Al leer este artículo, me he identificado muchísimo con este tal Tatay, con una sola diferencia: jamás he dejado de acudir al campo, partido tras partido, con la esperanza de que algún día ser del Levante UD sería, como ya lo es, un signo de identificación diferencial.
El gran mérito de este equipo: jugadores, técnicos, subalternos, directivos y administradores concursales está siendo el que nos están haciendo recuperar, a marchas forzadas, la dignidad que una serie de malas personas nos habían robado o había dilapidado.
Hoy, estos jugadores, si habérselo propuesto, han conseguido que nosotros, los fieles seguidores nos sintamos orgullosos de lucir nuestros colores como símbolo de identidad diferenciada. Para hacerme entender: hoy ser xoto no es ya el único símbolo de identificación con el valencianismo, puesto que, el Villarreal, en gran medida, y nuestro equipo actual, le han arrevatado dicho simbolismo injustamente usurpado durante muchísimos (demasiados años).
Hoy ser valenciano y del Levante UD tiene su reconocimiento. A gran distancia todavía de los xotorros, pero cada día que pasa a menos, y si estos jugadores ascienden a nuestro equipo. Si esta directiva hace las cosas como está haciéndolas. Si los políticos nos ayudan un poquitín. El Levante será diferente a lo que ha sido en estas últimas tres décadas, y se convertirá en lo que se está conviritiendo: un referente para muchos jóvenes que están hasta los mismísimos de que el Xoteras sea lo único que existe en esta Comunidad nuestra, un orgullo a pasear y un símbolo de diferencia entre el que es y el que solo tiene.
VISCA EL LLEVANT ARA I PER SEMPRE.