los mandatos de Yahvé de aquel que los practica.
Por último el Evangelio (del capítulo 23 de san Mateo) escogido es bastante conocido: "En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y los fariseos: haced y cumplid todo lo que os digan; pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos
dicen, pero no hacen. Lían fardos pesados y se los cargan a la gente en los hombros, pero ellos no están dispuestos a mover un dedo para empujar". Uno de los textos que podríamos llamar "maldición de los fariseos" en los que se les señala como ejemplo de hipocresía, por querer aparecer ante el pueblo como los más perfectos creyentes (fariseo viene del arameo parisayya romanizado "parusim", que significa los "apartados o separados", es decir, los diferenciados del resto, se supone que mejores).Todos los textos llevan una evidente enseñanza en contra de la hipocresía religiosa, pero nótese también que los tres reconocen la importancia de la religiosidad exterior (los rituales, "no te reprocho tus sacrificios") y la doctrina ("haced y cumplid lo que os digan"). Es decir, que el mal ejemplo de un creyente, o un ministro del culto no debe hacernos olvidar que las enseñanzas de Dios son buenas. Esto cumple para los movimientos puritanos (tanto dentro como fuera de la Iglesia) que, como los donatistas, exigen la perfección del creyente, sacerdote o predicador para aceptar el ritual o la enseñanza divina.
Pero los seres humanos somos así, y ver un comportamiento incoherente de un creyente en una fe o en un pensamiento político o filosófico nos hace desconfiar de dicha creencia, más que del ser humano débil.
Tiene además otra lectura consoladora para el creyente de a pie: el que nosotros seamos ocasionalmente o con frecuencia incoherentes con nuestra fe no debería significar un impedimento a un ajeno para aceptar la veracidad de lo que profesamos. Como bien dice san Pablo "hacemos el mal que no queremos y no el bien que queremos". Es decir, que llevamos la luz en vasijas de barro y, sin caer jamás en la hipocresía, no debemos desesperar si alguna vez caemos en tentación de no obrar conforme a cómo creemos, dando mal ejemplo así a otros.
Hay que arrepentirse del mal ejemplo dado y hacer propósito firme de no volver a darlo, y Dios misericordioso siempre nos levantará para seguir caminando y dando frutos de buenas obras.
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El Concilio Vaticano II fue un evento importante en la historia de la Iglesia.
Las imágenes más significativas de su ceremonia inaugural están en este documental de aproximadamente hora y media de duración.
Hay otro "completo" a base de la señal de TV de la RAI pero es mucho más largo y de peor calidad de imagen.Sin duda sería mucho más interesante poder ver imágenes de antiguos Concilios como los de Nicea, Éfeso, Letrán o Trento, pero hoy por hoy es inviable. Quizá algún día.. quién sabe?
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Mmmmmmm
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@rana-baileys seguro que el vídeo de Letrán acabará apareciendo en la polvorienta biblioteca de algún monasterio benedictino suizo.
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
@rana-baileys seguro que el vídeo de Letrán acabará apareciendo en la polvorienta biblioteca de algún monasterio benedictino suizo.
Y si está en DVD también nos valdría
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He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Y cuál era exactamente su misión?
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Conta, conta...
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
He conegut a un Kiko que ha estat de missioner amb la seua família tres anys en Ucraïna (fins la guerra).
Molt interessant parlar amb ell.Y cuál era exactamente su misión?
Supongo que la misma de todo misionero cristiano, ¿no?
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Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
Això diu el kiko?
En fin, esperar algo de esa secta es bastante ilusorio.
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@nabil-el-zhar dijo en El Cristianismo:
Evangelitzar.
Em va dir que no tant als ortodoxos sinó als cadàvers existencials/morals deixats pel comunisme.
Diu que allà a Ucraïna els catòlics són vistos com ací els testigs de Jehová.I això, no sé, em resultà molt agradable poder parlar de temes ultra tabú com l'avortament o l'homosexualitat. La seua visió de l'evangelisme, la idolatria, el cel i l'infern.
En sí la seua posició la defineix com "d'Església".
Home, lo de els testigos de Jehovà ho dirà pels católics "llatins".
En Ucrania hi ha una esglesia oriental greco-católica, que té més de 4 milions i mig de fidels, està en comunió ab Roma i en algunes provincies més occidentals del país es sinclús la majoritartia.
https://ca.wikipedia.org/wiki/Església_grecocatòlica_ucraïnesa
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Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala, un pueblo cercano a la ciudad de Faisalabad en Punjab (Pakistán), donde arrasaron varios tempos cristianos y cientos de hogares, destruyeron imágenes religiosas, biblias y saquearon las casas. Unos mil vecinos cristianos hubieron de huir a los campos, donde pasaron la noche. desde allí vieron su barrio arder, muchas casas, iglesias y comercios quedaron arrasados.
