@rana-baileys Error mío, efectivamente Flew era filósofo y no físico.
Añadiré que Flew no se "convirtió" a ninguna religión. Simplemente, consideró no probada la inexistencia de un creador inteligente, y dedujo que era más probable que existiera. Pero en ningún momento postuló que dicho creador se hubiese comunicado con los seres humanos, y por tanto no justificó la existencia de la religión (circula por internet una frase suya diciendo que nada hay en la ciencia que niegue que el primr capítulo del Génesis no sea cierto, pero no estoy seguro de que no sea apócrifa). Sería más bien un deista al estilo del gran arquitecto de los masones.
La trascendencia en filosofía es la capacidad de una realidad de estar más allá de su inmanencia (es decir, de su explicación por sí mismo). En ese sentido, la realidad experimentada por el individuo sería la inmanencia, y cuanta realidad está fuera de dicha experiencia, lo trascendente. Y naturalmente, desde el empirismo, lo trascendente se considera equivalente a lo imaginado. Incluye, naturalmente, un componente de misterio.
La fe viene del latín fides, es decir, confianza. Es la capacidad de creer algo indemostrado por la experiencia, por confianza con la fuente de ese saber. Uno puede tener fe en Dios, o en otra persona, o en el estado, o en la ciencia (no porque la ciencia no enseñe cosas demostradas, sino porque no las hemos experimentado personalmente, y confiamos en quien nos transmite ese saber).
Efectivamente, al no describir la misma materia, trascendencia y fe no son incompatibles, ni contradictorias. Yo diría, de hecho, que no hay ser humano que no tenga fe en algo o alguien.