El otro día volví a ver, por cuarta o quinta vez, "Nueve Reinas", del llorado Fabián Bielinsky.
Y cada vez que la vuelvo a ver la disfruto, y cada vez me alucina la perfección del guión, la puesta en escena, la dirección, los actores (prácticamente todos geniales), y cada vez me parece más una obra maestra del cine.
En el cine argentino, como en todos, hay de todo, y desde luego no abundan películas como esta (aunque hay muchas interesantes), pero es una injusticia que estemos inundados de productos de la industria yanquie, inflados de millones de dólares, y que se venden como churros aunque la proporción de genialidad con respecto a la masa no es diferente (o incluso inferior, que el triunfo produce comodidad) a la de otras industrias más modestas.
Recomiendo encarecidamente verla, disfrutarla, paladearla, dejarse sorprender, fijarse en los detalles. Es una película de trampas y tramposos, pero no hay que obsesionarse con descubrirlas o intentar anticiparte (el director deja muy pocas pistas, y levísimas, de cómo va a acabar la trama).
la peli atrapa y el final es sencillamente historia del cine.
Por ponerle algún pero, el sonido es mejorable, y como hablan la jerga cani porteña, pierdes la mitad de lo que dicen, así que hay que verla varias veces también por ello.
En resumen: que la veáis y la disfrutéis.
PD: para conseguir el dinero con qué rodarla, Bielinsky tuvo que ganar un premio de un concurso regional argentino de guiones de cine. Sin esa "guita" no hubiese podido tirar adelante. Y luego vemos a las grandes productores americanas y europeas financiando bodrios intragables porque el director o el actor principal es famosete, o porque son amiguetes de ellos (eso se da mucho en España) etc.
Hai que foderse.