El motivo: se corrió la voz de que un limpiador cristiano había insultado a Mahoma y ultrajado un Corán. Algunos testigos afirman que desde los altavoces de una mezquita se llamaba a los fieles musulmanes a atacar a los cristianos.Pakistán es uno de los países donde mayor persecución a las minorías religiosas existe, sobre todo a los cristianos.
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala, un pueblo cercano a la ciudad de Faisalabad en Punjab (Pakistán), donde arrasaron varios tempos cristianos y cientos de hogares, destruyeron imágenes religiosas, biblias y saquearon las casas. Unos mil vecinos cristianos hubieron de huir a los campos, donde pasaron la noche. desde allí vieron su barrio arder, muchas casas, iglesias y comercios quedaron arrasados.
El motivo: se corrió la voz de que un limpiador cristiano había insultado a Mahoma y ultrajado un Corán. Algunos testigos afirman que desde los altavoces de una mezquita se llamaba a los fieles musulmanes a atacar a los cristianos.Pakistán es uno de los países donde mayor persecución a las minorías religiosas existe, sobre todo a los cristianos.
Lamentable
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"María parece, exteriormente, una mujer como las demás, pero es un Templo, que la gracia prepara para Dios. Y si para honrar el Templo de Jerusalén quiso Dios, en cierto modo, presentarse él mismo, bajando sensiblemente en figura de una nube [Ex 40, 33. En realidad es el tabernáculo con el arca lo que llena la nube de Yahvé]; ¿no era preciso, que habiendo formado el designio de bajar al templo vivo de María, le consagrase también? En ese Templo no debe preceder la construcción a la consagración, como sucede en los otros; es necesario, que el primer momento de su vida sea asimismo el de su consagración, para que de este modo se pueda decir de ella lo que se dijo del Templo de Salomón, que Dios llenó de su majestad y su gloria [2 Crónicas 7, 1-2]."
Del "Año Christiano", en su traducción castellana del francés, en el día correspondiente a la festividad de la Inmaculada Concepión de María, año 1787.
Faltaban dos años para el estallido de la Revolución liberal francesa.
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ESTAS NAVIDADES SINIESTRAS
"Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social. Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina.
Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.
La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos, como sucede en España con toda razón, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria, perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.
Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad de nieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen San Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina.
Según la leyenda nórdica, San Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germánicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de los juguetes. Hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia, luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducidos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.
Todo eso en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños, viendo tantas cosas atroces, terminen por creer de verdad que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos."
Gabriel García Márquez
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@gimnastico_1909 dijo en El Cristianismo:
Hace 3 semanas: Una turba de fanáticos islamistas asaltaron el barrio cristiano de Jaranwala
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@rana-baileys dijo en El Cristianismo:
ESTAS NAVIDADES SINIESTRAS
"Ya nadie se acuerda de Dios en Navidad. Hay tantos estruendos de cometas y fuegos de artificio, tantas guirnaldas de focos de colores, tantos pavos inocentes degollados y tantas angustias de dinero para quedar bien por encima de nuestros recursos reales que uno se pregunta si a alguien le queda un instante para darse cuenta de que semejante despelote es para celebrar el cumpleaños de un niño que nació hace 2.000 años en una caballeriza de miseria, a poca distancia de donde había nacido, unos mil años antes, el rey David. 954 millones de cristianos creen que ese niño era Dios encarnado, pero muchos lo celebran como si en realidad no lo creyeran. Lo celebran además muchos millones que no lo han creído nunca, pero les gusta la parranda, y muchos otros que estarían dispuestos a voltear el mundo al revés para que nadie lo siguiera creyendo. Sería interesante averiguar cuántos de ellos creen también en el fondo de su alma que la Navidad de ahora es una fiesta abominable, y no se atreven a decirlo por un prejuicio que ya no es religioso sino social. Lo más grave de todo es el desastre cultural que estas Navidades pervertidas están causando en América Latina.
