Yo no vi el partido, pero en principio no se puede juzgar a un entrenador que ha estado apenas un par de días con los jugadores por un único partido.
Añádase que me parece que está muy pez si, como parece, no sabía que podía hacer 5 cambios.
Añádase que más grave es aún que no parece que hubiese nadie cerca para decírselo.
Descontando que yo ya dije que me parecía un absoluto disparate poner al frente de un navío que se hunde a un señor con escasa experiencia de contramaestre y nula de capitán.
Cabe denunciar que, según me cuentan mis espías, la secretaría técnica no puso otro nombre sobre la mesa que el de este perfecto desconocido.
Manolo Salvador y David navarro el verano pasado aún compensaron errores con aciertos, pero lo de este verano, y más aún este estrambote de entrenador que se han sacado de la manga, es de juzgado de guardia. De verdad que es para echarlos a la puta calle mañana, y además sin pagarles ni un duro y que te denuncien, como los empresarios canallas.
Y don Quicone el peor de todos por repescar a este merluzo y a su nuevo miniyo: están hundiendo esto a marchas forzadas.
Y para los que hacen cábalas y números: esto está muy mal, estamos en una crisis muy grave. pero no desde el día de Mallorca, sino desde abril. Y aquí los que lo hemos denunciado, a veces parecíamos los locos de la colina.
Eso va también por tí, amigo @juca, que no te ví una crítica tan feroz cuando hacíamos el ridículo con Paco López. Con afecto, un poquito más de ecuanimidad, que con tu entrenador preferido tampoco hubiésemos ganado este partido, y (como diría Julio Iglesias) lo sabes.
El equipo necesita un desmontado y rearmado con conceptos mínimamente lógicos de un futbol moderno para un equipo de media tabla (de media tabla de primera, no de campos de tierra y mierdas semejantes). Y eso con la temporada avanzada.
Salvo que Pereira de repente aprenda futbol de élite en un cursillo express, o Alessio le vaya chivando lo que tiene que hacer, necesitamos un milagro para enderezar esto. Porque echar al entrenador tiene un significado detrás: que todos los estamentos esperan una reacción. Pero es que Paco López sólo era un agente del descontrol, no su causante único. Y debería haber abandonado el club, como muy tarde, en junio pasado.
Y como todo el mundo espera una reacción (porque por lo visto nadie se ha fijado en el desastre de futbol que practicamos desde hace 5 meses), como es imposible que esto se produzca de la noche a la mañana, salvo que los jugadores le hubiesen hecho un bedmaking escandaloso a Paco (lo cual tampoco tendría mucho sentido, dicho sea de paso), pues no sería raro que los malos resultados siguiesen un tiempo, lo cual supone hundirse más en la clasificación, y cuando empiezas a hundirte en la clasificación, entonces todo empieza a salir mal: errores absurdos, el balón no entra, empiezan los nervios, los pitos, los jugadores que levantan los brazos y se dicen de todo unos a otros en el campo, las acusaciones mutuas entre estamentos, esperar a los jugadores a la salida para gritarles mercenarios, algunos se empiezan a borrar... esto se ha visto antes muchas veces.
Eso es lo que pasa cuando tienes el profundamente profesional criterio de esperar a estar en descenso para cesar a un entrenador que ha perdido el rumbo hace meses.
Sí, esta temporada vamos a padecer porque nuestros jugadores más relevantes o están lesionados, o están con la cabeza fuera, o están malcriados o están sobrevalorados. Y sí, puede que esta sea la temporada de un nuevo descenso. Porque las cosas no suceden de un día para otro, sino que se van deteriorando, y mientras tienes tiempo de arreglarlas debes hacerlo, porque si esperas a que se pudran, entonces igual ya es tarde.