Este es el típico partido en que ellos están muy bien a su marcha, líderes destacados y tocando la primera con los dedos, juegan en casa, y nosotros estamos calientes por la mala imagen del equipo los dos últimos partidos, que van como pollos descabezados, y Calero parece haberse olvidado de repente como se juega al futbol.
O sea, escenario montado para la matanza de Texas.
Y entonces van los once cabrones de siempre, que diría Toshack, y ganan, y nos venimos arriba, y nos cagamos en ellos y los del Elche ponen a escurrir a su entrenador, y entran en pánico, y los de atrás cobran esperanzas, etcétera.
O sea, futbol.
Mejor dicho, futbol de segunda, donde nadie tiene el título adjudicado antes de empezar.