Antes, cuando sólo teníamos costumbres heredadas de España, los pesebres domésticos eran prodigios de imaginación familiar. El niño Dios era más grande que el buey, las casitas encaramadas en las colinas eran más grandes que la virgen, y nadie se fijaba en anacronismos: el paisaje de Belén era completado con un tren de cuerda, con un pato de peluche más grande que un león que nadaba en el espejo de la sala, o con un agente de tránsito que dirigía un rebaño de corderos en una esquina de Jerusalén. Encima de todo se ponía una estrella de papel dorado con una bombilla en el centro, y un rayo de seda amarilla que había de indicar a los Reyes Magos el camino de la salvación. El resultado era más bien feo, pero se parecía a nosotros, y desde luego era mejor que tantos cuadros primitivos mal copiados del aduanero Rousseau.
La mistificación empezó con la costumbre de que los juguetes no los trajeran los Reyes Magos, como sucede en España con toda razón, sino el niño Dios. Los niños nos acostábamos más temprano para que los regalos llegaran pronto, y éramos felices oyendo las mentiras poéticas de los adultos. Sin embargo, yo no tenía más de cinco años cuando alguien en mi casa decidió que ya era tiempo de revelarme la verdad. Fue una desilusión no sólo porque yo creía de veras que era el niño Dios quien traía los juguetes, sino también porque hubiera querido seguir creyéndolo. Además, por pura lógica de adulto, pensé entonces que también los otros misterios católicos eran inventados por los padres para entretener a los niños, y me quedé en el limbo. Aquel día como decían los maestros jesuitas en la escuela primaria, perdía la inocencia, pues descubrí que tampoco a los niños los traían las cigüeñas de París, que es algo que todavía me gustaría seguir creyendo para pensar más en el amor y menos en la píldora.
Todo aquello cambió en los últimos treinta años, mediante una operación comercial de proporciones mundiales que es al mismo tiempo una devastadora agresión cultural. El niño Dios fue destronado por el Santa Claus de los gringos y los ingleses, que es el mismo Papa Noél de los franceses, y a quienes todos conocemos demasiado. Nos llegó con todo: el trineo tirado por un alce, y el abeto cargado de juguetes bajo una fantástica tempestad de nieve. En realidad, este usurpador con nariz de cervecero no es otro que el buen San Nicolás, un santo al que yo quiero mucho porque es el de mi abuelo el coronel, pero que no tiene nada que ver con la Navidad, y mucho menos con la Nochebuena tropical de la América Latina.
Según la leyenda nórdica, San Nicolás reconstruyó y revivió a varios escolares que un oso había descuartizado en la nieve, y por eso le proclamaron el patrón de los niños. Pero su fiesta se celebra el 6 de diciembre y no el 25. La leyenda se volvió institucional en las provincias germánicas del Norte a fines del siglo XVIII, junto con el árbol de los juguetes. Hace poco más de cien anos pasó a Gran Bretaña y Francia, luego pasó a Estados Unidos, y éstos nos lo mandaron para América Latina, con toda una cultura de contrabando: la nieve artificial, las candilejas de colores, el pavo relleno, y estos quince días de consumismo frenético al que muy pocos nos atrevemos a escapar. Con todo, tal vez lo más siniestro de estas Navidades de consumo sea la estética miserable que trajeron consigo: esas tarjetas postales indigentes, esas ristras de foquitos de colores, esas campanitas de vidrio, esas coronas de muérdago colgadas en el umbral, esas canciones de retrasados mentales que son los villancicos traducidos del inglés; y tantas otras estupideces gloriosas para las cuales ni siquiera valía la pena de haber inventado la electricidad.
Todo eso en torno a la fiesta más espantosa del año. Una noche infernal en que los niños no pueden dormir con la casa llena de borrachos que se equivocan de puerta buscando dónde desaguar, o persiguiendo a la esposa de otro que acaso tuvo la buena suerte de quedarse dormido en la sala. Mentira: no es una noche de paz y de amor, sino todo lo contrario. Es la ocasión solemne de la gente que no se quiere. La oportunidad providencial de salir por fin de los compromisos aplazados por indeseables: la invitación al pobre ciego que nadie invita, a la prima Isabel que se quedó viuda hace quince años, a la abuela paralítica que nadie se atreve a mostrar. Es la alegría por decreto, el cariño por lástima, el momento de regalar porque nos regalan, o para que nos regalen, y de llorar en público sin dar explicaciones. Es la hora feliz de que los invitados se beban todo lo que sobró de la Navidad anterior: la crema de menta, el licor de chocolate, el vino de plátano. No es raro, como sucede a menudo, que la fiesta termine a tiros. Ni es raro tampoco que los niños, viendo tantas cosas atroces, terminen por creer de verdad que el niño Jesús no nació en Belén, sino en Estados Unidos."
Gabriel García Márquez
Magnífico.
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@gimnastico_1909 Yo tengo dos Belenes.... Siempre me han gustado los dioramas xD